Story

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Fue difícil para todos.

JongDae y los demás habían tratado de convencer a KyungSoo de salir de casa a pasar las fiestas navideñas en la cafetería; pero él se había negado de la manera más calmada que pudo, diciendo que tenía mucho que hacer en casa... Y así transcurrió todo el mes de diciembre.

Por fin, la mañana del dos de enero, KyungSoo salió de casa con un cuaderno bajo el brazo izquierdo y la correa de Yue en la mano derecha. Cuando pasó frente a la cafetería, Luhan e Yixing trataron de detenerlo, pero él parecía no haberlos escuchado. Los propietarios del café se miraron preocupados, pero decidieron darle espacio.

KyungSoo siguió con lentitud y casi con solemnidad ese mismo camino que había recorrido emocionado a bordo de un camión de mudanzas hacía justo un año, hasta el antiguo edificio de JongIn. Subió las escaleras y se sentó afuera de la que había sido la puerta de su amado antes de mudarse juntos. Recargó la cabeza contra la pared y cerró los ojos tratando de recordar cómo habían resuelto el vivir juntos... Una frase resonó en su memoria, abrió su libreta y anotó... "Vivamos juntos".

Pasó la tarde entera frente a esa puerta, anotando las anécdotas de ese día y agregando fragmentos del diario que ya se sabía de memoria. Recién entrada la noche, regresó a casa. Subió las escaleras y luego de alimentar a Yue se acostó y volvió a pasar la noche llorando y conversando consigo mismo hasta que fue vencido por el cansancio.

****

Era un precioso sábado soleado cuando KyungSoo despertó y reparó en la fecha marcada con un corazón en el calendario, aún por la mano de JongIn. Sonrió y se levantó a acariciar la cabeza de su única compañía.

-Feliz cumpleaños, Yue-. Murmuró y se sintió con ánimos de llevarla a dar una vuelta por su primer aniversario en casa. Se colocó zapatos deportivos y salió con ella.

Caminaron frente al refugio y KyungSoo sonrió al recordar cómo se había enamorado de Yue en cuanto la vio... Recordó quién la había bautizado con ese nombre y, entonces, se decidió a llevar a Yue a la cafetería a saludar a Yixing y Luhan.

Cuando atravesó el umbral, los ojos de los cuatro empleados se abrieron tan grandes que KyungSoo se sintió extraño.

-Kyung...- murmuró Luhan y corrió hasta él. -¿Cómo te encuentras?-. Preguntó y le colocó con cautela las manos en los hombros.

-Bien, ¿por qué la pregunta, hyung?-. Respondió y Luhan frunció el entrecejo, pues KyungSoo parecía inconsciente de las semanas que llevaba sin hablar con nadie y casi sintió miedo.

-Qué gusto verte, KyungSoo... Es el cumpleaños de Yue, ¿verdad?-. Intervino Yixing y, sorpresivamente, KyungSoo sonrió. El chico de los hoyuelos se agachó y acarició la cabeza del perro, luego miró de nuevo al dueño. -Ven más seguido, KyungSoo... Es agradable verte.

-De acuerdo-. Dijo el chico de ojos grandes, mientras Luhan, Baekhyun y Taeyeon se miraban confundidos entre ellos sin comprender qué ocurría. -Vendré otro día a conversar, hoy sólo pasamos a saludar por el cumpleaños de Yue. Nos vemos.-. Dijo y sin más se dio la vuelta y salió de la cafetería.

-¿Qué demonios fue eso?-. Dijo Baekhyun aún descolocado y Yixing soltó un suspiro antes de mirarlos a todos con gravedad.

-KyungSoo está perdiendo la cordura...

****

KyungSoo despertó ese domingo con algo así como una alarma en la cabeza. Se levantó a prisa, se vistió, tomó su libreta y llamó a JongDae.

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