CAPÍTULO UNO
Las vacaciones estaban por llegar a su fin, pero su viaje durante aquellos meses a casa de su abuela había finalizado. Aunque extrañaba incondicionalmente a sus amigas, amaba pasar aquel tiempo con aquella mujer, que parecía vivir para su hija y sus nietos, pero sólo estos últimos eran quienes viajaban.
Clarke se acobijó entre los brazos de su madre, la mujer estaba feliz de volver a ver a sus hijos, aunque hablaba con ellos todos los días, como buena madre que era, le era difícil estar un día lejos pero sabía que aquello sería lo mejor, desconectarse un poco de la vida que llevaban, alejarse un poco de lo que sucedía a su alrededor.
Clarke pudo notar los ojos cansados y apagados de su madre, la rubia hizo una mueca, sabiendo exactamente a que se debía aquello. Suspiró cansada, aquella situación también la estresaba, aunque ella sabía que no estaba al tanto de todo lo que sucedía, sabía a la perfección que sólo conocía los detalles importantes, y sólo lo que su abuelo y su padre creyeran conveniente que supieran.
Sentir el aire golpear contra su rostro, era una de las tantas sensaciones que a Clarke la hacían estremecer de emoción, amaba cuando la luz del sol golpeaba su cara, por lo que en esos momentos estaba disfrutando, cerró los ojos sintiendo ambas cosas contra su rostro. Algo dentro de ella se sintió diferente, esa sensación que tenía cada vez que los ojos verdes aparecían en su mente, instintivamente abrió los ojos y por un segundo creyó que todavía los mantenía cerrados.
"Sonríe" fue lo primero que su corazón le dijo que hiciera, pero su mente se lo prohibió, su mente fue más rápida y no mandó aquella señal para que lo hiciera, en su lugar mordió su labio inferior, porque ella sabía perfectamente que no le podía sonreír, que no podía demostrar que sabía de su existencia. Para Clarke Griffin, Lexa Woods debía ser sólo alguien que respiraba, alguien que para su vida no debía tener sentido. Pero ella sabía que no era justamente eso lo que Lexa Woods significaba para su vida.
Clarke Griffin estaba enamorada de Lexa Woods.
Sintió una extraña sensación que se formaba en su ser cuando sus ojos azules conectaron con los ojos verdes de Lexa, siempre había sentido aquello, como si una corriente recorriera su cuerpo. Sintió que el recorrido que estaba haciendo el auto era lento, como si en realidad estuviera caminando ella, en ningún momento la conexión se rompió, sólo hasta que el auto se alejó del parque, perdiendo de vista aquella chica castaña de ojos verdes.
Clarke volvió a cerrar los ojos, recargando su cuerpo sobre el cuero del asiento, intentando normalizar su respiración, no se había dado cuenta de que se había acelerado, pero debió suponerlo, porque cada vez que sus ojos se conectaban, su respiración se aceleraba, sus latidos aumentaban y sus piernas temblaban, ella estaba segura que debía aprender a controlarse, su propio cuerpo era quien la delataba.
Agradeció internamente cuando el recorrido había llegado a su fin, necesitaba estar a solas, al menos por unos pocos minutos, necesitaba la tranquilidad de su habitación. El auto aparcó frente a la entrada de la gran mansión, donde sus abuelos eran los dueños, una sonrisa se dibujó en su rostro al ver que la puerta principal se abría y por ella salía su padre, siempre le habían dicho que se parecía a él, salvo por los ojos, sus cabellos rubios, dorados bajo la suave luz del sol, y los azules similares al océano, pero su padre llevaba ojos avellanas.
Corrió hacia sus brazos, como si de una pequeña de cinco años se tratase, Clarke se sentía protegida entre sus brazos, ella sabía que él no dejaría que nada le sucediera nunca. Recibió un beso de su padre sobre su sien, antes de que éste se separase y abrazara a su hermano. Por primera vez, Clarke se detuvo a observarlo, Aden se parecía mucho más a ella que a sus propios padres, nadie podría decir que no eran parientes, él tenía el cabello rubio y los ojos azules, era delgado y alto para sus catorce años. Clarke imaginó que el color de ojos lo habían sacado de su abuelo materno, el cual sólo habían llegado a conocer mediante fotos, pues su madre tenía el cabello y los ojos marrones.
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Our Lips Are Sealed (Clexa AU)
FanfictionClarke Griffin y Lexa Woods viven en un mundo donde su amor está prohibido. Los Griffin y los Woods son dos familias adineradas y poderosas, ambas dueñas de las dos empresas más importantes en la compra-venta de terrenos, ambas influyentes en la pol...