—¡Emily, espera!—Le grité pero ella no se detuvo. La alcancé a una velocidad vampírica.
—No. No quiero escucharte Niklaus—Dijo y de su ojo brotó una lágrima pero se volteó inmediatamente dandome la espalda.
—No llores, no por mi—Bajé el tono de mi voz intentando calmarme.
—¿Qué no llore? Mira lo que me haz hecho, me juraste amarme y me traicionaste con mi hermana Klaus, es mi sangre—Me miró fríamente y de sus ojos brotaron más lágrimas.
—Si te amo, no dudes de ello—Le insistí.
—Vaya forma de amar que tienes—Dijo y se volteó pero la tomé de ambos brazos.
—Escúchame—La miré a los ojos—Tu hermana me engañó, entró a mi habitación fingiéndo ser tú. ¿De saber que era ella creés que la hubiera tocado? Yo te amo a ti, no necesito de otra persona porque tú eres todo que realmente necesito—Nuestros rostros quedaron demasiado cerca y nuestras narices se rozaron por accidente.
—Necesitarás de otra persona porque me iré a Francia con mis hermanos—Dijo y sentí un dolor en mi pecho, mi corazón se extremeció.
—No me hagas esto Emily. Por el amor de Díos no me dejes—Le rogué. Y más lágrimas cayeron de sus ojos.
—Ya no tengo nada que hacer aquí. Luché por ti, arriesgué mi vida por ti, lloré por ti ¿Qué más quieres que haga? Tengo derecho a ser feliz—Bajó la mirada.
—Aún puedes ser feliz. Junto a mi, por el resto de nuestra inmortalidad. Por siempre y para siempre—Tomé sus manos entre las mías.
—Ya está decidido—Se soltó de mi agarré y se fue.Intenté detenerla pero mi cabeza comenzó a doler de una forma espantosa, volteé con las fuerzas que me quedaban encontrandome frente a frente con la hermana de Emily. Ella era fuerte pero no tanto como yo, burlé su estúpido hechizo y la acorralé contra el muro tomándola por el cuello.
—No sé que demonios es lo que quieres pero juro que te mataré—Le dije entre dientes y ella rió ampliamente.
—No lo harás, si la amas tanto como dices no matarás a su indefenza hermanita. Se irá, acéptalo, ella no te ama y es una pena que sea tan estúpida porque verdaderamente eres hermoso—Respondió y mordió su labio inferior. Tomé su cuello con mayor fuerza.
—Tú no la conoces, no sabes cual es nuestra historia. No sabes nada de ella. Dices ser su familia pero la estás lastimándo y lo sabes perfectamente—Ella me miró con desinterés.
—Vas a ser mío Klaus Mikaelson, por las buenas o por las malas. Aún desde Francia haré de tu vida un infierno—Esas fueron sus últimas antes de quedar inconsciente por la falta de aire.Emily's pov
Al escuchar a Klaus quejarse del dolor en un grito que inundó la casa di media vuelta para saber cual era el motivo de dicho grito. Charlotte lo estaba torturando, pero él se resistió y yo pude escuchar toda su conversación.
“... Es una pena que sea tan estúpida porque verdaderamente eres hermoso”
Sentí mi sangre arder ante ese comentario. Me dirigí hacia las escaleras antes de que ellos notaran mi presencia. Subí hasta mi cuarto y comencé a empacar toda mi ropa en una maleta, esa era mi última noche en New Orleans y Klaus la había transformado en una agonía al momento de acostarse con mi hermana. Minutos después tocan la puerta del cuarto, le correspondí el paso ya que se trataba de Finn.
—Escuché tu discusión con Klaus hace un momento—Dijo a penas entró.
—No quiero hablar sobre eso, Finn—Terminé de guardar mi ropa y cerré la maleta.
—Veo que de veras te irás—Su vista recayó en la maleta e hizo una pausa—¿Estás segura de qué ésta decisión es la correcta?—Me preguntó y se sentó sobre la cama a mi lado.
—No tengo otra opción—Le respondí.
—Claro que sí la tienes, puedes quedarte aquí junto al hombre que amas—Sus palabras lograron ponerme nerviosa.
—Es mejor que me aleje de él, aunque sea por un tiempo—Dije no muy convencida.
—No estás alejándote de él, estás huyéndo de lo que sientes. Lo amas y lo sabes—Sentía su mirada sobre mí mientras que la mía observaba un punto muerto en el suelo.
—Va a ser lo mejor para los dos—Me puse de pie.
—¿Oyes eso?—Me preguntó. Lo miré confundida.
—¿Qué cosa?—Volví a interrogar.
—Los latídos. Vuelve a sentarte a mi lado—Respondió. Lo miré con el ceño fruncido.
—Realmente estás loco—Le dije entre risas mientras hacía lo que me pidió.
—Vienen de ti—Me miró sorprendido.
—Eso es imposible, mi corazón dejó de latir cuando me convertí en un híbrido—Respondí. Su vista recayó en mi vientre.
—Dudo que se trate del tuyo—Dijo. Posicionó su mano en mi abdomen y me miró con una amplia sonrisa.No era posible que Finn escuche latídos de mi vientre, la última vez que estuve con Klaus fue hace menos de veinticuatro horas. Algo debía estár mal.
—Conozco a una bruja que tiene el don de saber cuando una mujer está embarazada, su nombre es Sophie Deveraux. Si quieres podemos ir con ella para despejar dudas—Me propuso Finn, sin dudarlo acepté.
Le pedí a Finn que Freya nos acompañara. Al llegar donde la tal Sophie, ella posicionó sus ambas sobre mi vientre y cerró los ojos algunos segundos.
—Efectivamente sí, estás embarazada. Esta bebé es un verdadero milagro—Dijo ella.
—¿A qué te refieres?—Le preguntó Finn.
—No es una simple loba, es cuarta parte bruja y la sangre que corre por sus venas es sangre de vampiro con cierta parte de veneno de Creciente—Respondió ella.
—¿Cómo es qué un embarazo tan avanzado no se nota a simple vista?—Interrogó Freya sorprendida.
—Deben haber hecho algún hechizo sobre la bebé, lo que provoca que no sea notorio en el físico—Respondió Sophie mirándome a mi.
—Quiero ocultar sus latídos—Le dije a la bruja. Finn y Freya me miraron mal.
—Sígueme—Me hizo un gesto hacia la parte de atrás de la tienda.
—Dejame ir contigo—Dijo Freya. Asentí.Sophie me pidió que me recostara sobre una especie de mesa. Me advirtió que para hacer el hechizo necesita canalizar una gran fuente de poder que luego lo mantendría hasta que la bebé nazca, acepté a que usara mi poder híbrido apesar de las consecuencias. Segundos después ella dió comienzo al hechizo.
[…]
Abrí mis ojos al notar que tocaban la puerta. Me levanté de la cama envolviéndome en una bata y abrí la puerta encontrandome con Kol del otro lado de ésta.
—He pensado toda la noche en sí debía hacer esto o no pero si es lo que Klaus eligió pienso que es lo correcto—Dijo y me entregó la estaca de roble blanco—La econtré dentro del closet—Señaló la estaca en mis manos.
—Me complace saber que no sigues enojado conmigo, aunque no cambie las cosas entre nosotros. Pero preferiría que tú la tengas, dentro de una hora estaré en un avión rumbo a París y no me llevaré esa cosa conmigo, sabes—Volví a darle la estaca y él rió.
—Aún creo que eres una perra traicionera pero si necesitas hablar con alguien puedes contar conmigo—Dijo. Le sonreí a modo de agradecimiento—Recuerda que somos inmortales y que éste siempre será tu hogar sin importar que pase—Ambos reímos y él se volteó desapareciendo a lo largo del corredor.Cerré la puerta con delicadeza para dirigirme hacia el baño pero me detuve frente al espejo. Miré el collar en mi cuello, el collar de Klaus. No podía impedirle a mi hija que crezca sin el amor de su padre al igual que yo, no quería eso para ella. Quería que crezca rodeada del amor de su familia paterna.
Finn entró a mi cuarto lo que me hizo salirme de mis pensamientos. Volteé dandole la espalda al espejo.
—Supongo que este es el adiós—Dijo y extendió sus brazos para que lo abrazara.
—No—Me miró confundido—No iré a París—Continué con una sonrisa y él fue quien me abrazó.
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Protégeme ➳Klaus Mikaelson
Fanfiction"Puede llegar hasta a ser ilógico enamorarse de una bestia, pero volteó sin pensarlo dos veces y corrió a sus brazos." - - - - - - - - - - - - - - - - - - ⚠Los personajes pertenecen a The Originals, sólo los que no conozcan son míos. Algunas escen...