Capítulo 25

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*Contado desde Kimane*


Estaba perfectamente mentalizada para cualquier resultado en mi batalla contra Sara... Fuese el que fuese... Pero por supuesto que iba a dar todo de mi, aunque eso significase dañarme a mi misma.
Me equipe con mis gebras ligeras y mi katana y me dirigí hacia el que seria el campo de batalla. Al llegar, Sara parecía conocer la situación y mi intención de acabar allí con su amenaza, o de lo contrario, ganar tiempo para preparar el palacio y convertirlo en una fortaleza. Ninguna de nosotras decía palabra alguna, solo intercambiábamos miradas, y con eso nos bastaba para sabes que solo una podría salir de allí por su propio pie. Sara invocó su armadura y su espada y me apuntó con ella, a lo que yo respondí sin moverme y agarrando el mango de mi katana. Empecé a canalizar mis impulsos eléctricos de mis nervios hacia mi katana, la cual, empezó a emitir pequeños destellos azules.

Sara: Sabes de sobra que no puedes vencer. Dejame pasar y no saldrás herida. Solo quiero a esa maldita asesina!

Kimane: No vas a pasar de aquí si no es por encima de mi cadáver.

Sara: Que así sea.

Sara creo un circulo !ático a mis pies, y de este salieron cadenas que me ataron y me dejaron de rodillas. Sara se acerco a paso lento y sin vacilar, hundió su espada en mi pecho. Obviamente tenia miles de planes de defensa y uno de ellos fue el que realicé apenas Sara me hundió su espada. Había creado un clon eléctrico y este al convertirse en electricidad, paso a su cuerpo azotando sus nervios con una gran descarga que la paralizo por completo. En ese momento, aproveché y realice mi primer ataque.

Kimane: Te has confiado demasiado! Raikiri!!!

Canalice una descarga eléctrica lo justa para ser letal por si el corte en si no lo era. A pesar de que estaba segura de que iba a acertar, Sara logro bloquear mi katana, pero gran parte de la electricidad de mi Raikiri la golpeo de nuevo sus nervios. Tras pensarlo un momento, me di cuenta de que quizás la victoria era mas simple de lo que imaginaba. Si finalmente no lograba alcanzarla con mi katana, la electricidad acabaría por calcinar sus terminaciones nerviosas seguidas por los nervios de sus sistema central y finalmente acabaría por producirla un shok cerebral que provocaría un fallo total de sus órganos que terminaría por matarla. Pero para eso tendría que impactar con un Ju-Kuro Raikiri en su espada, pero sin embargo, si la diese con uno de esos golpes, la podría matar... Se mire por donde se mire, ese plan tan simple era el mas eficaz de los muchos que había hecho. Estaba decidido, iba a seguir ese plan.

Sara: No esta mal, pero recuerda que peleas contra una arcángel!!

Sentí un fuerte golpe en la espalda que sin duda me provocó daños internos, ya que al caer al suelo, empecé a toser y a escupir sangre. Me levante con bastantes dificultades aunque logré aparentar lo contrario. Mire su protector del antebrazo derecho y estaba abollado y agrietado, por lo que imaginé que me había golpeado con el.

Kimane: No esta mal. No esperaba que pudieses ser tan rápida como para bloquear un Raikiri. Ni siquiera me planteé el que pudieras flanquearme sin darme cuenta. De verdad, me has impresionado.

Sara: Tampoco esperaba una defensa tan... Básica. Sin cubrirse la espalda y con algo tan simple como un doble para ver cual era mi primer movimiento. Demasiado predecible. Sin embargo, admito cierta admiración por esa resistencia física. Ese golpe, habría destruido a cualquier persona normal, y sin embargo, tu lo has encajado tan bien... Que te has levantado como si nada. De no ser por la sangre que has escupido, diría que he fallado.

Kimane: Al parecer, tenemos en común algo. Ser una caja de sorpresas.

Sara: No tan rápido. Kim Anegawa. Para mi no lo eres tanto. Exsoldado de las fuerzas especiales de combate japonesas. Herida en una batalla, pasaste a la división medica avanzada y tras volver a ser herida de gravedad, te trasladaron a un hospital militar, del cual, deberías haber salido con los pies por delante.

Kimane: Veo que te has informado bien sobre mi, pero no creas que eres un misticismo en cuanto a pasado se refiere.

Eché mi pierna izquierda hacia detrás y empecé a correr hacia ella con la idea de realizar un corte ascendente en diagonal, el cual era tan previsible que en cuanto lo esquivase, usaría mi velocidad para colocarme a su lado y volver a golpear, pero esperaba que lo predijese, al igual que sabia que iba a saber que iniciaría una sucesión de ataques desde todos los flancos, por eso, usaría engaños que simularían ataques que en realidad servirían para hacer que fuese cambiando de posición una y otra vez hasta que descuidase su defensa al intentar prever mi siguiente ataque y seria ahí cuando usaría otro clon para hacerla pensar que su previsión ha sido certera y una vez se confiase, yo atacaría por la espalda. Acertase o me bloquease, el daño se lo seguiría llevando acorde con mi plan de victoria.
Inicié la táctica y empecé a lanzar ataque tras ataque cada vez mas rápido hasta que decidí usar el clon. Sara se giro para bloquearme y fue entonces cuando el clon simuló ser yo mientras me coloqué a la espalda de Sara y lancé la punta de mi katana contra el centro de su espalda para seccionar su columna y así poder matarla y acabar con el combate... O esa era la idea hasta que me di cuenta de que me confié demasiado. De su espalda brotó un aura dorada que paró mi ataque cuando estaba a apenas un par de centímetros de atravesarla. Rápidamente retrocedí de un salto mientras Sara aun estaba dándome la espalda.

Sara: Te he dicho que se te olvida que peleas contra una Arcángel.

Cuando Sara se giro, ví que en su cara se habían empezado a formar marcas de runas que se consideraron extintas hace miles de años. A pesar de que entré al mundo arcano hace relativamente poco, me he empapado de su historia todos estos años, y parte de esa historia, es la historia de Sara.

Kimane: Ahora puedo decir con certeza que realmente eres historia y nada de lo que puedan decir los libros te hace justicia. Pero mi gran pregunta es porque hicistes aquello.

Sara: Así que te gusta estudiar ehh...

Kimane: Lo suficiente como para saber que esas marcas son las de un guerrero del colapso.

Sara: No sabia que aun quedasen manuscritos de aquella batalla.

Kimane: Pues si. Aunque por desgracia la mayoría se han perdido por el tiempo. Por suerte para mi, en mi pasado como humana, en una de las misiones de exploración de mi patrulla, dimos con unas ruinas de la antigüedad y justo allí, había miles y miles de libros, pero tuve la suerte de que uno de ellos me llamase la atención, pero aun mas suerte es que justo fuese sobre la historia del mundo arcano y cuando me convertí, todo cobro sentido y realidad. La verdad... Es que tenia varias sospechas sobre ti desde que te ví usar ese encadenamiento divino, pero ahora que veo esas marcas, ya no tengo ninguna duda. No eres ninguna santa... Verdad, Luna?

El ultimo linaje arcanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora