Capítulo 45.

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Tengo algo que enseñarte—Le dije a Klaus al separar nuestros labios.

Cargué a Finn en mis brazos y tomé la mano de Klaus subiendo las escaleras lentamente.

Esperame aquí—Le dije al detenernos frente al cuarto de Finn.

Dejé a mi pequeño en su cama y salí nuevamente, dirigiendome con Klaus hacia mi habitación.

Ya entiendo hacia donde va esto—Sonrió de lado recostandose sobre la cama.
No tan rápido. Le prometí esto a Liv primero—Me dirigí hacia una de las estanterias y le entregué la pila de dibujos—Debes ponerte al corriente—Sonrío antes de tomarlos entre sus manos.
¿Ella los hizo?—Interrogó al ver algunos.
Así es, son para ti—Sonreí.
¿Todos estos?—Me miró sorprendido.
Hacia uno cada noche antes de irse a la cama en caso de que tú volvieras mientras estaba dormida. Ha sido así los últimos tres años—Le expliqué. Él continuó observando los dibujos.
Me pasaba horas imaginando como sería su rostro luego de tantos años, si se parecía más a ti o a mi, cual sería su nuevo juguete favorito...—Sus ojos se tornaron cristalinos.
Nik, ya estás aquí. Regresaste. Nadie va a separar nuestra familia ahora—Posicioné mis manos en sus mejillas delicadamente.
Jamás podré recuperar el tiempo perdido, porque nosotros somos inmortales pero ellos no—Negó con la cabeza.
Si te aferras al pasado te perderás lo que pasa ahora, lo que pasará mañana. Su infancia, su adolescencia. Lo que nuestros padres nos quitaron a nosotros no se los quitaremos a ellos...

Klaus's pov

Me levanté de la cama con delicadeza para no despertar a Emily y me dirigí hacia la habitación de Liv. Abrí la puerta unos centímetros. Algunos rayos de sol se asomaban por la ventana iluminando su rojiza cabellera, podía oír los tranquilos latídos de su corazón. Sentí la presencia de alguien a mis espaldas, volteé encontrandome con Rebekah.

¿La cuidas de los monstruos del armario?—Preguntó con una sonrisa. Reí.
No pude evitarlo, esperé demasiado tiempo para poder ver su rostro—Bajé la mirada.
¿Y tú como te sientes? Después de lo que pasaste en ese sótano debes estar abrumado con todo esto. Finn, la muerte de Marcel...—La interrumpí.
¿¡Qué!?—Mis ojos se abrieron como platos.
¿Emily no te lo dijo?—Hizo una pausa—Tyler mató a Marcel. Él salió a buscarte el día que te secuestraron, fueron por él pero llegaron tarde—Aparté rápidamente una lágrima que recidía en mi ojo. Rebekah se acercó más a mí abrazandome—Lo siento tanto, Nik—Dijo en mi oído.

Bajé hacia la cocina donde Freya, Kol y Davina se encontraban desayunando. Minutos después Emily llegó junto a Finn, Elijah y Stefan.

De un instante al otro todos guardaron silencio, no entendía por qué, me di la vuelta. Su vista se conectó con la mía a los pocos segundos. Comencé acercarme a ella, que me observaba extrañada. Me agaché quedando a su altura, dió algunos pasos hacia atrás sin apartar su mirada de mi.

—Hola, hija—Le dije con una sonrisa.
—¿Puedo desayunar en mi cuarto, mami?—Se acercó a Emily ignorandome por completo.
—Claro que sí, cariño—Asintió ella. Emily me miró sólo encogiendose de hombros.

A los minutos me dirigí hacia su cuarto junto al pequeño Finn, golpeé la puerta aunque estaba abierta.

—¡Finn!—Protestó Liv—Te dije que te alejaras de mis pinturas—Finn bajó la mirada apenado y salió del cuarto.
—Hey, no debes hablarle así a tu hermanito—Se cruzó de brazos mirandome con el ceño fruncido.
—Arruinó mi pintura—Dijo desanimada.
—Puedes arreglarla, y te aseguro que quedará aún mejor—Le sonreí.
—Mamá me dijo que tú también pintas—Me miró con inocencia.
—Hace muchos años que no pinto—Encogí mis hombros. Liv tomó un pincel, y se acercó a mi.
—Ten—Dijo y me entregó el pincel. Sonreí de lado dejando unas galletas junto a un vaso de leche sobre la mesa de noche.

Me acerqué hacia el pequeño caballete arrodillandome junto a ella para quedar a su altura. De a ratos volteaba mi vista hacia ella quien no apartaba la mirada del lienzo. Un ave color azul vibrante se posó en la ventana captando su atención.

—Es muy bonito—Dijo acercandose lentamente a la ventana. Imité su acción.
—Oh, tiene una de sus alas lastimada—Tome al pájaro entre mis manos—¿Creés que podamos curarlo?—La miré.
—No le digas a mi mamá—Hizo una señal de silencio con su dedo—Ella no nos deja usar magia sin la supervisión de la tía Freya—Extendió sus manos y cerró los ojos. Segundos después el ala del ave estaba curada.
—Tienes unos poderes extraordinarios, pequeña brujita—La mire orgulloso.
—Quiero ver los tuyos—Dijo convencida.
—No creo que sea una buena ide...—Me interrumpió.
—Será nuestro secreto—Sonrió inocentemente.

Torné mis ojos dorados marcando las venas al rededor de estos, entre-abrí mis labios dejando a la vista mis colmillos. Oía el corazón de Liv latir más rápido. Posicionó su mano en mi mejilla mirandome con dulzura, volví mis ojos a la normalidad.

—No quiero ser como tú—Me dijo algo asustada, se apegó a mi pecho.
—No lo serás, cariño... No voy a permitirlo—Sonreí haciendo movimientos circulares en su espalda.

[…]

Emily's pov

Ver a Finn sobre el regazo de Klaus mientras Liv, a su lado, le enseñaba más de sus dibujos hacia que todo lo malo desapareciera por completo.

—Liv, Finn, a la cama. Ya es tarde—Llamé su atención desde el umbral de la puerta.
—Sólo cinco minutos más. Quiero que Klaus vea mis dibujos—Negó Liv con la cabeza.
—Ibamos a jugar a las escondidas, papi—Finn lo miró con tristeza.
—Te prometo que veré los dibujos y mañana jugaremos a lo que tú quieras pero deben hacerle caso a su madre ¿Sí?—Dijo Klaus y besó sus frentes.
—Vayan a saludar a sus tíos y ponganse el pijama, subo en un momento—Liv asintió y se dirigieron hacia la escalera.
—Son increíbles—Dijo Klaus.
—Sí, son unos niños maravillosos—Sonreí—Veo que Liv aún sigue llamandote "Klaus"—Me crucé de brazos.
—No quiero presionarla, soy un desconocido para ella, no pretendo que me llame "papá" aún. El momento llegará cuando ella esté lista—Respondió.
—Debo ducharme ¿Por qué no subes y los acuestas por mi?—Le sugerí.

Klaus's pov

Dejé a Finn en su cama, este me abrazó por el cuello para luego acostarse y cubrirse con las mantas. Salí de su cuarto hacia el de Liv.

—Creo que ya es momento de dormir—Le quité suavemente su cuaderno y lapices.
—¿Estarás aquí cuando despierte?—Me interrogó seria.
—No volveré a irme, te lo prometo—Besé su frente. Caminé hasta la puerta de la habitación.
—Hasta mañana, papá—Me quedé perplejo. Volteé observandola.
—Descansa, hija—Salí del cuarto cerrando la puerta detrás de mí.

Me serví un vaso de Bourbon y me puse de pie frente al lienzo. Había pasado tanto tiempo que se sintió raro dar el primer trazo, a los minutos mi mente hizo de las suyas dando rienda suelta a mi mano junto al pincel. Stefan se apareció por la puerta interrumpiendome.

—Creí que aún tenías algo de dignidad como para irte por la puerta en una sola pieza—Le dije sin mirarlo.
—Si he venido aquí es porque necesito tu ayuda, Klaus—Entró en el despacho parandose junto a mí.
—No voy a ayudarte, Salvatore. Yo ya saldé mis cuentas contigo—Lo miré serio. Apartó el cuello de su camiseta hacia abajo dejando a la vista una herída en forma de cruz.
—Necesito que me digas como deshacerme de esto—Señaló la herída.
—La cazadora...—Dije por lo bajo—¿Alguien aquí lo sabe?—Pregunté.
—No—Negó.
—¿Por qué lo ocultaste?—Le interrogué sorprendido.
—No quería seguir lastimando a Emily—Respondió. Lo fulminé con la mirada—De veras la quiero Klaus—Continuó.
—Te ayudaré, pero espero por tu bien que no te acerques a mi esposa. De lo contrario yo mismo traere a Rayna Cruz aquí para ver con mis propios ojos como te patea el trasero—Le advertí.
—No tengo intenciones con Emily pero sé que tu ayuda me costará, así que ya me adelanté a eso—Levantó un pequeño contenedor en su mano con un líquido rojo en su interior.
—¿Vas a pagarme con sangre?—Reí.
—Esta es la cura para vampirísmo, Klaus...

Protégeme ➳Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora