XXXIX

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Como ya es de costumbre, desperté y fui a darme un baño para irme a trabajar. Antes de irme preparé suficiente desayuno para mi y para mi amada.

—Buenos Días Briant— dijo con una suave voz mientras miraba un estante con varios libros.

—¡Vaya! Yo no me di cuenta de que estabas despierta.

—Sí, acabo de despertarme hace hace un rato. No sabía que tuvieras tantos libros— dijo mientras se acercaba y me abrazaba por detrás, a lo que en un momento me dio un pequeño beso en la mejilla.

—Hmm... digamos que antes me fascinaba la lectura, pero... luego empecé a trabajar y no tengo el tiempo suficiente para leer. Astrid, yo tengo que irme a trabajar, yo te dejaré con una amiga.

—¿Una amiga?

—Sí.

—Wow, yo nunca he hablado con otra mujer aparte de mi madre— dijo cabizbaja con un tono triste.

—Ah, lo siento mucho, yo no sabía... amor no te pongas triste, te prometo hacerte la mujer mas feliz y verás que si— le dije mientras besé su mano izquierda.

—Está bien— dijo dedicandome una sonrisa.

Desayunamos y la esperé a que se diera un baño, yo solo lamentaba que yo no tuviera algún vestido para ella, supongo que Verónica le prestará uno de los suyos mientras que le compraré unos después y me aseguraré que le gusten.

***

Íbamos ella y yo tomados de la mano por el pueblo. Era como un sueño hecho realidad, tener al amor de mi vida a mi lado, por un momento vi su mano y tenía el anillo que forjé para ella.

—Astrid, dame un momento, iré por mi amigo.

—Está bien, pero no te demores— dijo con su suave voz.

—¡Tommy!— llamé.

—¡Ya voy Briant, dame un segundo!— respondió desde dentro.

Después de un pequeño rato, Tommy abrió la puerta de su casa y no bien se quedó con la boca abierta mirando a mi prometida.

—Tommy ¿susede algo?— pregunté con un tono serio y cruzando mis brazos con el ceño fruncido.

—¿Quién es ella?

—Es mi prometida de la cual te he hablado todo este tiempo.

—¡Pero qué! Briant estás bromeando, ¡¿esa es la violinista fantasma de la cual te enamoraste!? Y que no me habían contado que estaba muerta.Vaya que tienes buen gusto amigo, si no fuera por el trapo de vestido que tiene se viera aun mejor.

—Tommy por favor controla tu lenguaje con mi novia y ella no es un fantasma, ella es de carne y hueso como nosotros.

—Astrid, ven, te voy a presentar a Tommy— le llamé y asintió.

De inmediato ella caminó hasta nosotros.

—Astrid, el es Tommy mi mejor amigo y hermano; Tommy ella es Astrid mi prometida y el amor de mi vida.

—Hola cuñada— dijo Tom estrechandole su mano, a lo que ella no respondió.

—Hola Tommy— dijo con timidez.

—Pues vamonos, que se nos hace tarde a Tom y a mi.

Caminabamos prácticamente en silencio por así decirlo, sé que a Tommy; Astrid le pareció atractiva, pero... cuando le dije quien era cambio su sentido emocional de uno atrevido a uno serio.

No me gustaba para nada la forma en la que varios hombres miraban a mi prometida con lujuria en sus ojos y eso para nada me gustaba, así que la tomé de la mano para que se sienta confiada conmigo. Ya no veo la hora de casarme con ella, la mujer que mas amo en esta y la otra vida.

Caminábamos un poco rápido ya que los días últimamente han estado un poco lluviosos debido a la época del año en la que estamos.

Llegamos a el bar en donde trabaja Verónica y como ella sabe que Tom y yo pasamos por aquí mas o menos a esta hora, no fue extraño verla.

—Briant, amigo yo me voy a adelantar, no quiero llegar tarde.

—Está bien Tommy— respondí mientras el se iba.

—Buen Día Verónica— saludé cuando entré en compañía de Astrid.

—Hola Briant ¿cómo estás?— dijo Verónica.

En ese momento vi como Astrid fruncia su ceño y de inmediato me percaté de que estaba celosa.

—Verónica, ella es mi prometida Astrid, con la cual me casaré pronto, yo quiero que estés con ella aquí en el bar cuidandola y percatandote de que nadie se acerque a ella.

—¡Pero por supuesto que si Briant!— dijo dedicandole una sonrisa a Astrid.

—Astrid ella es Verónica, y te dejaré aquí con ella.

—¿Y cuando volveras por mí? Briant quiero mi violín— dijo haciendo una pequeña súplica.

—Pero claro que te lo traeré, Verónica por favor trae aquel violín que te dí a guardar— En ese momento pude ver como en los grises ojos de mi amada apareció una especie de brillo mientras me miraba con sastifacción.

—Está bien amigo— dijo mientras fue a buscarlo.

—Briant eres maravilloso— dijo dandome un beso en la mejilla.

—Astrid, aquí esta tu violín— entregandoselo en sus pálidas manos, Astrid le dio una leve sonrisa.

—Gracias Verónica.

—No hay de qué Astrid.

—Chicas, me tengo que ir, ya voy un poco retrasado, adiós amor mío, Verónica estará contigo, aparte de que es una gran amiga es la mejor haciendo favores.

—Está bien amado mío.

—Adiós Briant— dijo la pelirroja.

Me despedí de ellas y salí con rumbo hacia mi trabajo, menos mal que Verónica es tan complaciente, aunque Tommy sea mi hermano yo no me sentí seguro de darle a guardar el violín de mi amada.

—Bien Astrid, como ya sabes mi nombre es Verónica, ven y acompañame que te voy a hacer algo.

—Está bien— dijo mientras la siguió al cuarto de Verónica.

—Primero te cambiarás esa ropa. Ten, ponte ese vestido, por lo que veo tu y yo somos de la misma talla, asi que este vestido  te quedará perfecto.

—Gracias, me gusta mucho— dijo mientras se desvestía y de inmediato se lo ponía.

—Te queda perfecto, ahora te maquillaré un poco y acomodaremos tu cabello.

—Tu cabello es muy rojo, tiene color zanahoria— dijo la violinista.

—Lo sé, es extraño, no tengo idea de quién lo heredé.

—Aww, ¿y de donde conoces a Briant?

—Lo conocí por vía de Tommy, y... ¿te puedo contar un secreto?

—Si, no hay problema.

—Pues... yo conozco a Briant por que estoy enamorada de Tom y quiero que el me ayude.

—¡Vaya!

—Si, pero no le cuentes, es que me da un poco de vergüenza.

—No te preocupes, yo sentí lo mismo con Briant, pero... después de un tiempo todo fue normal cuando nos besamos por primera vez.

—Que lindo ¿Cuando piensan casarse?

—Hmm no lo sé.

—Listo ya estás.

En ese momento Verónica le dio un espejo a Astrid y esta quedó encantada con su imagen.

La Chica Del Violín [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora