XXIV

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—Tommy busca a Briant, el esta con Robert— ordenó Verónica con prisa.

—Está bien Verónica— asintió Tommy entrando al lugar.

Verónica fue detrás de Tommy, a buscar a Briant, pero cuando llegaron ya era tarde, Robert había desaparecido dejando a Briant a su suerte. Cuando llegamos el estaba peleando con un borracho lo algo era algo predecible, ambos se estaban dando varios puñetasos a la vez, en ese momento Tommy intentó detener la pelea, pero las cosas se habían puesto feas, Verónica no supi que hacer en ese momento, todos los hombre que estaban ahí comenzaron a romper sillas y a empujarce golpeandoce entre si, también había varias mesas y sillas quebradas, uno de esos ebrios la tomó de la cintura por sorpresa, ella intentó safarme de su agarre, vio la pata rota de una silla la trató tomar, luego que ella la tenía agarrada le dio con ese trozo de madera en la nariz de aquel hombre que apestaba a alcohol, esté cayó directamente inconsciente al piso, trató de caminar lo mas rápido posible en medio de aquel desorden hasta donde estaban Tom y Briant, había un hombre que tenia a Tom sujetado por el cuello, Verónica inmediatamente no soportó ver eso y tomó  una botella y se la rompió en la cabeza, de inmediato aquel hombre soltó a Tom y trato de abalanzarce sobre ella, pero en ese mismo instante Tom lo término de noquearlo dandole con un tuvo en la espalda y este calló a suelo retorciendose de dolor.

—¡Ya Basta!— gritó la pelirroja en medio del desorden, pero nadie la escuchó, en ese momento se escuchó el sonar de un disparo de una pistola y todos se pusieron alerta al haber escuchado aquel sonido.

—¿¡Hasta cuando piensan seguir tratandose como si fueran unos animales!?— exclamó Robert, mientras guardaba su pistola en el bolsillo izquierdo de su pantalón.

De inmediato, todos dejaron de hacer desorden y algunos de los que estaban ahí, se fueron excabullendo poco a poco hasta que solo quedamos los que trabajamos en este lugar, de inmediato fui a buscar a Tom el cual llevaba sujetado a Briant de su hombro, Tommy tambien tenía unos cuantos moretones y un poco de sangre salía de sus labios, pero lo importante es que le quedaba suficiente fuerza para caminar y llevarse a Briant para su casa.

—Gracias Robert, por detener este desastre y menos mal que los chicos no salieron tan heridos.

—De nada, pelirroja hermosa— dijo el guiñandome uno de sus ojos.

Yo sólo corrí hasta en donde estaban Briant y Tommy e ignoré ese gesto que me hizo aquel hombre.

—Chicos, ¿están bien?— pregunté.

—El hecho de que estemos vivos, ¿cuenta?— dijo Tom sarcasticamente.

Yo solté una risita cuando dijo eso.

—Para mi si lo es— le dije mientras lo miré a sus oscuros ojos.

—Pues, estoy bien Verónica— dijo el poniendo su mano en mi mentón.

—Vallanse a casa, yo tengo mucho que limpiar en este lugar— dije mirando a mi alrededor.

Tommy asintió y salió con Briant, el con ayuda de Robert, subieron a Briant en el caballo en el que Tom y yo llegamos.

Yo sólo me despedí de ellos haciendo un ademan, admito que estoy muy cansada y mejor fui a olganizar un poco, con la ayuda de las demás meseras organizamos una parte de el desastre causado, pero mañana continuaremos limpiando todo esto.

***

—Briant te llevaré a casa amigo— Le dijo Tommy.

Mientras que Briant le daba una mirada de confución. 

La Chica Del Violín [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora