XVI

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Llego a la cantina y busco entre todos estos ebrios a Tom, pero escuché como Robert, me llamaba y no me quedó de otra que ir hacía donde el estaba sentado esta vez me pareció extraño que no estuviese fumando pero si estaba tomandose un trago.

—¡Hey Briant! Ven acá muchacho— dijo haciendome una seña con su mano de que fuera hacía el.

—Hola Robert, ¿Cómo estás?

—Estoy bien. Ahora sólo sientate— dijo con un tono muy pacífico y sonriente a la vez.

—Está bien— asentí mientras tomaba asiento.

—Sabes Briant, para mi toda la vida me has parecido un buen muchacho y no me gustaría que nada malo te pase porque yo llegué a conocer a tus padres.

—Mis...padres— balbucee.

—Sí, aun recuerdo aquella vez cuando llegaron, eras apenas un chiquillo de enormes ojos verdes y pelo alborotado— dijo con aire de nostalgia mientras reía un poco.

—Yo no los recuerdo, osea no recuerdo como era el rostro de mi madre.

—Ah, Sarah tu madre era una mujer hermosa y tu padre David un hombre que amaba a su mujer, sólo lamento la tragedia que ocurrió después—  dijo mientras me ponía una mano en mi hombro.

—Ehmm...si, está bien.

De repente se escucha un escandalo y veo que unos de los borrachos estaba atacando a una de las meseras.

Me puse de pié inmediatamente y fui a parar esa violencia, pero cuando veo, era a Verónica a quién golpeaba aquel cerdo y Tommy que estaba mas cerca se aproximó y le dio un puñetazo a aquel tipo dejandolo inconsiente tirado en el piso, mientras que el agarra a Verónica y la lleva hacía afuera, y yo sólo voy detrás para percatarme que todo este bajo control y no lo quieran atacar otravez.

—¿Te encuentras bien Verónica?— preguntó Tommy tomandola del rostro.

—Sí..solo creo que ese maldito me rompió la nariz— respondió ella mientras ponía sus manos en su nariz y una linea de sangre bajaba de su rostro.

—Ehmm...no se por qué sigues trabajando aquí  teniendo que soportar todo el maltrato de estos malditos borrachos.

—Es que no tengo a donde ir,  a qui vivo y trabajo— dijo la pelirroja con lágrimas en sus ojos.

—Lo digo por como te tratan en este lugar y tampoco me gusta ver como maltratan a las mujeres.

—Gracias Tommy— asintió con tristeza.

En ese momento me sentí incómodo y no supe que hacer, pero como ya estaba cerca no quise ser impertinente y... De igual forma quise saber cómo estaba Verónica— pensé mientras rascaba mi nuca.

—Hey Verónica estás bien— pregunté.

—Si Briant, gracias Tommy por salvarme.

—Está bien pero promete que la próxima vez no dejaras que te golpeen de nuevo— dijo Tom mientras la tomó de su mentón, miandola a los ojos.

—Está bien— susurró ella.

—Ay Verónica, tu nariz se ve mal debes curarte— dije mientras ella solo bajo su rostro y volvió a mirar a Tommy.

—Tommy la llevó a su cuarto para que se cambiara su vestido ya que lo tenía rasgado y debía curar la herida en su nariz.

Yo olvidé mi conversación con Robert hace un momento y volví para que me siguiera contando sobre mis padres.

—Lo siento Robert es que no tolero este tipo de problemas con Tom ni mucho menos el maltrato que le dan a las pobres meseras.

—Está bien muchacho ¿y a cual fue la mesera que agredieron?— preguntó.

—Fue a una pelirroja llamada Verónica.

—Ah, la mesera mas sencilla y  decente de aquí y si se puede decir la única, porque las demás tienen complejo de zorras. Hasta creo que la pobresita aun es virgen— dijo mientras reía un poco.

—Ehmm...Robert seguiremos charlando luego que debo irme ya que tengo trabajo mañana.

—Está bien, cuidate bien.

Luego volvió Tom y salimos de aquel lugar dirijiendonos a nuestras casas después de presenciar tal escena.

La Chica Del Violín [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora