Cap. 29: Ironías del destino

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Cuando la vez ahí, parada frente al altar, alado del hombre al que ama y tu mundo se viene abajo.

"¿Cómo sabes que la ama?" susurra su subconsciente. Esa parte de él que sigue deseando que todo sea un horrible sueño, que en algún momento va a despertar con ella a su lado. Su sonrisa recién levantada y sus ojos avellana teñidos de verde por la mañana. Sus pecas esparcidas alrededor de la nariz y las mejillas. Y su cabello enmarañado.

Siempre, aunque toda esperanza se vea perdida, el ser humano encuentra la manera de seguir esperando aun cuando no hay esperanza. A pesar de que sea completamente inverosímil el ser humano tiene la capacidad de encontrar esa pizca de esperanza. A veces tan grande que lo ciega de la realidad y nos preguntamos ¿Qué real? Una simple red de neuronas que se unen para formar un recuerdo en vida, dice la ciencia; Todo aquello que tiene un antecedente, dice la historia; Lo que tú decides que es real lo es aunque cada realidad es diferente para cada persona, dice la literatura.

¿Y entonces que son los sueños? ¿Son reales o solo es parte de nuestra imaginación?

"Si puedes soñar lo es porque puedes hacerlo realidad" susurra de nuevo su conciencia. ¿Qué pasa cuando lo que sueño está muy lejano de mi realidad? Ella, ella se había vuelto su sueño y ahora estaba parada frente a su familia, sus amigos, su prometido y Dios a punto de jurarle amor eterno a otro hombre. Ella era su cielo, su límite infinito y su razón para creer. Creer en un futuro y un "final feliz"

"Los finales felices no existen" su voz resonaba de nuevo en su cabeza. Aquel recuerdo nítido del primer beso, su primera pelea, su primera reconciliación y lo que siguió a la reconciliación: Entregarse, en cuerpo y alma, a la persona que amas. Cerró los ojos para alejar a la tristeza, nostalgia e impotencia que se asomaba en sus ojos. Respiro hondo y sonrió sin ganas porque a pesar de que él no lo era, ella era feliz. Suspiro después de darse cuenta que estaba conteniendo la respiración, como un mecanismo que lo mantenía "vivo" aunque solo fuera físicamente; porque mental y sentimentalmente estaba muerto desde que la dejo en el aeropuerto.

Jessica estaba igual o peor que Harry ¿Por qué la vida tenía tantas vueltas? Parecía que se burlaba de ella. Un día conoce a un apuesto muchacho en un Starbucks en Paris y poco después de salir en algunas citas empiezan una relación en la cual el termina rompiéndole el corazón. Regresa a Londres esperando no tener que volver a saber nada de amor y entonces otro apuesto muchacho se atraviesa en su camino. Al principio ella intenta evitarlo y el destino se esmera en juntarlos cada que puede y cuando por fin deciden estar juntos el mismo destino decide separarlos y mandarla de nuevo a Paris donde se rencuentra con el chico apuesto que le rompe el corazón y a pesar de que intenta evitarlo nuevamente el destino se esmera en juntarlos y cuando deciden casarse el chico de Londres regresa a su vida y ella se da cuenta de que por más que intenta odiarlo no puede, porque lo ama.

¿Y ahora? Ya no era una adolescente, era una mujer adulta y tenía que tomar decisiones como tal, aun cuando eso significaba que no sería feliz. Quería correr y tirarse en los brazos de Harry, decirlo que lo amaba y besarlo como si el mundo se fuera a acabar en ese preciso momento pero no podía, no tenía el valor para hacerle eso a Ron.

"Él ya te lastimo, regrésale el golpe" susurraba su conciencia pero no podía hacerle caso, Ron había cambiado y si el karma no le había regresado el golpe era por algo y ella no se lo cuestionaría; Una vez lo hizo y termino enamorándose y perdiendo, dos veces.

-Nos hemos reunido aquí, en tu nombre señor, para unir a estas dos personas- aquellas palabras eran como puñaladas para Harry y una alarma de peligro para Jessica – ¿Jessica Brooks aceptas a Ron Montrose como tu esposo? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida hasta que la muerte los separe?- esa pregunta, el momento de dudas ¿sí o no? Todos la observaban. Primero miro a sus padres, divorciados y casados nuevamente, su madre lloraba con una sonrisa en su rostro mientras su padre la abrasaba también con los ojos vidriosos. Luego miro a Andrew y Natalie, casados y con un pequeño de un año, ellos de verdad se amaban y eran felices, recordó que Natalie le había contado los problemas que tuvo que pasar para estar con Andrew y al final habían terminado casados. Luego a sus damas de honor; miro a Carol, a su lado estaba Niall, y se tomaban tímidamente de las manos, habían negado estar juntos pero de alguna manera todos sabían que ambos se amaban; Luego miro a Eleanor, a su lado estaba Louis, igualmente tomados de las manos, pero sin vergüenza alguna, con un brillo especial en los ojos lleno de sentimientos; Luego miro a Zayn y a Sam, a la cual ya se le empezaba a notar el embarazo, un anillo de matrimonio brillaba en su dedo anular igual al de Zayn, ambos tan enamorados que no era creíble; Luego miro a Danielle, a su lado estaba Liam, tan enamorados como los recordaba, con esas miradas que la hacían sentir una intrusa en su relación. Por ultimo miro a la gente que estaba congregada en la iglesia y entonces lo vio, parado alado de la puerta. Traía traje, el cabello rizado como siempre y los ojos le brillaban ¿Estaba llorando? El simple pensamiento le rompió el corazón. Sus miradas se entrelazaron y repentinamente no existía nadie en la habitación más que ellos.

-¿Jessica?- dijo Ron regresándola a la realidad ¿se habría dado cuenta de cómo Harry y ella se habían mirado? Se ruborizo ante el pensamiento.

-Perdón- susurro Jessica aun colorada –Si, acepto- y eso era todo, Harry sintió como su mundo se venía abajo por completo, ahora de verdad había tocado fondo. Le sonrió a Jessica pero ella se dio cuenta de que la sonrisa no le llego a los ojos y solo pudo verlo salir por la puerta. Con la cabeza agachada, los hombros encorvados y la mirada perdida. "no" susurro su subconsciente entre lágrimas pero tenía que ser fuerte, no podía ir en contra del destino y no lo intentaría. Hubo una época en la que ella jamás creyó en el destino pero Harry le había enseñado que si existe y no se puede ir en contra de él.

-Bien, Ron Montrose ¿Aceptas a Jessica Brooks como tu esposa? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida hasta que la muerte los separa?

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(4/5)

XOXO -Kels.

Encontrándonos Otra Vez ~ H.S ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora