1995

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Habían pasado tres años. Candice acababa de tener su primer hijo con su esposo, Spencer, el hermano mayor de Jean Grey. El niño se llamaba Christopher. Su padre era mutante como Dizzie, por consecuencia el niño también. Había recibido el don de la energía manipulable de los Blaurot. Lo sabía porque vio que un ojo del niño se volvió rojo cuando los abrió por primera vez.

Christopher dormía plácidamente en su cuna mientras su media hermana, Belle lo observaba junto con Daniel Hudson, el sobrino de Logan. Ambos habían formado una linda amistad a su corta edad.

Belle no sabía que Christopher no era completamente su hermano. La niña creía que su padre biológico era Spencer. Y Candice no se lo quería negar, no quería decirle que su padre era un imbécil, que la abandono antes de que naciera.

Pero justo ese día en el que Dizzie recordó la razón, el Profesor X la llamó a su oficina. Dejo a Belle con Jean y Domenica (la madre de Daniel). Camino hacia la oficina y tuvo un raro presentimiento. Y cuando vio a Tony sentado ahí quiso vomitar.

Candice se acercó a Tony como alguien que la llevaba el diablo y lo cacheteo tan fuerte que se callo de la silla.

-Hola a ti también. –dijo él mientras se levantaba.

-¿Dónde está el profesor? –le preguntó Dizzie fría.

-El calvo se fue hace cinco minutos y me dijo que ya llegabas.

-Y ahora me voy. –dijo para luego voltearse dispuesta irse, pero Tony la sostuvo del brazo.

-Candice, no sé que decir aparte de lo siento. –dijo arrepentido.

-Bueno eso no basta, Anthony.

-Lo sé.

-No te voy a preguntar nada de dónde estabas o por que te fuiste, no quiero tus excusas baratas. Solo ¿Qué quieres?

-Quiero conocerla...

-Ella no sabe de ti, Tony.

-¿Y quien le dijiste que era su padre? No me digas que el perro ese.

-No, Logan es y seguirá siendo mi mejor amigo. Me casé con otro, acabo de tener un bebe con él.

-Eso duele. –admitió luego de un silencio.

-Multiplícalo por 12 y tal vez se acerque a lo que sentí cuando no apareciste en año nuevo.

-¿Abriste mi regalo?

-Lo bote al Río Este, hace dos años.

-Me costo 250 000 dólares.

-Me importa una mierda, haces eso cada 20 minutos.

-Bueno esa cantidad, cada 13 minutos para ser exactos.

-Cállate. –hubo otro largo silencio. –Puedes verla, pero no aquí. Mañana te la llevaré. ¿Sigues en el Pent-house?

-Sí, pero en unas semanas me tengo que mudar a California, tengo que hacerme cargo de la empresa de mi padre, tú sabes.

-Si le agradas a Belle, podemos arreglar algo para eso.

-La llamaste Belle...es lindo.

-Belle Maria Stark.

-Gracias. –Tony la miró.

-Tu madre fue una gran mujer.

-Como tú lo eres.

-Tony no, por favor. Nosotros ya no somos nada.

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