2008

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Belle se acomodó su vestido blanco y se miró al espejo una vez más.

-Te ves divina, Belle. –dijo Rach, su compañera de cuarto y mejor amiga. –Si fuera lesbiana te violaría.

La rubia rió altamente, amaba lo alocada que era ella.

-No puedo creer que a fin del clases tengas que mudarte a Malibú.

-Yo tampoco.

-¿Qué es lo que voy a hacer yo? ¿Quién me va a soportar?

-Daniel ya está aprendiendo.

-Cierto. ¿Y Eddie está feliz de que va a mudarse contigo?

-No se va a mudar a la mansión de mi padre, va a estar con una tía suya.

-Igual van a poder verse cuando quieran, nada va a cambiar.

-Es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo. –sonrió triste la rubia y la Rachel la abrazó de lado.

La puerta fue golpeada en un ritmo peculiar.

-¿Quién podrá ser? –dijo irónica Rach y abrió la puerta para encontrarse con Daniel. –¿Y tu que haces acá mono latino? Belle está esperando a Eddie.

-No creí que fueras tú. –le dijo Belle al azabache. –Tu tocas la puerta como bestia. –Dan rió.

-Estoy aquí para escoltarte bella dama a tu cita con mi mejor. –dijo a Belle todo elegante que hizo a la rubia carcajear. Extendió su brazo hacia su mejor amiga.

-Okay, señor Hudson. –la rubia cruzó su brazo con el de Daniel.

-Usen protección. –dijo Rach antes de que se fueran.

(...)

-¿Por qué estamos enfrente de mi estudio de baile? –preguntó la oji-azul.

-Porque tu novio es un romántico. –dijo Daniel y abrió la puerta.

-Sí lo es. –sonrió la rubia al ver lo que estaba dentro del estudio.

Toda la sala estaba iluminada por luces de navidad blancas, había música lenta cubriendo el ambiente, Eddie había creado un picnic en medio de la sala; tenía sándwiches, queso, fruta, vino, rollos de canela, macarons, etc. Su novio sabía de su amor por la comida.

Eddie estaba parado enfrente de ella, casual pero más elegante de lo que usualmente estaba. La atrajo hacia el y le dio un pequeño beso en los labios. Belle supuso que Daniel ya se había ido.

-¿Te gusta? –le preguntó el castaño.

-Lo odio. –bromeó la rubia y Eddie rió.

-Gracias, bebe, me esforcé mucho.

-La verdad es que solo me quedaré por la comida.

-¿Entonces qué esperas, Bellepedia? –ambos rieron.

-Está todo muy hermoso, Eddie. –dijo la rubia y le dio un beso en la mejilla, luego camino con intención a sentarse en el mantel.

-Espera, antes de que te sientes y comiences a comer sin parar...–el oji-verde sacó un control de su bolsillo y cambio de canción. "Island in the Sun" de Weezer se reprodujo.

-Oh Dios. –rió Belle. –Esa canción.

-Era nuestra favorita el año que nos conocimos. La cantábamos todo el día, ahora seis años después. –le extendió la mano a la rubia y entrelazaron sus dedos –Tu me vas a tener que guiar porque soy pésimo y tu lo sabes.

A True AvengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora