Protégeme ➳Klaus Mikaelson

Capítulo 43.

—¿Dejaremos que Tyler gane? ¿Qué se apodere del Barrio Francés? ¿Permitiremos eso?—Les grité alterada.
—Marcel está muerto, si el puesto de rey no es ocupado por Klaus, Tyler lo tomará a la fuerza. No le importará nada más—Dijo Davina.
—No dejaré que Klaus se pudra junto al infeliz de Tyler y la mediocre bruja que lo respalda—Fruncí el ceño.
—No es sólo una mediocre bruja—Intervino Rebekah.
—Habla—Freya la miró seriamente.
—Conocemos a esa bruja, su nombre es Jordana. Y su don es robar y extraer magia de donde sea. La ví en tu mente, Em—Los ojos de Elijah se abrieron como platos.
—Pero Niklaus la asesinó en los años veinte—Opinó él sorprendido.
—Evidentemente es inmortal, Elijah. Y ahora es una mayor amenaza—Dijo.
—Me aseguraré de verla morir con mis propios ojos—Volteé dirigiendome hacia la salída.
—Emily, no es seguro que vuelvas ahí. Pueden asesinarte, piensa en Liv—Me pidió Elijah deteniendome por el brazo.
—Eso es justamente lo que hago, merece crecer junto a su padre y me encargaré de que así sea—Me safé de su agarre y salí de la casa.

Tomé rápidamente las llaves del coche y salí hacia el porche cerrando bruscamente. Elijah apareció frente a mi, me alejé de él intentando continuar con mi camino pero fue en vano.

—Emily, escúchame—Llamó mi atención a lo lejos. Volteé pesadamente.
—No vas a determe, no esta vez—Negué.
—Encontraremos otra forma, no dejaremos que ellos ganen, te lo aseguro—Se acercó a mí.
—¿Y en cuánto tiempo será eso? ¿En una semana? ¿En un año? ¿En un siglo? Tenemos una hija que criar, Elijah. Todo lo que estoy haciendo es por ella—Le dije.
—Lo siento, pero no dejas otra opción—Lo último que sentí fue como quebró mi cuello.

[...]

Me desperté sentandome sobre la cama, bajé hacia la sala encontrandome con todos reunidos. Entre ellos Damon, Stefan y su amiga bruja.

—Veo que ya despertaste—Dice Elijah haciendo que la vista de todos se enfocara en mí.
—Sí. Gracias por eso—Fui sarcástica—¿Qué hacen ellos aquí?—Pregunté mientras bajaba las escaleras.
—Necesitamos su ayuda—Freya se encogió de hombros.
—Aprecio que hayan viajado hasta aquí pero no quiero involucrarlos en esto—Miré a Damon, quien sólo sonrió.
—Sólo haré un hechizo. Ellas se encargaran del resto—Dijo la morena señalando a Freya y a Davina.
—Sé que tienen un plan—Las miré para que hablaran.
—Fingiremos nuestra muerte, ocultaremos nuestra ubicación mediante este hechizo. Si Tyler cree que todos los Mikaelson estan muertos nos dará ventaja para encontrar la forma de recuperar nuestra magia para sacar a Klaus de ahí, despertar a Mikael, y matarlos a ambos—Habló Freya.
—Ya que no tengo otra opción... Acepto—Me encogí de hombros y salí de la casa.

Comencé a caminar por el bosque hasta llegar a la banca, el lugar donde había estado por última vez antes de que Tyler me secueatrara. Me senté llevando las manos sobre mi cara, oí pasos a mis espaldas y volteé encontrandome con Damon.

—Creo que necesitas esto—Me extendió una cerveza y se sentó a mi lado.
—Te enviaron para que me convencieras de que el plan es lo correcto ¿No?—Le dí un sorbo a la cerveza.
—No me enviaron, pero ese plan parece ser la única manera—Sonrió de lado.
—Es fácil para ti decirlo...—Bajé la mirada.
—Lo amas, entenderás con el tiempo que es lo mejor—Sentí un fuerte dolor en mi abdomen.

Antes de poderle responder a Damon comencé a expulsar por mi boca lo que había comido en las últimas veinticuatro horas.

—Demonios—Maldijo el ojiazul para luego cargarme en sus brazos llevandome nuevamente a la casa.

[...]

Los meses pasaban cada vez más rápido, y el embarazo se complicaba con el correr de estos. Nada me dolía más que pasar por esto sin la compañia y el apoyo de Klaus. Se me hacía difícil dormir por las noches pero cuando finalmente lograba conciliar el sueño me despertaba entre un afónico grito al soñar que Klaus era asesinado por Tyler frente a mis ojos.

Un hechizo sobre nuestro anillo solar era lo único que nos respaldaba, ocultando completamente la ubicación de cada Mikaelson, incluída Liv. Davina y Freya seguían intentando hayar una forma de asesinar a Jordana para recuperar toda su magia.

[...]

—Es una preciosa niña—Dijo Kol entusiasmado.
—Voltealo—Davina rodó los ojos.
—Un precioso varón...—Se lo entregó a Elijah
—Es idéntico a Niklaus—Dijo con una sonrisa al sostener al niño por primera vez
—Dejame verlo—Le pedí.

Este obedeció y me dió al niño. Sonreí ampliamente al sostenerlo entre mis brazos. Lo apegué a mi cuello besando su frente y una lágrima brotó de mi ojo.

—¿Cuál es el nombre que escogiste?—Me interrogó Davina. Rebekah entró a la habitación cargando a Liv, quien recientemente había cumplido dos años.
—Su nombre es Finn—Les sonreí.

[...] (Cinco años después)

—¿Papá vendrá hoy, mami?—Interrogó Finn al acostarse como todos los días.
—Él no va a venir—Dijo Liv con enojo.
—¡Liv!—La regañé—Su padre estará aquí pronto, sólo hay que esperar—Besé la frente de ambos y salí de la habitación.

A Liv le enojaba el hecho de que su padre no esté junto a ella, pero cada noche antes de irse a la cama me entregaba un dibujo para él en caso de que regresara mientras ella dormía. Finn, por su parte preguntaba por él a diario, no sólo a mi. También a sus tíos. Pero ambos esperan su regreso más que a nada, al igual que yo...

[...]

—¡¡Tío Damon!!—Exclamaron Liv y Finn al unisono para luego salir corriendo hacia él.
—¿Cómo están mis pequeños traviesos?—Cargó a ambos en sus brazos trayendolos de nuevo hacia adentro.
—Lamento haber venido sin avisar—Se disculpó mientras dejaba a los niños nuevamente en el suelo.
—Niños, vayan a buscar al tío Kol, está en su cuarto—Obedecieron—¿Ocurre algo?—Le interrogué a Damon.
—Tengo un guapísimo vampiro castaño de ciento cincuenta años en el auto que quiere hablar contigo ¿Qué dices?—Alzó ambas cejas.
—¿Conmigo o con Klaus?—Me crucé de brazos.
—No quise ser tan directo, pequeña. ¿Él aún...?—Lo interrumpí.
—Sí—Respondí—Dile a Stefan que puede quedarse cuanto necesite hasta que Klaus regrese—Asentí.

[...]

Dejé a los niños en su cuarto y me dirigí al mío, pasando por la puerta del despacho de Klaus. No me había atrevido a entrar ahí en mucho tiempo, pero sin pensarlo dos veces abrí la puerta y entré. Recorriendo cada sector, observando cada cuadro, cada libro...

—¿No crees que sus vidas son mejores sin él? ¿Sin enemigos?—Me interrogó Stefan sacandome de mis pensamientos.
—Somos una familia, con o sin enemigos. No hay una mejor vida si la familia no está completa—Le respondí seria.

Se acercó más a mi quedando demasiado cerca de mi rostro, miró mis ojos y luego bajó a mis labios. Comenzó a acortar la distancia lentamente.

—No...—Me alejé unos cuantos centímetros.
—Lo siento, yo creí que...—Lo interrumpí.
—No, Stefan. No te disculpes, es sólo que yo aún lo amo a él, jamás quise que confundieras las cosas. Yo lo siento—Me disculpé negando con la cabeza.
—Oye, Em—Entró Rebekah sonriente—Oh, lo siento. No sabía que Stefan estaba aquí—Bajó la mirada.
—¿Qué ocurre?—Le interrogué.
—Lo tenemos, tenemos el hechizo. La forma para traer a Nik de vuelta...