Capítulo 49.

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De seguro algo salió mal durante el hechizo, despertaré a Freya o Davina y...—Lo interrumpí.
Nik, no. La vida de Freya ya corrió demasiado riesgo y no quiero volver a lamentar la muerte de Davina—Dije.
Debe haber una forma de arreglar esto—Dió un paso hacia el frente quedando más cerca de mí.

Cuando más se acercaba él a mí el olor de su sangre invadía más mis fosas nasales. Mis ojos se tornaron oscuros y mis colmillos salieron involuntariamente. Le di la espalda intentando contener mi hambre, pero era una lucha que sabía que no iba a poder ganar.

Nik, vete—Le pedi en un hilo de voz.
—No lo haré, yo te metí en esto—Negó seriamente.
No quiero lastimarte, vete por favorInsistí pero él se quedó allí, de pie detrás de mi—¡Vete!Me voltee enseñandole mis colmillos.

Él dió unos pasos hacia atrás aún quedando lo bastante cerca de mi. Lo miraba con ganas de devorarlo de un solo bocado, mi pecho subía y bajaba agitadamente. Él sólo me observaba con calma, no tenía miedo.

¿Vas a quedarte ahí parado?Pregunté con arrogancia. Sentía un cambio en mi personalidad al convertirme.
Sé que no vas a matarme, en el fondo no quieres hacerloRespondió del mismo modo alzando ambas cejas.
Si supierasDije rodando los ojos.
Si vas a matarme, hazlo. No le temo a la muerte y lo sabes. Pero debajo de esta persona está la verdadera tú, la Emily que yo amoQuedó a unos pocos centímetros de mis labios.

Me tomó bruscamente por la parte posterior de mi cuello juntando nuestros labios. Mordí su labio inferior haciendo que algunas gotas de su sangre cayeran dentro de mi boca. Lo aparté mirandolo con picardía mientras él tocaba su labio con una mueca de dolor.

Con que así quieres jugarMarcó las venas en sus ojos.

Se lanzó sobre mí golpeandome en el rostro, lo aventé contra uno de los árboles. Parecía una pelea a muerte pero ninguno de los dos sentía dolor. Klaus no quería lastimarme pero en lo único que yo podía pensar era en beber cada gota de su sangre y eso lo ponía en desventaja.

Klaus se acercó a mí, lo patee en el rostro haciendo que caiga al suelo, lo tomé por el cuello de su camiseta acercandolo a mi boca. Alguien apareció poniendose en medio de nosotros y dandome la espalda, no lograba distinguir de quien de trataba. Lo tomé del cabello y lo mordí sin remordimiento.

—¡Emily, no!—Gritó Klaus a todo pulmón.

Regresé mis ojos a la normalidad llevando una de mis manos sobre mis labios al ver caer a Kol al suelo casi inconsciente. Dí algunos pasos hacia atrás negando con la cabeza. Klaus se puso a la altura de Kol tomando su cabeza entre sus manos.

Emily, vete. Lo único que no quiero presenciar es tu muerte, amorAlcanzó a decir.

Me largué de allí a una velocidad sobrenatural.

Klaus's pov

Tomé a Kol llevandolo hacia el interior de la casa. Aún estaba consciente pero demasiado débil. Lo recosté en el sofá de la sala. Mordí mi muñeca ofreciendole mi sangre.

Eso no va a curarme, Emily es un Creciente ¿Lo olvidas?Alcanzó a decir.
Cuando nos casamos fuimos unidos. Mi mordida no la mata, y suya tampoco a mi. Su sangre cura mi mordida y la mía la de ellaLe expliqué-Ahora bebelaAcerqué mi muñeca a su boca.
¿Qué es lo que le ocurre a Emily?Interrogó al acabar de beber la sangre.
Eso es lo que intento averiguarRespondí.

[...]

No se me hizo fácil conciliar el sueño, no dormí pensando en donde demonios había escapado Emily o por qué está actuando de ese modo al sentir sed.

Liv y el pequeño Finn entraron a la habitación con sonrisas en sus rostros. Corrieron hasta la cama recostandose junto a mi.

—Buenos días, papi—Dijeron al unisono.
—¿Cómo amanecieron mis pequeños diablillos?—Besé sus frentes.
—¿Dónde está mami?—Interrogó Finn. Liv me miró seriamente.
—No lo sé, cariño. No lo sé—Respondí pensando en donde debería estar—¿Qué tal si bajamos a desayunar? Desde aquí siento el aroma de los waffles de la tía Freya—Les sonreí a medio labio.

Bajé detrás de los niños hacia la cocina. Freya se volteó para saludar a los pequeños y luego enfocó su mirada en mí, le hice una seña y ella se acercó hacia donde me encontraba.

—Buenos días, hermano—Sonrió—Déjame adivinar, Emily no durmió aquí anoche y necesitas que la localice—Rió al final de la oración.
—Es más que eso—Hice una pausa—Algo salió mal durante el hechizo que la convirtió, ahora sólo se alimenta de sangre de seres sobrenaturales—Me miró sorprendida—Y la peor parte es que su humanidad se apaga al sentir hambre—Continué.
—Creo haber leído sobre eso en alguna parte. Dame tiempo, buscaré en los grimorios de Esther. Kol y Davina pueden ayudarme, tenemos a Jordana a nuestra disposición... Sólo ve por Emily, encuentrala y has lo que esté a tu alcance para que su humanidad no se apagué—Ordenó mi rubia hermana.
—No usen la magia de los niños. Dile a Elijah que los aleje de la magia, que los lleve a caminar por el bosque, no quiero que estén aquí cuando Emily regrese—Freya asintió.

Me monté en el coche dirigiendome hacia el Barrio Francés. No tardé más de quince minutos en llegar.

Inicié mi búsqueda en Rousseaus. Me acerqué a la barra preguntandole a Camille si sabía algo de Emily, esta negó haberla visto. Salí del bar y miré en dirección a nuestra casa. Caminé hacia la entrada, un rastro de sangre y cuerpos vampíricos me condujo hasta el interior. Dejando en evidencia la masacre que había sido protagonizada por Emily.

Emily's pov

Al sentir una presencia detrás de mí voltee mirando sobre mi hombro y pudiendo ver, no muy detalladamente, a Klaus.

—¿Vas a juzgarme por todo esto?—Le interrogué sin mirarlo.
—No voy a hacerlo, sé que tú no lo hiciste—Respondió.
—Sí lo hice. Siento el sabor de la sangre de cada uno de ellos, una y otra vez. Intenté morder a mi hija, Nik—Comencé a llorar.
—Escuchame, encontraremos una solución. Esto no va a quedarse así—Se puso frente a mí quedando a mi altura.
—Ten esto. Quiero que lo uses—Le entregué una daga.
—¿Esta es...?—Lo interrumpí.
—La daga que Kol creó...—Completé la frase—Funciona en mí—Proseguí.
—No voy a clavarte esto, amor. No podría—Negó.
—Quiero tener esa cosa en mi pecho hasta dejar de ser un monstruo...

Protégeme ➳Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora