Protégeme ➳Klaus Mikaelson

Capítulo 18.

El dolor era indescriptible, sentí como cada partícula de mis huesos se rompía y como unos colmillos se hacían presentes en mi boca. Luego de miles de gritos de dolor levanté la cabeza y vi a Finn frente a mi.

Klaus's pov
(Minutos antes)

Pasábamos por el bosque cerca del pantano cuando comenzamos a oír gritos. Nada nos confirmaba que fueran de Emily pero no perdíamos nada con revisar. Le propuse a Finn separarnos, él asintió y tomamos caminos diferentes.

Luego de unos minutos de caminar sin ningún rumbo me encontré un vampiro muerto con una especie de estaca clavada en su corazón y a su lado uno inconsciente que comenzaba a despertar. Introduci mi mano en el pecho de este y le arranqué el corazón de un movimiento. Levanté mi vista y divisé a Finn con una expresión de miedo inmensa y más abajo el suelo lo que parecía ser una chica.

—Finn vete de aquí ¡Ahora!—Le grité a mi hermano.

La chica se volteó mirándome sobre su hombro con unos ojos dorados que brillaban en la oscuridad del bosque. Se trataba de Emily. Ésta comenzó a quejarse de dolor, segundos después acabó su transformación y Emily adoptó la forma de un lobo negro con enormes colmillos y se puso frente a mi.

Marqué las venas a rededor de mis dorados ojos y enseñé mi dentadura híbrida. Comencé a luchar con ella y esta se defendía intentando morderme, la lancé contra un árbol y caminé hacia donde se encontraba quedando frente a ella mirándola directamente a los ojos, en una fracción de segundo quedó totalmente inconsciente.

Emily's pov

Abrí los ojos lentamente al sentir la luz del sol dar directamente en mis parpados. Miré a mi al rededor y me encontraba en un cuarto prácticamente vació, me puse de pie y giré sobre mis talones encontrándome con un cuerpo disecado, se trataba de la ahora vampiro, Esther. Sabía que me encontraba en la casa Mikaelson pero no recordaba como había llegado allí y por qué me encontraba totalmente desnuda.

—¡Niklaus!—Grité apegando mi cara a la puerta que se encontraba cerrada. Pero nadie respondió—Sácame de aquí—Volví a gritarle y pude oírlo aproximarse a la puerta.
—No te perdonaré lo que hiciste—Abrió la puerta, me empujó y caí sobre el cuerpo vampírico se su madre. Segundos después me arrojó ropa y me vestí.
—¿Y qué querías que hiciera? ¿Qué dejara que esos vampiros me asesinen?—Le pregunté alzando la voz.
—No debiste hacer eso—Dijo como si no le importara que casi me asesinan.
—No tenía otra opción-Le dije entre dientes—Estaba ahí por qué tu escogiste desconfiar de tu hermana sobre la tal Dahlia y te encerraste en tu cuarto con tus estúpidas pinturas mientras a mi me golpeaban y me secuestraban—Grité mirándolo de frente.
—Tu mataste a una persona, ahora eres una bestia y mi familia corre peligro—Su voz fue firme pero su rostro expresaba nerviosismo.
—¿Y tu cuantas personas haz matado? Tu eres igual de bestia que yo en todo caso—Arrojé el cuerpo de Esther frente a él—¿Tu familia corre peligro? ¡Ahí tienes a tu familia y mira lo que le haz hecho! Haz matado a tu padre y convertiste a tu madre en un vampiro para luego arrojarla a un cuarto abandonado—Continué. Él se quedó perplejo—Y que te quede clara una cosa. Yo seré una abominación pero sé distinguir muy bien quienes son los amigos y quienes son los enemigos, algo que tu no sabes diferenciar, señor de las dagas—Fui sarcástica al final de la oración y salí del cuarto, pudiendo oír como Klaus golpeaba la puerta de esta con su puño.

Sabía que él hablaba en serio cuando dijo que no me perdonaría haber activado la maldición, yo misma no podía creer que asesiné a alguien y ahora debía alimentarme de vampiros para no morir de hambre. No quería continuar viviendo en esa casa sabiendo que podía matarlos.

Luego de tomar un largo baño me contacté con Marcel, necesitaba hablar con él. Luego de algunos tonos este respondió el teléfono y me dijo que lo vea en Rousseaus. Llegué al bar y vi a Marcel disfrutando de un vaso de bourbon.

—Pero si es la lobita mata vampiros—Dijo al verme y luego se rió.
—Como corren los rumores en esta ciudad—Tomé un vaso y me serví bourbon.
—Klaus me lo dijo. Realmente está molesto—Me mira y yo lo miro.
—Poco me interesa lo que él piense—Mentí—Sé que no tienes una buena relación con los licántropos en New Orelans pero de seguro saben donde están—Continué.
—¿Qué tramas Emily?—Preguntó con una sonrisa de lado.
—Quiero irme de la casa Mikaelson...

Klaus's pov

Debía pensar en una forma de proteger a mi familia de Emily o de encontrar alguna especie de cura para su mordida. No quería deshacerme de ella, ya lo intenté una vez y no pude, tampoco podría volver a intentarlo. Pero de una forma u otra tenía que alejarla de nosotros.

Mis hermanos no se encontraban en la casa por eso me sorprendió oír pasos de tacones en la planta baja, por un momento creí que podía ser Emily pero esa idea desapareció al asomarme y ver a una mujer de edad de cabello negro.

—Niklaus ¿Estoy en lo correcto?—Dijo la mujer al verme—Baja, quiero que hablemos—Sonrió.
—¿Quién demonios eres tu?—Le pregunté aún desde arriba.
—Tu tía Dahlia ¿No es obvio?—Responde. La miré confundido.
—¿Cómo entraste aquí?—Bajé por las escaleras.
—Eso no es lo importante. Vine por la brujita que se atrevió a desafiarme. Las malas lenguas dicen que vive aquí—Dice.
—N...no sé de que hablas—Tartamudeé nervioso.
—Me encargaré de refrescar tu memoria—Me tomó del brazo bruscamente reproduciendo rápidamente cada momento que Emily y yo estuvimos juntos. Me safé de su agarre.
—¿Por qué ahora la buscas a ella?—Le pregunté mirándola serio.
—Digamos que ella podría brindarme mucho más poder que Freya. Realmente es poderosa—Responde haciendo un ademan con la mano.
—¿Si la busco y te la entrego la alejarías de aquí para siempre?—Volví a preguntarle no muy seguro.
—Claro, si es eso es lo que deseas—Sonrió complacida.
—Te ayudaré, cuenta conmigo...