Albis Haranea

3 1 0
                                    

Habían pasado dos días desde que me dejaron salir de la enfermería. Mi herida se había curado muy rápido ya que me trataron con magia de curación, en cuatro días ya me habían dado permiso de salir.

Pero esos cuatro días en la enfermería no los había pasado sola, Gale había ido cada día a visitarme con una trufa de la cena, aunque no podía comer alimentos dulces aún así me la daba y yo felizmente la comía.

Ahora me encontraba en mi habitación, descansando después de un largo día, desde que me dieron permiso de salir de la enfermería había continuado con mis entrenamientos aunque Rei había bajado un poco la dificultad para que mi herida no me diera problemas.

Mi puntería con el arco y mi control de la energía habían mejorado. Pero eso no había sido lo único que había mejorado, también mi relación con Gale, aunque pareciera un hombre de corazón frío me he dado cuenta que es todo lo contrario aunque su actitud sigue siendo de seriedad se que se siente feliz al estar conmigo..., creo.

–¿Pero que se le va a hacer?– me pregunté a mi misma esperando una respuesta de la habitación vacía.

–¿A qué cosa?

Me sobresalte al escuchar una respuesta dentro de mi habitación. ¡Se supone que estoy sola!

–¡¿Pero qué?!– me levanté con rapidez para ver de quién se trataba, puede ser que sea alguien del gremio o incluso puede que sea un enemigo.

No pude levantarme por completo ya que me tomaron por las muñecas y me hicieron caer de nuevo en la cama, un gran peso cayó sobre mí. Pude ver las facciones de aquel que estaba en mi habitación. Era un hombre, con cabello, ¿rubio?, y unos inconfundibles ojos azules, creo que se de quién se trata.

–Tranquilízate, sólo soy yo. No creo que nadie quiera venir a atacarte

–¡Gale!– grité enfadada.

Soltó mis muñecas y se levantó removiendo su peso de mí.

–¡¿Pero qué demonios haces aquí?

–Estaba aburrido– respondió él mientras abría las cortinas de mi habitación–. Así qué decidí venir a molestarte. ¿Tienes algún inconveniente?

–De hecho sí.

–Pues no quiero escucharlo– dijo abriendo las cortinas por completo.

En cuanto abrió las cortinas la luz inundo mi habitación, pero no hubo calor como otros días, en cambio pude ver que el día era nublado y un frío viento soplaba.

–Que extraño... Hace frío en pleno día.

–Ay no– Gale estaba pálido, como sí su peor miedo se hubiera presentado frente a él–, es imposible que ya sea esta época...

–¿Qué?

Gale salió corriendo de mi habitación...

Que extraño.

Salí de mi habitación y vi que todos los asesinos del gremio estaban felices, algunos llevaban muchas cajas o artículos que habían comprado en el mercado.

–¿Pero qué está pasando?

–Albis Haranea.

Me giré y vi a Ursula que estaba junto a Seth, creo que siempre que veo a Ursula también veo a Seth y viceversa.

–¿Qué?

–Albis Haranea– dijo de nuevo tan tranquila como siempre–. Arena Blanca. Es el tiempo en el que la nieve llega al desierto, eso significa que habrá prosperidad y paz en Zatjar.

Rolling Star [Saga ReveHult]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora