A pesar de que habían transcurrido dos semanas desde que Stiles estaba en el hospital este seguía sin mejorar, John había vuelto a beber sumiéndose en depresión por lo que Melissa tuvo que cuidar de él, por otra parte Derek, quien se pasaba día y noche junto al castaño, tenía un aspecto demacrado y cansado.
Scott se acercó al otro Alpha de la manada mientras su mirada estaba sobre su hermano de otra madre, se al colocarse al lado del Hale suspirando mientras cruzaba sus brazos sobre el pecho. Derek lo miró desde la silla donde estaba y frunció las cejas al notar los nervios del moreno, pero antes de siquiera preguntar Scott habló.
-Te necesitamos con nosotros, Derek -el nombrado se rascó la nuca- han aparecido varios cuerpos, estamos bajo amenaza otra vez.
-No puedo -la voz ahogada sorprendió al otro lobo- no soy capaz...
-Derek, se que es difícil verlo así, no eres el único preocupado aquí -a pesar de no quererlo su voz sonó molesta.
-No es eso, en parte si pero... -se pasó las manos por la cabeza peinándose- no soy capaz de protegeros, soy inútil aquí -apretó los puños con la mirada baja- no puedo seguir así, enfrentando nuevos peligros cada mes y perdiendo a más seres queridos.
-No puedes decir eso -gruñó Scott- ¿nos vas a dejar solo ante esto? -apretó las garras contra sus palmas, intentando controlarse.
-¿Y que quieres que haga? -se levantó de golpe, sorprendiendo a Scott- dímelo, porque yo... ya no se que hacer -pasó nuevamente sus manos por el pelo mientras apretaba la mandíbula, frustrado.
-Si te quieres rendir allá tu.
-No me he rendido Scott -se acercó a Stiles, acariciándole la mejilla con manos temblorosas- he perdido.
Scott no negaría que aquello le enfureció de sobremanera, pero era capaz de percibir por el olor las emociones que el mayor transmitía y no podía negar lo intensas que eran. Lo comprendía, el también sentía un vacío en su pecho donde la culpa y los remordimientos se arremolinaban pero no por ello iba a dejar que alguien más muriera, tenía que proteger a la manada y el pueblo entero.
-Estaremos reuniéndonos el el loft -habló acercándose a la puerta- te mantendremos informado -se giró unos segundos para ver a Derek antes de irse.
El moreno agarró una de las manos de Stiles, acariciando el dorso de esta con el pulgar con cariño mientras lo observaba aunque su figura se distorsionaba a causa de las lagrimas que querían salir.
-Lo siento -murmuró antes de apoyar su frente contra la de Stiles.
Sintió entonces un ligero apretón por parte de Stiles, provocando que lo mirara sorprendido.
-¿Stiles? -acarició su mano otra vez, esperando otra reacción.
Pero nada sucedió.
Cuando la noche llegó Derek, a regañadientes, se vio obligado a irse de la habitación de Stiles, Melissa lo había mandado a casa a descansar con la amenaza de no dejarle entrar hasta que sus ojeras desaparecieran. Al entrar al loft se sorprendió al ver ahí a toda la manada la cual había reaccionado de la misma manera, Cora se lanzó a los brazos de su hermano y aunque el le correspondió no lo hizo con mucha intensidad.
Cuando los brazos de la morena lo liberaron subió las escaleras sin mediar palabra alguna, escuchando los susurros de su manada sobre su estado y comportamiento. Y a pesar de que hizo un gran esfuerzo por no seguir escuchando de que hablaban cuando empezaron con su reunión sobre el nuevo enemigo no pudo evitar tener un oído puesto en ellos. Y lo que descubrió le sorprendió tanto que pensó seriamente en irse de ese lugar y llevarse a su hermana y a Stiles con él, lejos del peligro.
Un ser que estaba matando a gente al azar mediante métodos que eran prácticamente de tortura y cuyo patrón no eran capaces de descubrir, aunque al parecer el padre de Allison sospechaba que se podrían tratar de sacrificios humanos. Scott habló entonces, diciendo que le pediría ayuda a Deaton para ver si sabía algo y Lydia comentó sobre seguir traduciendo el bestiario, después de todo eso Derek decidió dejar de escuchar y centrarse en descansar.
Pero se sobresaltó al escuchar el teléfono de Scott, y nuevamente usó su oído para escuchar.
-¿Mama? -sonó extrañado.
-Oh, Scott, menos mal que lo coges -sonó nerviosa.
-¿Qué pasa, estas bien? ¿Apareció otro cuerpo? -a medida que hablaba su voz sonaba más preocupada.
-No... -tras unos segundos de silencio volvió a hablar- es Stiles... a desaparecido.
-¿Cómo? -gritó sorprendido junto a los otros.
-Simplemente desapareció de su cuarto. Por favor no se lo digas a Derek, si el se entera...
-Demasiado tarde- habló Peter al ver a su sobrino en las escaleras de caracol con los ojos rojos.
-Dime que no es verdad -gruñó con fuerza mientras bajaba el resto de las escaleras- ¡Dime que no es verdad!
Derek le quitó el teléfono a Scott para hablar con Melissa pero en ese acto la llamada se corto enfureciendolo más aun, gruñó con furia y si no fuera por la mano rápida de Scott el móvil habría acabado hecho añicos.
Antes de que alguien reaccionara Derek se encaminó a la salida con pasos pesados, dando un fuerte golpe al salir, provocando que todos salieran del pequeño trance.
-Oh no... -se tapó la boca Lydia- Stiles...
-Hay que parara a mi sobrino -apresuró Peter- no sabemos de que es capaz.
-¿Por qué actúa así? Tan apegado a Stiles y... -Jackson no pudo terminar por el empujón de Isaac.
-No es asunto tuyo.
-¿Y a ti que te pasa?
-Dejen de pelear -se enfureció Erika- hay que ir a por Derek y encontrar a Stiles.
Todos miraron a Scott el cual mantenía el ceño fruncido pensando en que hacer, cierto es que su amigo y el otro Alpha eran importantes pero la nueva criatura suponía mucho peligro, derrotado suspiró.
-Nos separaremos en tres grupos. Peter, Cora, Isaac, Luka id a por Derek; Los gemelos, Erika y Boyd a por Stiles. El resto seguid con la nueva amenaza, yo iré con Deaton.
Tras un asentimiento común todos salieron corriendo del loft, deseando encontrar a sus dos amigos y terminar con la criatura que no les dejaba respirar tranquilos.
Bueno, siento la tardanza pero tenía mis dudas sobre este capitulo (y sobre como continuaría este fic) pero ya me decidí. Gracias por leer y espero que os haya gustado.
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I want to bite you
FanficLas cosas van cambiando y varios eventos llevarán a la manada a enfrentarse con nuevos enemigos, algunos de ellos terroríficos, pero entre tantos momentos amargos nacerán amores tan dulces como extraños.