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  — Me estás preocupando, tomatito

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— Me estás preocupando, tomatito.

La sonrisa en el rostro de Sook había estado intacta todo el día. En el trabajo había estado más que activa y feliz. Nada podía quitarle esa sensación. Ni siquiera atender a clientes exigentes o haberse caído por no leer el aviso de piso mojado. Parecía que ese sentimiento solo se incrementaba.

En la mañana, al haber salido de su cama (una hora después de haber despertado puesto que Jeon se rehusaba a dejarla ir) desayunó con Jungkook, fue el desayuno más entretenido del mundo. Ambos se hacían bromas y platicaban de cualquier cosa. Le gustaba ver esa faceta del chico y cada vez esa espinilla de desconfianza desaparecía.

¿Qué me has hecho, Jeon Jungkook?

— ¿Huh?

Mark soltó una pequeña risa antes de despeinar el cabello de la castaña. Ya habían pasado diez minutos de la hora del cierre del restaurante y Sook seguía sentada en la sala de empleados viendo a la pared con una sonrisa boba en el rostro.

— Ya cerramos.

La chica abrió sus ojos con sorpresa, poniéndose de pie y tomando sus cosas. No pudo evitar pensar lo ridícula que debió haberse visto todo el día con ese semblante de niña boba en el rostro, pero era inevitable. Todo eso era nuevo para ella y le era muy difícil disimular.

Todos acertaban cuando le decían que era un libro abierto.


— No es necesario que me acompañes a casa, Mark.— comentó la chica mientras veía sus pies. Se sentía mal, ella sabía que su amigo no tenía malas intenciones, pero quería evitar una escena como la de la noche pasada.

Tampoco quería que Jungkook sacara conclusiones equivocadas, pero no iba a admitirlo.

Aunque, pensándolo bien, no es como que a Jungkook le importase, ¿o sí?

Sook no sabía para nada cómo se sentía Jeon respecto a ellos dos, en primer lugar ¿qué eran? ¿amigos? ¿conocidos? Ni siquiera llegaban al título de amigos con beneficios, no hacían nada mas que confundirse emocionalmente.

— ¿De qué hablas? ¿Es por el imbécil de Jungkook?

Frunció el ceño al escuchar al rubio. Bien, sabía que Jungkook no le agradaba, pero esa no era razón para insultarlo frente a ella.

La escena de Jungkook defendiéndola de Min Su vino a su mente. Él ni siquiera sabía que ella estaba ahí en ese entonces, y de todas formas la defendió. Y aunque la mayoría de veces fuera un imbécil, también había demostrado ser una buena persona. Sólo era difícil darse cuenta de ello.

— Jungkook no es un imbécil.

Mark miró extrañado a la castaña, conteniendo sus ganas de gritarle. Estaba seguro de que la chica se encontraba bajo los engaños de Jeon. Ella era tan inocente y crédula de pequeña, de seguro seguía siéndolo:— No lo conoces, Sook. No conoces al Jeon Jungkook que yo conozco, al verdadero. El que es egoísta, mentiroso, cruel, violento sin razón.

— No. Tu no conoces al verdadero Jungkook, puede llegar a ser algo... difícil, pero él no es así, no es violento--

— Me dejó internado en el hospital seis meses por una fractura de costillas, Sook.— replicó Mark.— Sólo, no creas que lo conoces, ahora te trata bien, pero después va a botarte como si fueras basura.

Sook guardó silencio, ella ya había pasado por ello, pero no iba a decírselo a el chico. No quería que se burlara de ella. Y en cuanto a lo otro, se sintió mal porque no le importó en lo más mínimo que Jungkook le hubiera roto las costillas a su amigo de la infancia.

Infancia.

Eso había sido hace mucho tiempo. Ahora no conocía al verdadero Mark.

— Me voy.

— No voy a dejar que te vayas sola, y menos enojada conmigo.

— Suéltame, Mark.

— ¡No, maldición!

—Aléjate de ella, perdedor.

¿Eso era un deja vú? Estaba segura de que ya había vivido una escena así...

Ahí estaba, con sus usuales jeans ajustados y sus botas cafés, llevaba una chaqueta de cuero encima de su playera blanca y, maldición, se veía demasiado bien.

— ¿Qué carajos te crees que estás haciendo?— el rubio se quejó al sentir cómo Jungkook separaba su mano de la muñeca de Sook.

— Te dije que te alejaras de ella, Tuan. La próxima vez que te vea tocarla voy a mandarte de regreso al hospital y me voy a encargar de que te quedes ahí dos años.— La vena en el cuello del castaño sobresalía. Le enfurecía que aquel idiota se acercara a Sook, lo hacía sentirse celoso y protector.

— Aquí viene de nuevo el Jungkook posesivo. ¿Planeas jugar con ella un rato y botarla cuando te aburras? Tú eres así, no la hagas pensar diferente.

— Tú no sabes nada, imbécil. Cierra la boca.

Una carcajada salió de la garganta del rubio. Sus ojos se habían oscurecido y su semblante se había vuelto sombrío de un momento a otro:— ¿No le hiciste eso a Haru? ¿¡No te acostaste con ella y después la botaste como si fuera basura!? ¡Tú sabías que era mi novia! ¡MI JODIDA NOVIA, JEON!

Jungkook sintió la mirada fija de Sook sobre él. Maldición, sí. Él era una persona horrible y le había hecho cosas horribles a demasiadas personas, incluyéndola a ella, pero, la simple idea de perder a Sook por eso lo hacía sentirse débil... tenía miedo.

— Y-Yo...

— ¡No! ¡He estado soportándolo pero no voy a permitir que me vuelvas a quitar a alguien!

Un segundo, ¿qué?

— ¿De qué estás hablando, Mark?— habló por primera vez en un rato la castaña.

— De que me gustas, Sook. Me gustas demasiado y no voy a permitir que ese idiota te--

Un golpe seco. Jeon había dado un golpe en el rostro de Mark.

Por nada en el mundo iba a dejar que el rubio se acercara a Sook con esas intenciones. No, no y no.

— Es mi última advertencia: aléjate.— dicho esto, el castaño tomó la muñeca de Sook y comenzó a caminar hacia su coche.






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Espero que les haya gustado el capítulo💓

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Gracias a todas las que me recomendaron artistas, he escuchado a casi todos y uffff, bue-ní-si-mos.

¡Nos leemos en el próximo capítulo!

Smile; jjk [MBL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora