038

13.9K 1.3K 1K
                                    

Sook movía los pies con nerviosismo de un lado para otro. Ni siquiera sabía por qué estaba tan nerviosa, es decir, sólo era una cita.

Una cita con Jungkook.

Ahogó un grito de emoción al recordar que el chico le había pedido intentarlo. Salir juntos, conocerse más... llegar a ser algo.

Se había quedado en silencio por cinco minutos, intentando hacer sufrir un poco a Jeon.

Y claro que lo hizo, Jungkook sufrió cada segundo de ese largo silencio. Pero no iba a admitirlo, al menos no en voz alta.

Sook jugó despreocupadamente con el borde de su vestido, le llegaba a la mitad del muslo y era de un bonito color azul. Se había arreglado más que de costumbre, quería lucir bonita, quería acercarse un poco a los estándares de belleza que Jeon tenía. No lo logró, obviamente, no podía hacer nada con sus mejillas... o con su nariz... o con sus labios. Pero hizo su mejor intento.

Se sentía bien con el resultado.

Estar en la sala esperando a Jungkook era, bueno, algo extraño.  Ambos vivían en la misma casa, pero él había insistido en ser un total caballero y recogerla a las 8 en la puerta principal.

7:45 pm

Aún faltaban 15 minutos de espera.

—¿Estás nerviosa?—Yoongi había aparecido en la sala, recargándose en la pared que estaba frente a ella. Tenía un semblante despreocupado y una pequeña sonrisa. Estaba feliz. Sabía que Sook y Jungkook estaban hechos el uno para el otro y le alegraba que finalmente (después de demasiado tiempo) ambos se dieran cuenta y decidieran hacer algo al respecto.

—Un poco.—Ella seguía jugando con el borde de su vestido, mirando de vez en cuando al chico que, ahora, había vuelto a tener el cabello negro. También tenía algunos mechones azules que eran difíciles de notar, pero ahí estaban. Sook no pudo evitar pensar que todos en esa casa (menos ella) eran dioses griegos destinados a hacer felices a las personas que tuvieran la fortuna de verlos.

Es que, Dios, todos eran los seres más hermosos del universo.

Autocontrooooool.

—¿Es tu primera cita?—preguntó el pelinegro con curiosidad.

—¿Eh? No, no.—la chica suspiró, recordando sus no tan gratas experiencias anteriores.—Pero, ya sabes... es mi primera cita con Jungkook.

Flash.

Ahí estaban, en el umbral de la puerta, dos chicos sosteniendo sus celulares y tomándole fotos.

¿Por qué Jin y Jimin tenían que parecer unas señoras solteronas de 60 años siempre?

Inclusive ambos tenían mandiles puestos.

—Nuestros bebés están a punto de tener una cita.—Jimin limpió lágrimas falsas antes de sonarse la nariz con un pañuelo, seguido de Jin quién también limpió su nariz.

Con el mismo pañuelo.

Ew, ew, ew.

—¿No sienten que están siendo demasiado drama...?

Un grito la hizo cerrar la boca de inmediato.

—NO PUEDO CREER QUE ES REAL. LO SABÍA, SIEMPRE LO SUPE. EL JUNGSOOK ES REAL. ¡ESTOY TAN EMOCIONADO!—Kim Taehyung podía ser atractivo, serio, atractivo, violento, atractivo, misterioso y muchas cosas varoniles, ¿mencioné atractivo?. Pero, rayos, aveces parecía una adolescente hormonal de 12 años a quien recién le había llegado la pubertad.

Smile; jjk [MBL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora