Our Lips Are Sealed (Clexa AU)

Capítulo 32

CAPÍTULO TREINTA Y DOS

Raven llegó a su casa, no había dejado de pensar en lo que sus ojos habían visto aquella mañana, con una idea en la cabeza se dirigió hacia su habitación, agradecía que su tía no estuviese en su casa aquel día. Raven dejó las cosas sobre la cama, encendió su ordenador y mientras esperaba, ella decidió darse un rápido baño. En cuanto salió se puso ropa cómoda y se sentó frente a su computadora de escritorio, lista para descubrir la verdad, porque creía que tenía una pista y no la desaprovecharía, porque estaba segura que eso la llevaría a encontrar lo que desde hacía tiempo estaba buscando.

Rápidamente pasó sus dedos sobre las teclas, parecía que estas danzaban sobre aquellas cuadradas fichas, un nombre se fue escribiendo en la pantalla, y en cuanto le dio al "enter" toda la información sobre Luna Rothenberg apareció frente a sus ojos. Con mucha atención fue leyendo lo que allí aparecía, sabía que estaba haciendo algo ilegal, hackear los expedientes de la escuela no era una buena idea, pero sabía que no sería suficiente, que tarde o temprano terminaría por expandir su búsqueda, llevándola a continuar con los expedientes del estado, pero para eso necesitaría más tiempo y mucho más cuidado de no ser descubierta.

Información que no le interesaba fue lo primero en aparecer, notas y evaluaciones de los profesores, aunque lo quería ignorar terminó por leerlo con rapidez, sólo con la idea de detenerse si encontraba algo importante.

Raven había presenciado una escena aquella mañana, aunque Luna no era una alumna popular, todos en la escuela sabían de quien se trataba, ser la hija del Alcalde no te apartaba de la mirada de los demás. Se encontraba en uno de los cubículos del baño cuando la puerta se abrió dos veces en un intervalo de pocos minutos, algo que le pareció extraño ya que estaban en hora de clases. Raven creyó que se trataba de otros estudiantes, por lo que salió de él sin ningún tipo de problema, sintió que el momento se volvía incómodo, ella se encontraba en el centro de los lavabos mientras que Luna y Maya estaban en las puntas, ninguna decía palabra alguna y Raven notó aquel cambio. Antes de salir de allí, la chica pudo ver la mirada que ambas adolescentes se habían dirigido y luego entraron a diferentes cubículos.

Raven decidió esperar en una de las aulas vacías, tenía un sentimiento extraño con respecto a lo sucedido, pero primero intentó escuchar lo que sucedía dentro del baño. Se frustró al no escuchar nada, dos posibilidades cruzaron por su cabeza, ambas habían decidido no hacerlo por si alguien las escuchaba, o la otra opción era que estaban conversando en susurros, cualquiera de las dos fuese la situación, Raven no dejaría las cosas de esa manera, la castaña sabía que allí había gato encerrado y que ella lo terminaría descubriendo, por eso Raven no iba a descansar hasta descubrir lo que estaba buscando.

Después de leer el expediente de Luna, comenzó con el de Maya, nuevamente le aparecieron cosas a las que no le daba importancia o no creía que merecían tenerla. Siguió buscando, hasta que algo llamó su atención, el nombre de la madre de Luna era Lorelei Wallace, quien era la hermana de Cage Wallace, padre de Maya. Raven no sabía que ambas chicas eran primas, mucho menos que tenían un parentesco tan cercano, fue ahí cuando supo que tenía que expandir su búsqueda y que no le alcanzaría con lo que tenían en la escuela.

Buscó los expedientes de Lorelei Wallace, ya había pasado el límite del hackeo, se había extendido hasta el del estado, pero Raven sabía cómo hacerlo, sabía dónde buscar y hasta donde llegar, sabía el momento en que debía detenerse y cuándo. La fecha de fallecimiento de la mujer llamó la atención de Raven, sabía que de algún lado la había escuchado, pero no estaba segura de dónde por lo que intensificó su búsqueda en esa fecha. Anuncios en el periódico comenzaron a aparecer frente a ella, leyó cada uno de ellos con toda la atención posible, sorprendiéndose con lo que estos decían.