Mi hermana miró hacia el norte del templo y un portal apareció en aquella dirección, dentro la oscuridad y las dunas reinaban mientras dos figuras aparecían poco a poco.
–Son ellos.
Mi hermana se levantó con sigilo cuidando no despertar a los demás que descansaban después de un largo día de entrenamiento mientras que yo aún me mantenía despierta memorizando otros hechizos que serían útiles en el entrenamiento y en la batalla de Brin; yo seguí a mi hermana de cerca mientras aquella dos figuras salían de aquel desierto.
Gale y Ademar Daix. El hermano mayor llevaba al hombre el cuerpo mal herido y lleno de golpes de su hermano, sin pensarlo dos veces lanzó a su hermano al estanque llenando el silencio con el sonido del chapuzón.
–Tres días seguidos– cayó de rodillas y comenzó a toser dejando salir sangre–, el muchacho sí que da golpes con fuerza.
Mi hermana ayudó al rubio a ponerse de pie y lo encaminó hacía el estanque para que curara sus heridas. Mientras ella hacia eso yo me dirigí a la dirección contraria y me senté al borde de la plataforma jugando a la espera del príncipe de Brin.
Mientras lo esperaba miraba mi reflejo en las oscuras aguas del estanque. Mis oscuros ojos cafés reflejaban un brillo de esperanza muy diferente, cómo si supiera que derrotaríamos a los Yaman; sus ojos azules aparecieron en medio de las oscuras aguas y me miró fijamente.
–Gale.
Salió del agua sin problema alguno, podía ver su torso al desnudo, ahora sólo llevaba sus pantalones algo rasgados; ahora no había sangre en su cuerpo y ahora sólo había más cicatrices. No lo había notado nunca, cuerpo de Gale estaba lleno de cicatrices y tampoco había notado lo definido que sus músculos estaban.
–¿Estás bien?, tu cara está roja.
Cuando me di cuenta estaba a sólo unos centímetros de dónde yo estaba, podía sentir su respiración chocando con la mía, sus ojos azules me miraban fijamente mientras dirigían fugaces miradas a mis labios.
–C-cla-claro que estoy bien– dije entre titubeos mientras me sentía más hipnotizada por los ojos azules de Gale Daix.
Él sólo se fue acercando poco a poco a mí, el corazón me estallaría en cualquier momento, yo sólo cerré los ojos y dejé que él hiciera el resto.
–Hey, tórtolos– abrí los ojos de golpe y vi una mirada de furia en Gale mientras encaraba a su hermano mayor–. Será mejor que descansen, mañana será otro día duro.
Se fue sin decir más mientras que Gale se levantaba.
–Vayamos a descansar.
Me levanté y me acosté sobre mas pieles que tendimos al calor de la fogata, sus fuertes brazos pasaron alrededor de mi cintura y me apretó con fuerza.
–¿Qué haces?
–Te abrazo.
–¿Por qué, Gale?
Me apretó con más fuerza y cayó en sueño sin decir una palabra. Ahí estaba yo con un chico abrazado a mi en un misterioso templo donde el tiempo transcurre más lento. Serán días largos.*******
Han pasado ocho días en ReveHult mientras que hemos entrenado cerca de veinticuatro días en las dimensiones.
Ahora entrenaba en lo alto de una montaña situada en la mitad del cielo al parecer era una dimensión parecida a Williambow, no había árboles sólo era una plataforma flotante de dura piedra.
Enfrentábamos de nuevo a Royse, mi hermana cada día demostraba más habilidad y al parecer cada día le costaba más luchar contra nosotros.
–¡Más rápido!– gritó mientras lanzaba a Ursula contra Seth los cuáles cayeron de bruces–, los Yaman tienen miembros veloces entre ellos, ¡ustedes son muy lentos!
Un hechizo de hielo fue bloquedo por Grimm'jok mientras que Astrid lanzaba dos cuchillos contra mi hermana la cual sólo los desvío con un escudo mágico.
–Tomen esto más en serio.
Astrid fue golpeada por una roca que mi hermana lanzó hacia ella mientras que Grimm fue atrapado por un hechizo de plantas que lo atraparon evitando que se moviera.
–Recuerden que yo soy Royse Degenhart, la maestra de todos los elementos y heredera al gremio de magia natural– creó una lanza de relámpagos y la lanzó hacia mí–. ¡Lo Yaman son más fuertes que yo! Evadi los relámpagos rodando y disparé dos flechas cargadas con energía hacia ella la cual las evadía con facilidad.
–Ahora, ¡Skell!
El lobo-relámpago saltó hacia ella y lanzó una descarga eléctrica que mi hermana repelió con un escudo mágico.
Skell había crecido en ésta semana a una edad donde era un lobo joven y no un cachorro, según Ursula me explicó aquel lobo crecía a ese ritmo por haberme encontrado y ahora llegaría a una etapa de adulto en un lapso de tres meses. Desde que llegó a esa etapa insistió en ayudarme en mis combates con Royse y había aprendido a comunicarme con él.
–¡Bien hecho!
Destruí el escudo de mi hermana con mi daga mientras que lancé un golpe que impactó de lleno en su rostro haciendo que ella retrocediera.
–Arriba, ¡todos!
–Ellos ya están en su límite, a pesar de que son asesinos tus
son superiores a las de ellos, no olvides que eres una séptima hija y sobre todo una Degenhart– los miró y con su magia hizo aparecer un reloj de arena–, ya son dos días, será mejor que vayan a descansar y comer algo. Seth y los demás vayan pero Victoria, tú no.
Abrió el portal y fue entonces cuándo pude sentirlo, esa inmensa presión invadió toda la dimensión, era aplastante, como un enorme monstruo emergiendo del mar y destruyendo todo a su paso, simplemente era devastadora.
–Así que ese es su poder– Royse me miró y sonrío con satisfacción–, eso que puedes sentir es Ademar peleando con todas sus fuerzas.
¿Ademar?
–¿Y Gale?
Caí de rodillas incluso mi hermana perdió el balance por unos segundos al sentir tal presión caer en aquel lugar, esa fuerza era aún más devastadora que la anterior y su presión aplastaba a la anterior poco a poco.
¿Qué clase de monstruos son ellos dos?
*******
Las espadas sacaba chispas mientras uno empujaba contra el otro sin ceder un centímetro. El frío de ésta oscura dimensión de hielo y muerte era aún más difícil de soportar que el calor de aquel desierto.
Empuje con fuerza cargando energía eléctrica a mi espada de hielo haciendo retroceder a mi hermano el cuál luchaba con fuerza para no ceder. En tan sólo veinticuatro días de entrenamiento mis duelos con Ademar poco a poco se aproximaban a victorias por parte mía, forzaba a mi hermano a usar casi todo su poder y en poco tiempo lo forzare a usar su máximo poder y lo derrotaré; hemos estado peleando por dos días seguidos en ésta helada dimensión, chocando espadas y lanzando hechizos uno al otro sin piedad alguna.
–¿Eso es todo, Ademar?
–No seas tan engreído, niño.
Saltó hacia atrás y lanzó un relámpago hacia mi el cual absorbí con mi espada sin esfuerzo alguno.
Un puñetazo impactó en mi vientre. Idiota.
Me aferré a su brazo y lo miré con una sonrisa ganadora concentrando toda la energía que me había lanzado él, ahora mi puño era una rugiente tormenta eléctrica.
Su cuerpo salió disparado contra el piso al ser golpeado por la fuerza de la tormenta. Aún no termino con él. Creé una enorme lanza de hielo.
–¡Giga Storm!
Los rayos comenzaron a caer sobre la lanza cargándose con energía eléctrica, podía sentir la energía que desprendía aquella lanza de hielo y truenos.
–¡Esto se acaba ahora!
El impacto fue estruendoso y fui cegado por la luz que desprendió al impactar; una enorme nube de nieve se levantó y me reducía la visibilidad.
–Que patético– la voz de mi hermano sonaba dentro de la nube.
Poco a poco se fue disipando y vi a mi hermano lleno de sangre y heridas con media armadura rota de nuevo, su rostro estaba lleno de sangre y me miraba con furia.
–Tendré que usar mi máximo poder para derrotarte, que patético soy.
La batalla apenas comienza y ahora más que nunca se ha vuelto una batalla de vida o muerte.
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Rolling Star [Saga ReveHult]
FantasyHace años que ReveHult está en paz, las guerras acabaron hace cerca de ciento cincuenta años. Todo término con la guerra entre los humanos contra los Riptens. Se perdieron muchas vidas y muchos héroes legendarios cayeron en aquella guerra, pero al f...