Capítulo 5

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CAPÍTULO CINCO

-Ya van diez rosas –Aden había esperado a Clarke en la sala, quien regresaba de sus clases de pintura junto con Niylah. El chico se puso de pie, acercándose a su hermana con la mirada en la flor que llevaba en su mano.- ¿Quién es? –Preguntó con seriedad, Clarke arrugó la frente, mientras Niylah decidió dejar a los hermanos solos, no sin antes dedicarle una pequeña sonrisa de complicidad a la rubia.- Clarke, ¿quién te envía las flores? –Preguntó el rubio cruzando sus brazos junto a su pecho.

-No lo sé –Aden arrugó la frente.- ¿Por qué estás preguntando eso? –Clarke negó con la cabeza confundida.- Mejor dicho, ¿por qué te estoy respondiendo? –Clarke esquivó a su hermano y comenzó a subir las escaleras a su habitación, escuchando los pasos de Aden a su espalda.

-Clarke, ¿huelen a café? –Preguntó ignorando lo que su hermana había dicho anteriormente. Clarke abrió la puerta de su habitación y antes de poder cerrarla, el rubio fue más rápido ingresando detrás de ella.

-Aden –Clarke se giró para observarlo, el chico continuó su camino hasta el escritorio de la mayor, donde había colocado un florero con las rosas que fue recibiendo aquellos días. Clarke suspiró y se acercó a su hermano para colocar la rosa que tenía en su mano.

-¿De verdad no sabes quién es? –Aden se giró para observar a Clarke, con la ceja arqueada y los brazos cruzados.- Me estás mintiendo, si no supieras de quien son, no las tendrías en un florero. –Aden observó sobre el escritorio, donde había una libreta y sonrió al tener una idea.- Ya vuelvo

Clarke no le quitó la mirada a su hermano, quien salía corriendo de la habitación, decidió que sería mejor esperar a que regresara, el chico era bastante perseverante. Clarke tomó el teléfono de su bolso y abrió la aplicación, había tenido un nuevo mensaje que no había podido responder, desde hacía diez días que recibía aquellos mensajes, y cada vez que los leía no podía evitar sonreír, como lo estaba haciendo en esos momentos.

-"Mañana te tengo una sorpresa" –Clarke había leído el mensaje en cuanto lo había recibido, pero no había podido contestarle en ese momento.

-"¿No tendré un adelanto?" –Envió la respuesta, justo cuando Aden regresaba a la habitación. El rubio llevaba un cuaderno y una birome en su mano, sin pedir permiso se sentó en la silla frente al escritorio.

-Haremos una lista, con los posibles chicos que pudieron enviarte las flores –Aden se giró para observar a Clarke, quien se había recargado sobre el escritorio, con los brazos cruzados y una pequeña sonrisa dibujaba su rostro. El rubio se acomodó los cabellos hacia atrás, aunque no los tenía demasiado largos, pensando en qué escribir.

-Aden –El chico volvió a alzar la vista para observar a su hermana, Clarke se debatía entre decirle lo que sabía o callar y dejar que el chico hiciera sus conjeturas.- Puedes eliminar a los chicos, es una chica –La boca del rubio se cerró a medias, formando una perfecta "o", pero luego arrugó su frente sin comprender.

-¿Cómo lo sabes? –Preguntó interesado y justo en ese momento el celular de Clarke comenzó a vibrar.- ¡Te envía mensajes! –Exclamó sorprendido, pero rápidamente llevó sus manos hasta su boca, como si de esa manera las palabras regresaran por donde habían salido.- Clarke, cuéntame, quiero saber. –Aden arrugó la nariz, era una característica del chico que compartía con su hermana mayor, algo que volvía locos, no sólo a sus padres, sino a su abuela materna.

-Tienen que vestirse –Niylah estaba en la entrada de la habitación, observando a ambos hermanos, quienes se habían sorprendido con la presencia de la rubia.- Tenemos que salir y necesito que se quiten el uniforme –Ambos arrugaron las frentes, sin dejar de observar a Niylah.- Son iguales, pero necesito que se apuren

Our Lips Are Sealed (Clexa AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora