2006

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La joven movía su cuerpo al ritmo de la música de Tchaikovsky, su versión del Lago de los Cisnes era la mejor, según Belle. Eddie la observaba callado desde una esquina, solo dejaba que él la observara mientras bailaba.

Ella tenía su propio estilo al bailar, en su mayoría era ballet, pero a veces incorporaba contemporáneo y algunas acrobacias gimnasticas. Era algo hermoso de presenciar.

-¿Qué tal estuvo? –le preguntó la rubia cuando termino.

-Magnífico. –le sonrió el oji-verde.

-Gracias, aunque creo que todavía puedo trabajar en la precisión de mis giros.

-Belle, fue perfecto, no trates de discutirlo conmigo.

-Okay, Plantitas, vámonos quiero comer.

Habían pasado dos semanas desde que su mejor amiga había vuelto de California, donde había pasado todo el verano con su padre. Ella volvió cambiada, físicamente para ser exactos. Estaba más alta, sus facciones más perfiladas, y sus atributos se desarrollaron más.

Se estaba volviendo una mujer y Eddie y el resto de la escuela lo empezaba a notar.

-Tierra llamando a Eddie. –lo llamó Daniel. –Llevas mirando al piso por casi 10 minutos. Juro que estaba apunto de golpearte. ¿Qué te pasa, hermano?

-¿Qué piensas de Belle, Dan?

-¿Cómo que qué pienso de ella, pendejo?

-¿Por qué siento que pendejo no es una palabra cariñosa en español? Me refiero a si la quieres.

-Claro que la quiero. La conozco desde que tenemos dos años. Es como mi hermana. Para ser sincero no puedo verla como otra cosa y creo que ella también piensa igual ¿Por qué me preguntas eso...? OH! OH! OH! . –Daniel comenzó a saltar por todos lados mientras se reía. –YA TODO TIENE SENTIDO, TE GUSTA BELLE. –carcajeó. –Ya te atrapé. Con razón susurras su nombre todas las noches y despiertas con una erección. –Eddie se quedó callado y más rojo que un tomate.

-Cállate. –dijo entre dientes.

-Okay me calmo. ¿Se lo vas a decir?

-Claro que no. No quiero que nunca se entere. No quiero perderla.

-Te das cuenta que tienes sentimientos por alguien que puede detectar los sentimientos de otras personas.

-¿Y que se supone que haga? No puedo sacarla de mi cabeza, he intentado, Dan, no es posible.

-¿Entonces que quieres hacer? ¿Dejar de hablarle? Porque eso sería...

-Tienes razón, eso es.

-¿Estás demente, Eddie? –exclamó molesto el latino. –Eres su mejor amigo. Te quiere mucho.

-Pero no como yo la quiero. –dijo dolido y su amigo relajo su expresión de enojo. –Te tiene a ti y también a Rach.

-No es lo mismo, aunque me cueste admitirlo. Puede que te aprecie a ti un pelo más que a mi. SOLO UN PELO. SÚPER DELGADO Y DAÑADO Y DÉBIL. –Eddie rió.

-Daniel, no tengo opción.

-Si eso es lo que piensas...

(...)

4 meses después.

Belle se paró al lado de la puerta de la habitación que compartía su madre con Spencer. Últimamente no paraban de discutir.

A True AvengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora