Royse miró a la fogata mientras todos comíamos y bebíamos después del duro entrenamiento que habíamos llevado a cabo aquel día, estuvimos un total de tres días seguidos dentro de esa dimension y no había pasado mas de doce horas en ReveHult. Sin embargo los hermanos Daix no mostraban señales de aparecer.
Le había pedido que nos hablara de su pasado con Ademar y al parecer estaba a punto de contarnos, sus ojos verdes me miraron con calidez mientras comenzaba a narrar.
–Aquellos días de hace tres años, fue un invierno muy frío...
*******
Las nubes grises son lo único que puedo ver a mi alrededor en ésta nevada planicie de Brin, es el tercer día que viajamos por éste lugar.
Lady Azula no ha decidido un rumbo fijo después de aquel viaje a las montañas nebulosas al norte de Brin. Al parecer su espíritu de aventurera se había agotado por el momento.
Lady Azula fue al gremio de los magos en busca de alguien que fuera su protección durante el viaje, aunque al principio me opuse rotundamente a venir a un viaje sin sentido terminé en camino a las cavernas olvidadas por ordenes del líder de gremio y yo una maga que llevaba poco tiempo en el gremio no podía refutar nada.
No fue una carga después de todo, Lady Azula sabía defenderse muy bien después de haber entrenado toda su vida para entrar a un gremio y perdiendo su oportunidad, aunque ella no ha dicho el motivo del porque perdió la oportunidad.
–¿Aún no ha decidido a dónde iremos?
La chica de cabellos dorados y ojos esmeraldas muy dulces y brillantes me miró dejando una cálida sonrisa. Negó con la cabeza y posó su vista en el oscurecido cielo invernal.
–Se aproxima una tormenta.
–Buscaremos un refugio.
**********
Un estruendoso temblor nos sacó de la historia que mi hermana contaba a las cálidas llamas de la fogata. Todos nos miramos con confusión mientras que Royse se mostró preocupada.
–Ellos siguen entrenando, ahora puedo sentirlos.
¿A caso ese temblor fue causado por ellos dos? Incluso aunque ellos se encuentran en una dimensión lejana se puede sentir la energía de ambos, peleando, chocando una y otra vez. Ninguno de ellos retrocedía.
–Ademar lo está llevando muy lejos–Mi hermana bebió un poco de vino y la preocupación en su rostro apareció de nuevo–, espero que puedan lograrlo.
*******
La cueva dónde nos habíamos refugiado no se encontraba lejos del arroyo que bajaba desde las nevadas montañas de Brin. Lady Azula me había pedido que llenara las cantimploras de agua y buscara hierbas que nos fueran útiles durante nuestro viaje.
La fría brisa del sur me libró de mis pensamientos distantes de mi hogar y mi familia. En especial de mi pequeña hermana Victoria, algún día la llevaré a las montañas nebulosas y admiraremos la aurora boreal desde el pico más alto donde pudiésemos tocar los colores de aquella marea multicolor del cielo invernal.
Cuando miré de nuevo al río para retirar la cantimplora me di cuenta de que había una tira de ropa enredado a mis manos, había sangre seca aún impregnada en ella. Lo miré detenidamente mientras trataba de explicar como aquella tira había llegado ahí de un río que bajaba de las montañas en donde no había habitantes.
–A-ayuda...
Mis ojos se abrieron como platos al ver a un guerrero a las orillas del río, inconsciente y sangrante, lleno de heridas, su ropa y armadura hecha jirones. Ninguna palabra escapó de mi y como si estuviera hipnotizada usé mi magia.Aquel chico estaba en peor condición de lo que había creído, mientras lo transportaba pude ver que con la poca fuerza que le quedaba sostenía una espada y ahora que estábamos en la cueva donde nos refugiamos comenzamos a curar sus heridas.
Una espada lo había herido limpiamente atravesando su abdomen dejando una profunda herida mortal, si no lo hubiese encontrado no hubiera sobrevivido más de un día más. Varios cortes y marcas de garras se extendían por todo su cuerpo. ¿A caso éste chico había enfrentado un dragón?
–Royse– mi protegida me llamó.
Lady Azula sostenía dos medallas, una de gremio y la otra pertenecía a su familia.
–¿De qué se trata?
–Es un Daix y eso no es todo.
Lo miré. Uno de los príncipes de ReveHult se encontraba herido y nosotras lo habíamos encontrado. Ahora lo apreciaba a la tenue luz de la fogata y podía ver sus cabellos rubios, su cuerpo a pesar de estár herido estaba en forma y vaya que estaba en forma.
Sacudí la cabeza y miré a Lady Azula la cual miraba aún la medalla del gremio al que pertenecía. Movía los labios como si murmurara algo para ella mientras examinaba dentenidamente la medalla.
–Royse– sus ojos se clavaron en mi por un momento antes de volver a aquella medalla– ¿Que sabéis del gremio secreto?
Gremio secreto...
Negué con la cabeza al no saber nada sobre éste gremio y ella me dio la medalla. La medalla estaba hecha de plata y llevaba un extraño símbolo. Como si fuese una letra F.
–Él es un asesino.
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Rolling Star [Saga ReveHult]
FantasyHace años que ReveHult está en paz, las guerras acabaron hace cerca de ciento cincuenta años. Todo término con la guerra entre los humanos contra los Riptens. Se perdieron muchas vidas y muchos héroes legendarios cayeron en aquella guerra, pero al f...