De todos los maestros que hay en el gremio porque eligió este, debe de ser algo muy serio para que haya escogido a este maestro.
Ahora estaba frente a la puerta de su sala de entrenamientos, esa puerta siempre me causó escalofríos los primeros días de mis entrenamientos, siempre tenía miedo de entrar. Siempre me daba miedo entrar porque sabía muy bien que había una posibilidad de que no saliera.
Cuando abrí la puerta una ráfaga de viento salió por ella, ese olor llenó los fosas nasales de nuevo, ese olor a rancio que siempre hubo en este lugar..., tantos recuerdos.
Me dispuse a entrar, tenía que hablar con el maestro, tenía que hablar sobre Victoria pero en vez de eso me quedé en la entrada pensando, es como sí regresar a ese lugar me causara pavor y mis piernas se niegas, esperen no es "como sí", es lo que está pasando, me estoy quedando paralizado ante el simple hecho de entrar.
–¿Problemas para regresar a tu vieja sala de entrenamientos?
Esa voz...
–No– respondí fríamente.
Sabía que estaba tras de mí, como siempre con sus sonrisa burlona en su rostro, sus oscuros cabellos cayendo sobre su rostro y sus ojos negros mirándome fijamente.
–¿Seguro, Gale?
–Estoy seguro– contesté disgustado.
–Esa no es la forma de hablarle a tu antigua maestra– dijo ella–, y menos cuando invades mi sala de entrenamientos.
Yo me quedé en silencio, me giré de golpe para encararla.
Estaba ahí como siempre con su hoz en la espalda y con esa sonrisa burlona. Ahora su oscura piel presentaba más arrugas al igual que sus ojos tenían bolsas más grandes, estos dos años no han pasado desapercibidos.
–No estaba invadiendo.
Ella hizo un movimiento con sus manos dejando a la vista sus braceras negras y su armadura negra del gremio, todo esto cubierto por un largo manto negro.
–Eso no me sorprendería de ti. Siempre fuiste algo..., curioso e irrespetuoso.
Y tú siempre tan altanera, pero yo nunca dije nada porque quise aprender de ti.
–No estaba invadiendo.
Ella sonrió y tomó su hoz.
–No tengo tiempo para esto, Gale. Al parecer el viejo me asigno una nueva estudiante.
–Eso no me importa– dije nervioso–. Esa es tu responsabilidad de maestra del gremio.
–Siempre tan irrespetuoso– Ella me sonrió y comenzó a caminar hacia los campos de entrenamiento–. Al parecer es la séptima hija.
Ya lo se..., para la mala suerte de Victoria, Regault le ha asignado a la mejor pero también más estricta maestra de todo el gremio: Rei Nikbok, heredera de la familia real de Nikbok de las provincias del este del desierto de Zatjar.
–¿Eso es malo?
Caminé tras de ella en dirección hacia los campos de entrenamiento.
–Bueno, contando de que tendrá un entrenamiento intensivo como el que te di a ti..., no.
Ese entrenamiento...
–Además si está enfrentando a Grimm'Jok– ella sonrió antes de decir–: no creo que necesite mucho entrenamiento.
¿Grimm'Jok?, creo que me quede paralizado ya que Rei comenzó a reírse. Esto es malo, Grimm es capaz de cualquier cosa por enfrentar a alguien fuerte..., cualquier cosa.

ESTÁS LEYENDO
Rolling Star [Saga ReveHult]
FantasíaHace años que ReveHult está en paz, las guerras acabaron hace cerca de ciento cincuenta años. Todo término con la guerra entre los humanos contra los Riptens. Se perdieron muchas vidas y muchos héroes legendarios cayeron en aquella guerra, pero al f...