I want to bite you

Capítulo 22

Cuando Stiles despertó Derek no estaba a su lado, miró por la habitación para buscarlo pero no lo encontró. Apenado paso su mano por donde el lobo había dormido, las sabanas aun estaban tibias y el se desplazó para colocarse encima, abrazando la almohada que desprendía el olor de Derek, se sintió solo en ese momento y no dudo en soltar un quejido.

-Lobo amargado -infló los mofletes, descontento- idiota...

-Wow ¿Tanto me quieres? -la voz de Derek resonó asustando a Stiles el cual pegó un brinco, con el cual casi se cae de la cama, y lo miró con los ojos abiertos.

-¿No te habías ido? -su voz sonó sorprendida.

-Solo fui al baño -suspiró negando mientras se acercaba a la cama otra vez. Se sentó en el borde de esta y miró a Stiles- ¿Tanto me echas de menos? -imitó la frase que el castaño uso la noche anterior, con una ligera sonrisa.

-Si -contestó de inmediato, pillando a Derek con las defensas bajas pues sus cejas se alzaron sorprendidas para luego sonreír abiertamente.

-Eres de lo que no hay -murmuró mientras el menor se acercaba a él, apoyando su cabeza cerca de las piernas del lobo, mirándolo con una sonrisa.

-Lo se, soy único.

Derek se agachó para atrapar los labios de Stiles, el cual sonreía volviendo a buscar los labios del lobo cuando este se separaba. Poco a poco se fueron moviendo por la cama hasta que el castaño acabó bajo el cuerpo del otro, aun con los labios juntos en besos suaves y delicados, las manos de Derek se movieron poco a poco hasta lograr colarse bajo la camisa del otro, provocando un suave jadeo que rompió el beso. Durante unos segundos se miraron hasta que el lobo se volvió a mover en busca del cuello plagado de lunares dejando besos por todo este mientras seguía acariciando el contorno del cuerpo bajo él, provocando pequeños jadeos y suspiros que le erizaban el pelo de la nuca.

Stiles comenzó a moverse, agarrando los bordes de la camisa y jalando para que Derek se desprendiera de ella, quedando el torso libre y pudiendo acariciar los músculos ajenos. Sabía que era raro pero al castaño le encantaba la manera en la que se movían los músculos de Derek cuando este se movía, se mordió los labios mientras una de sus manos acariciaba entre los abdominales, haciendo un descenso lento hasta la linea del pantalón. Derek gruñó suave, pareciendo más un ronroneo, ante las caricias mientras el seguía proporcionándole mimos al castaño, un tanto desesperado por la creciente presión en sus pantalones el lobo frotó su pelvis contra la de Stiles, provocandole a este un jadeo de sorpresa. Satisfecho con la respuesta Derek sonrió hundiendo nuevamente su rostro en el cuello de Stiles, intentando no dejar marcas mordió la piel en un camino descendiente, bajando hasta el pechó del otro y subiéndole más la camisa para tener piel a su disposición. Comenzó a repartir besos por la blanca piel, probando su sabor con los labios hasta que le supo a poco y usó su lengua haciendo que Stiles se retorciera bajo él gimoteando, completamente sonrojado.

-Der... -le llamó mordiéndose los labios y llevando una mano hacia el pelo negro del lobo.

Ante el llamado este alzó su vista sin dejar su tarea, observó los orbes miel atentos a él, aquel sonrojo en las mejillas que le llegaban hasta las orejas, sonrió sobre la piel al ver como temblaban los labios del chico. Acarició la cintura con cuidado, como si fuere cristal mientras volvía a ascender en largas lamidas, pasando por el cuello del chico hasta su barbilla mientras volvía a pegar sus caderas a las del castaño, el cual al sentir la presión las movió con necesidad. Las manos de Stiles ascendieron hasta el cuello del lobo, obligandole a bajar para besarle mientras que sus dedos recorrían ahora los musculados brazos. Sus dedos apretaron hasta casi arañarlo cuando los intermitentes movimientos de cadera se volvieron continuos, haciendo su cuerpo temblar y arquearse por más.