Capítulo 5.

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Mikael sólo se río, no sé si ante  el comentario de mis hermanos o ante el pánico que expresaba mi rostro. Emily volteó a verme confundida.

—Vete, no quiero involucrarte en esto—Le dije tomándola del brazo y mirándola a los ojos.
—No cuentes con eso Nik—Me respondió y se soltó de mi agarre.
—¿Nik? ¿Por fin encontraste a alguien que te quiere sin saber la bestia que eres?—Nos interrumpió Mikael. Emily se adelantó unos cuantos pasos quedando mas cerca de mi padre.
—¡Emily, no!—Le grité. Me dispuse a ir por ella pero Elijah me detuvo.
—Se lo que hago. Confía en mi—Dijo mirándome por sobre su hombro.

No se me hacía fácil confiar en las personas y ella no era una excpepción, pero aún así dejé que Emily prosiguiera con lo que iba a ser una muerte segura para ella y así ya no tener que cuidarla como una niña indefensa, de todas formas temía por lo que Mikael podía hacerle y no podía impedir que algo malo suceda.

Emily's pov

Extendí mis ambas manos hacia adelante, donde el tal Mikael se encontraba y comencé a recitar un hechizo que le provocaba un fuerte dolor de cabeza, esto lo detenía y nos daba el tiempo suficiente para escapar. Mikael parecía resistirse al hechizo, como si fuera inmune a él, de un movimiento con mi mano derecha quebré su cuello y este quedó totalmente inconsciente. Al terminar ese hechizo noté que mis fosas nasales sangraban, lo limpié con mi puño, Klaus y Elijah recogían el incosciente cuerpo de Mikael.

Mientras ellos depositaban a su padre en el maletero del auto yo fui por mi maleta. Rebekah y Klaus hipnotizaron a los presentes del evento a que olvidaran lo que había sucedido.

—Bienvenida a la dramática familia Mikaelson—Me dijo Rebekah para luego subirse al auto. Una pequeña risa se escapó de mis labios.

Al llegar a la casa Klaus arrojó el cuerpo de Mikael a un antiguo sótano y me pidió que cerrara la puerta con un hechizo, canalicé a Elijah para que sea casi imposible cruzar dicha puerta.

Me dirigí hacia la que ahora es mi nueva habitación para organizar mi ropa y mis cosas. Luego fui al baño para darme una ducha, al abrir la puerta me encuentro con Klaus semi-desnudo secándo su abdomen con la toalla.

—Lo siento, no sabía que estabas aquí—Dije arrepentida y me volteé para irme.
—No te disculpes—Respondió luego de determe por el brazo y quedar muy cerca de mis labios.
Tiró de mi brazo adentrándome por completo en el baño, luego cerró la puerta. Mis manos quedaron sobre su pecho y las suyas en mi cintura. Comenzó a besar mi cuello.
—Niklaus,no—Dije empujándolo.
—Solo quiero agradecerte lo que hiciste por mi hoy—Dijo con la respiración alterada e intentó quitarme la blusa.
—No lo hice solo por ti, lo hice por Elijah, Rebekah y también por mi. Si quieres agradecerme solo dime gracias, avísame cuando desocupes el baño—Y sin más, me largué de allí dejando a Klaus solo en el baño.

Valoraba y agradecía el hecho de que los Mikaelson me hayan aceptado en su casa y que Niklaus no me haya asesinado cuando tuvo la oportunidad pero no iba a ser el juguete sexual de Klaus, la brujita personal de Elijah y tampoco la cómplice de Rebekah, después de todo yo no le debo nada a ninguno de ellos.

Miéntras iba hacia mi habitación vi abierta una puerta que nunca antes había notado, ese cuarto era un desastre, un enorme mueble de madera oscura tirado en el suelo al igual que millones de libros. Apartado en un costado sobre la mesa se encontraba un gran libro, las hojas tenían un color amarillento debido a la antigüedad de este, estába abierto de par en par y comenzé a leer lo que decía. Klaus se apareció por el umbral de la puerta.

—No debes estar aquí, Emily—Dijo algo furioso.
—No podías negarme lo que soy por siempre Niklaus—Le respondí de la misma manera. Él se acercó a mi pero lo detuve con un hechizo de limitación.
—Te proteges de mi bajo un tonto embrujo, eres débil—Dijo intentando golpearme.
—¿Yo soy débil? Tu fuiste quien pudo matarme y no lo hizo, creo que el débil de la habitación eres tu—Respondí con enojo.
—No dudes que cuando vuelva a tener la oportunidad lo haré—Dijo él entre dientes.
—No si activo mi maldición—Y pude ver como la expresión de su rostro cambiaba de enojada a preocupada.
—¿Que ocurre Niklaus?—Nos interrumpió Elijah.
—Nada, solo una lección de vida para tu hermano—Le respondí, deshice el hechizo de limitación y me largué de ese cuarto.

Giré el grifo del agua caliente y la regulé con la fría, me adentré en la ducha. Sentía como el agua tibia recorría mi cuerpo, unos cuantos minutos después salí de la ducha, me envolví en una bata de toalla y me dispuse a cambiarme. Sentía pequeñas ventiscas detrás de mi.

—¿Klaus? ¿Eres tú?—Interrogué al aire. Al ver que nadie respondía comenzé a preocuparme. Una figura algo familiar se presentó justo frente a mi unos segundos después. Se trataba de Mikael.
—No, no soy Niklaus. Emily ¿Cierto?—Me dijo con una arrogante sonrisa en su rostro.
—¿Cómo lograste burlar ese hechizo?—Le interrogué confundida y sorprendida al mismo tiempo.
—Verás querida Emily, yo estoy en este mundo para exterminar a las bestias de mis hijos y al bastardo de Niklaus. Mi esposa me ayuda con mi tarea y aunque tu tengas el poder de más de diez siglos de brujas ella es una bruja original y posee mucho más poder que tu—Respondió y antes de que pudiera decirle otra cosa se lanzó sobre mi y bebió de mi cuello hasta dejarme inconsciente.

Klaus's pov

Fui hacia el cuarto de Emily para que fuera a cenar, al ver que no me abría entré pensando que no quería abrirme por la pelea que habíamos tenido anteriormente pero no encontré rastro de ella, me dirigí hacia la puerta del sótano y esta se encontraba totalmente abierta. Caminé con furia hasta mi despacho, tomé la estaca de roble blanco y fui a pedirle a Davina que la localizara con un hechizo. Luego de minutos de súplicas Davina accedió y yo fui tras Mikael para salvar a Emily, Elijah se me unió.

—Dame la estaca si no quieres que ella muera—Esas fueron sus palabras. Emily me miró con miedo.

Protégeme ➳Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora