CAPÍTULO TREINTA Y UNO
Aden se despertó aquella mañana por una pesadilla, había soñado que no sólo perdía a su padre, sino que también a su madre y a Clarke, incluso a sus abuelos. El chico no tenía la mejor relación con ellos, ni tampoco eran los mejores abuelos, pero aun así los amaba. Se sorprendió al ver que el televisor estaba apagado y que el mando de la consola estaba sobre la mesita de luz, pero inmediatamente supo de quien había sido obra.
Salió de la cama y se dirigió a la habitación de su madre, no se sorprendió al no encontrarla allí, pero si le pareció raro no ver a su hermana. Aden había hecho aquella pequeña rutina desde aquel día, sabía que Clarke había estado durmiendo en la habitación de sus padres, y lo comprobaba todas las mañanas al despertarse antes que ella.
Aden se dirigió a la habitación de Clarke, imaginando que continuaba durmiendo como lo había hecho los días anteriores, que era la última en levantarse. Por lo que sin previo aviso el chico abrió la puerta como si de su propia habitación se tratara, se sorprendió al ver la escena que tenía frente a él.
-¿Aden? –Preguntó Clarke extrañada, la chica se sorprendió al ver que su hermano se adentraba y cerraba la puerta detrás de sí.
-Creí que estarías durmiendo, estos días te estuviste despertando tarde. –Intentó excusarse mientras se sentaba en la silla frente al escritorio de Clarke, al menos su hermana estaba completamente vestida, y al verla, frunció el ceño.- ¿Tienes pensado salir? –Preguntó intrigado, ya que Clarke no había salido de la casa desde que había llegado, sólo para ir al velorio de su padre.
Clarke comenzaba a ponerse nerviosa, quería que su hermano se fuese de su habitación lo antes posible, pero no sabía cómo hacerlo sin tener que echarlo, no quería lastimar sus sentimientos, y sabía que el chico estaba sensible con lo sucedido. Siempre habían tenido una buena relación y eran muy unidos, por lo que ella sabía que su hermano necesitaba compañía aunque no lo dijese con palabras.
-¿Veras a Tris? –Preguntó intentando cambiar el tema de conversación, o al menos intentarlo porque la manera en que Aden la miró supo que no lo había logrado.
-Quizás... -Respondió con un tono de voz misterioso.- pero creo que tu veras a tu admirador –Una leve sonrisa se dibujó en el rostro de Aden, sentía algo extraño estar bromeando con eso, pero quizás poco a poco era bueno intentar volver a la normalidad, o al menos a algo que se le asemejara.
-Será mejor que bajemos a desayunar –Se apresuró a decir Clarke, quien agradecía que su hermano no notase los nervios que estaba comenzando a sentir, o al menos que no lo asociara con tener escondida a Lexa en el baño de su habitación.
Se habían despertado casi al mismo tiempo, y Lexa había necesitado del baño minutos antes de que Aden ingresara a la habitación, algo que la rubia agradecía porque de lo contrario la hubiese visto. Clarke sabía que Lexa intentaba no hacer ruido, que podía escuchar las voces de ambos hermanos y que por ese mismo motivo intentaba que no las descubrieran.
-Te esperaré abajo –Aden se puso de pie y se dirigió hacia la puerta, con una leve sonrisa salió de la habitación y Clarke soltó el aire que estaba conteniendo.
-Eso estuvo muy cerca –Lexa había salido del baño después de escuchar que la puerta se cerraba, y al comprobar que no había más murmullos, supo que ese era el momento. Clarke asintió con la cabeza pero su mirada no mostraba alivio alguno.- Clarke, no se dio cuenta de nada, puedes quedarte tranquila –Lexa se acercó a su novia, pasó sus manos por la cintura de la rubia y se inclinó hacia adelante para unir sus labios.
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Our Lips Are Sealed (Clexa AU)
FanficClarke Griffin y Lexa Woods viven en un mundo donde su amor está prohibido. Los Griffin y los Woods son dos familias adineradas y poderosas, ambas dueñas de las dos empresas más importantes en la compra-venta de terrenos, ambas influyentes en la pol...