—Mirate Astrid, estás hermosa, tu tienes unos encantadores ojos color gris o celeste... es como si tuvieras ambos colores a la vez.—Gracias, a Briant le encantan mis ojos y a mi también me atraen los suyos.
—Su amor es tan lindo e inexplicable que me da una especie de rara nostalgia— Suspiró la pelirroja.
—¿por qué?
—Es Tommy... como ya te había contado, hace un buen tiempo que el me gusta y... creo que nunca se va a fijar en mi.
—No digas eso Verónica, se que tu le atraes a Tommy, aunque no lo conozco bien, yo tengo ese presentimiento, además eres una chica hermosa que tiene unos ojos color esmeralda y un cabello que se bajo la luz parece fuego.
—Gracias Astrid, y no te equivocas con eso, mi cabello bajo el sol parece fuego, pero... No lo sé, si fuese cierto que yo le pareciera atractiva, supongo que ya el se hubiera animado a dar el siguiente paso, así que no me queda de otra mas que aceptar el hecho de que solo me quiere como amiga.
En ese momento la violinista se levantó de la silla en la que estaba sentada y le puso una de sus manos en uno de los hombros de Verónica, en señal de consuelo.
—Pues... dejemos de hablar sobre los chicos por un momento, quiero ver como tocas el violín.
—¿Deberas?
—Sí— asistió Verónica.
—Está bien.
Astrid tomó su instrumento y se lo colocó como debía. Empezó a tocar su violín, y Verónica sentía como su corazón palpitaba de una manera extraña haciendola sentir una especie de nostalgia y no pudo evitar pensar en Tommy, mientras que escuchaba atentamente a la chica del violín.
—Ehmm, ¿que tal te parecería tocarlo frente a otras personas?— preguntó después que Astrid había terminado su hermosa melodía.
—Hmm no lo sé, nunca he tocado para otras personas, solo tocaba para Briant y para ti, pero sólo fue por que me lo pediste.
—Estaba pensando proponerte tocar esta noche en el bar, recuerda que Briant estará ahí, de seguro le gustará el hecho de que le muestres tu hermoso talento a los demás.
—Lo pensaré, y mas tarde te daré la respuesta.
—Está bien, lamento dejarte, es que tengo trabajo que atender y no puedo descuidarme por mucho tiempo, o si no me regañaran, pero si necesitas algo no lo pienses dos veces para llamarme.
—Lo haré, y gracias por ser buena conmigo, yo nunca había tenido una amiga.
—Pues ya la tienes y te aseguro que puedes contar conmigo para lo que sea.
—Está bien.
—Oye... yo espero ser la madrina de tu boda y que sea pronto, se le nota a Briant lo impaciente que está
—Yo quiero lo mismo— dijo soltando una risita por lo que dijo Verónica de Briant.
—Pues... te dejo Astrid, debo regresar al trabajo.
***
El día iba avanzando rapidamente; pero sentía como si fuese una eternidad sin mi amada, no veo la hora en que ocurra nuestra boda y que seamos felices, talvez mas tarde tengamos hijos para hacer mi vida aun mas feliz. El trabajo parecía ser mas agotador de lo normal, pero no me importaba, ya que estaba acostumbrado.
Al salir de la herrería espere a Tommy para irnos, pero antes debo ir a recoger a mi prometida, espero que ella y Verónica se hallan llevado bien cosa que no dudo por que Verónica es muy dulce y bastante amable.
—Tommy, vamonos amigo.
—Esperadme.
—Tom, antes de irnos de largo a nuestras casa, quiero que me acompañes a buscar a mi prometida.
—Ah, No hay problema— dijo el en seco.
—¿Sucede algo?
—No ¿por qué?
—Es que desde que te presenté a mi prometida, tu actitud cambió repentinamente esta mañana.
—Que cosas dices Briant, ¿de donde sacaste eso, viejo?
—Olvidalo..
Continuamos caminando hasta el bar, pero mientras nos dirijiamos hacia allá, ninguno de los dos había dicho nada, hasta que Tommy rompió el silencio con una pregunta.
—Briant... ¿Cuando es la fecha de tu boda?
—Aún, no lo sé, debo hablarlo con mi prometida.
—Ah, entiendo.
—¿Y tu cuando aceptarás a Verónica?
—Eso... no lo sé, no estoy seguro de sentir amor por ella, entiendo de que aparte de bonita es una buena amiga.
—Tom, tu y yo sabemos que ella no te mira como amigo, tu sabes bien que desde hace un buen tiempo ella siente algo por ti, yo se que en el fondo ella también te gusta, solo que tu te niegas a aceptarlo, talvez por no arruinar la amistad.
—Ni yo mismo sé, por qué no he tomado esa desición con ella— dijo soltando un súspiro.
***
—Hola Astrid, tomé un momento libre para ver como estabas, mandé a alguien para que te trajera algo de comer.
—Si, ya ví, gracias.
—No hay problema, mira... ya Briant está por llegar, lo sé porque mas o menos a esta hora pasan por aquí a descansar de vez en cuando, pero hoy sé que obviamente vendrá por ti.
—Ah, que bien— dijo esbozando una sonrisa— Verónica, acepto tu propuesta, si quiero tocar para la gente hoy.
—¡Oh!, que bien.
—Si— asintió con su violín en mano.
—Pues ven, ya luego te anunciaré— dijo ella y la violinista asintió y la siguió hasta el lugar en donde algunas personas cantaban o querían alegrar el momento tocando algún instrumento.
Astrid y Verónica iban juntas por medio de unas cuantas personas que hoy estaban en el lugar. Astrid se sentía algo incomoda por como algunas personas la miraban, incluyendo las mujeres que trabajan en el bar, y la mayoría de los hombres que la miraban con lujuria debido a su atractivo y misterioso físico.
—Mira, es allí— dijo la pelirroja señalando con su dedo.
—Está bien— asintió la violinista.
Verónica trató de llamar la atención de la otra parte de las personas que estaban sentadas mas atrás, cosa que no fue tan difícil, les dijo a todos que prestaran atención a la violinista que tenía como invitada especial el día de hoy, de inmediato, todos posaron su vista sobre ella incluyendo a Robert, el cual estaba presente.
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La Chica Del Violín [COMPLETA]
Mystery / ThrillerElla era misteriosa, me hechizaba oirla tocar su violin mientras sentia esa fuerza sobrenatural enloqueser mis sentidos... Briant es un chico apacible, sencillo y de buen corazón, todo su mundo cambia repentinamente al conocer una extraña y mister...