A True Avenger

2015 Pt. 4

Hace tres meses que soy muy buena amiga de Pietro, nos llevamos muy bien y me parece una persona genial. Pero estaba este pequeño problema: él estaba enamorado de mí. Yo tengo la capacidad de saber como se sienten las personas, y el chico Maximoff no era la excepción. Y el mismo día que el me lo confesó fue el mismo día que tuve que romperle el corazón. Volvimos al complejo luego de ir a una cena con todos los Vengadores.

-Belle, hay algo que quiero decirte...–comenzó ha hablar mientras llegábamos a mi habitación.

-¿Qué pasa Pete? –le sonreí amable. Él se quedó mirándome un rato, como estudiando y memorizando los detalles de mi rostro y admirando cada uno de ellos. Como Bucky lo hizo antes de dejarme.

-No sé como ponerlo en palabras. –me sonrió nervioso. –Eres una chica increíble. Hermosa, amable, inteligente, alocada, dispuesta a todo, empática, hermosa...

-Ya dijiste hermosa. –le sonreí.

-Tenía que recalcarlo, porque eres la chica más hermosa que he visto en mi vida, por dentro y por fuera. Desde el primer momento que te vi llamaste mi atención notablemente. –rió más nervioso. –Luego pasó la batalla de Sokovia y desde ahí no parado de pensar en ti; luego de eso cuando despertaste y comenzamos a pasar tiempo juntos. Y te conocí a la verdadera tu. De la cual me enamoré. –Tomó mi mano con miedo y entrelazo nuestros dedos. –Me enamoré de tus ojos, tu sonrisa, tus locuras, tus comentarios y acciones aleatorias, cuando cantas cualquier canción que te viene a la mente y como a veces las bailas

-Pietro, yo...no sé que decir. –respiré hondo y lo miré a los ojos, sus ojos azules eléctricos llenos de esperanza. Pero los miraba y lo único que quería ver era el tono azul de Bucky mirándome de nuevo a través de mi alma. –Lo siento. Lo siento mucho. –removí mi mano de la suya mientras capturaba el segundo en el que su corazón se rompió. –No tienes idea de cuanto me duele hacer esto. Pero no puedo. Perdóname.

-Es por ese hombre. –me dijo un poco molesto y yo lo miré entre confundida y sorprendida. –Wanda, me advirtió sobre él.

-Entonces sabes lo mucho que lo amo. –dije un poco dura. Sentí como eso lo destrozó más. Me sentía tan mal por hacerle esto.

-Él no está aquí, te dejó. Te dejo sola. –le di una cachetada, volteándole la cara. –Yo nunca te haría eso.

-No puedo estar contigo, Pietro. Lo estoy esperando a él.

-Solo hay que intentarlo. Yo te puedo amar mejor de lo que él lo hace.

-No, no puedes. Y aunque lo intentáramos, y seamos felices...el minuto en el que lo encuentre, yo iría corriendo a sus brazos.

-¿Después de lo que te hizo? ¿De que te destruyó? –dijo confundido e irritado.

-Sí. Él es todo lo que veo. –bajé la cabeza avergonzada.

-Él es un criminal, un asesino, un psicópata...

-¡Él no es así! –lo interrumpí defendiéndolo mientras me contenía de darle otra cachetada. –Yo lo veo como en realidad es y por eso lo amo. Él es hermoso. Y él me ama a mí.

-No destruyes a las personas que amas...

-Él no sabía lo que hacía.

-¿Eso te dices todas las noches mientras lloras hasta dormir?

-Algún día voy a estar con él. No sé cuando y no sé como. Rezo todos los días para que sea pronto. Y ese día planeo no dejarlo ir de nuevo, cueste lo que me cueste. –se quedó callado por un buen rato.