Capítulo 30

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Lydia estaba cansada tanto física como mentalmente por lo que cuando llegó a su casa su único pensamiento era quitarse los botines y tirarse en su cama, y así hizo soltando un suspiro cansado mientras abrazaba una de sus almohadas.

-Has debido de tener un largo día.

-Si, estoy muy cansada.

-¿De verdad? Pero si apenas has podido hacer algo, solo has corrido de un lado a otro.

-Bueno, no es como si pudiera atacar o defenderme, lo único que hago es gritar, Stiles.

Lydia abrió los ojos como platos, sorprendida, para girarse y ver a su amigo sentado en la silla del escritorio, sonriendo con las piernas cruzadas y los ojos miel algo apagados.

-Stiles... -temblando se movió por la cama lentamente, buscando acercarse a la puerta.

-Y si te dijera que puedo ayudarte.

-¿Ayudarme? -la pregunta salió sin querer.

-Si, ayudarte. Veras, tus gritos no solo anuncian muerte querida, si los enfocas puedes defenderte con ellos, incluso atacar.

-¿Localizarlos? ¿Cómo, y por qué sabes tu eso?

-Lydia todo se descubre investigando- descruzó las piernas para levantarse y acercarse un poco a la pelirroja- ¿Quieres que te enseñe? ¿Quieres ser útil? ¿Quieres que esos gritos no solo signifiquen muerte, sino también salvación?

-¿Por qué haces esto? -la pregunta tan repentina descolocó a Stiles el cual bajó la cabeza.

Durante unos segundos el silencio reinó en el cuarto de la pelirroja hasta que Stiles levantó la cabeza y clavó sus ojos, ahora negros, sobre los de su amiga para luego sonreír con malicia.

Lo ultimo que vio Lydia eran unas sombras que la rodearon.

Al día siguiente la manada se reunió tras una llamada de Allison la cual preocupada decía que no podía contactar con Lydia y que no había nadie en su casa. Cuando se reunieron Allison contó la situación decidieron ir a investigar pero nuevamente no encontraron nada, ni siquiera el olor de Lydia estaba en el cuarto.

Aun con la preocupación Scott decidió que lo mejor sería ir a entrenar un poco, para prepararse por lo que pueda pasar, así que todos acabaron en la antigua mansión Hale, lo que no se esperaban era el intenso olor a Derek por la zona, se miraron entre ellos pues con lo sucedido estos últimos días no habían tenido oportunidad de ir a la mansión.

Tras unas miradas Scott, Peter y Cora entraron en la mansión mientras los demás miraban los alrededores. Subieron las escaleras con cuidado de no quebrarlas y al llegar arriba revisaron las habitaciones hasta que llegaron a la habitación de matrimonio perteneciente a los difuntos padres de Derek y Cora. Se miraron entre ellos y la que abrió la puerta fue Cora, asombrándose por lo que encontró.

En el suelo, a los pies de la cama descansaba un desnudo Derek en forma humana, estaba algo magullado pero no era nada importante. Cora se llevó las manos al rostro, intentando contener las lagrimas mientras los otros dos suspiraban con alivio, Scott salió para decirle a la manada y darle algo de intimidad a los Hale. Cora y Peter se acercaron al otro, el mayor cogió una chamuscada sabana para tirarla sobre su sobrino y Cora se agachó para despertarlo con suaves zarandeos.

Derek gruñó de incomodidad antes de abrir los ojos, tardó un poco en enfocar la mirada y en concentrarse en lo que tenía delante, pero al darse cuenta de que era su hermana no tardó ni un segundo en abrazarla con fuerza, Cora soltó un quejido mientras correspondía al abrazo, Peter solo se quedó observando la situación pero había algo en el olor de Derek que le ponía nostálgico.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Derek al comprender su entorno.

-Te volviste un lobo otra vez Derek, y llevas casi una semana desaparecido.

-Una semana -se quedó pensativo unos segundos antes de mirar a su hermana con preocupación- ¿Dónde esta Stiles? -preguntó nervioso.

Sobrina y tío se miraron unos segundos, pero ambos negaron a la vez haciendo entender al lobo algo que no le agradó.

-Te has perdido mucho, sobrino, te lo contaremos todo de camino al loft.

Esas fueron las palabras de Peter antes de que le lanzara un cambio de ropa que al parecer encontró por ahí de cuando Derek se quedó un tiempo en la mansión. Salieron de esta siendo Derek recidivo efusivamente por los betas de la manada y tras un reencuentro demasiado empalagoso para el Hale fueron al loft donde Scott le contó todo para ponerle al tanto de la situación.

-Stiles no esta muerto, lo sentiría -fue lo primero que dijo tras ponerse al tanto de todo.

-¿Cómo? -Scott no lo entendía.

-Cosas de lobos nacidos -se excusó Peter rápidamente- dejando eso de lado, no solo los gemelos están desaparecidos sino que Lydia lo esta también, ¿alguna idea de por que los quieren?

-No, pero es algo que voy a descubrir, no dejaré que le hagan daño a ninguno de mi manada -habló Scott con ojos rojos y pecho hinchado de valor.

-Por lo que veo -hablo Derek, algo cansado- mi desaparición te ha hecho bien Scott.

-Desde el primer momento supe que no estarías con nosotros -las palabras del joven Alpha le dolieron a Derek- pero admito que te seguimos necesitando.

-No te preocupes, no los dejaré solos -hizo brillar sus ojos rojos, más ardientes que antes- eliminaremos la amenaza y recuperaremos a los miembros de la manada.

Todos asintieron al unisono, sintiéndose más confiados y fuertes con el regreso de su Alpha Hale.



Capítulo corto, lo se, pero es lo que toca. Aunque tengo que admitir que me sorprende llevar ya 30 capítulos y que aun no tenga escrito ni la mitad de lo que tengo planeado, así que prepárense muahahahaha (intento de risa malvada)

Gracias por leer, hasta el próximo capítulo y espero que les este gustando.

I want to bite youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora