Cap. 37: Costumbres y Recuerdos

32 1 0
                                    

Después de hablar con Jack, Jessica salió aún más confundida ¿Por qué tenía un presentimiento extraño? No es como si Florencia le desagradara, siempre había querido visitar Italia, pero era n sentimiento raro. De esas veces en las que no quieres más cambios, porque los cambios pueden ser buenos o malos y es mejor malo conocido que bueno por conocer. A veces solo quieres que tu vida se quede tal y como esta. En un tiempo te cansas de la monotonía y lo "normal" pero cuando cambias y las cosas no salen como quieres, peor aún, cuando no hay vuelta atrás, solo quieres que el mal tiempo pase para así acostumbrarte a tu error y cuando por fin lo logras, cuando de alguna manera sientes que todo es rutina de nuevo, ya no quieres cambiar. Quieres que todo se quede tal y como esta para evitar más errores y de alguna manera te aferras tanto que termina gustándote. No de la manera en la que disfrutas algo, sino que aprendes que las cosas podrían estar peores y es mejor no arriesgarse. Le encuentras todos los puntos positivos y te percatas de aquellos detalles insignificantes que no quieres cambiar.

Cuando uno toca fondo significa que no puede bajar más, por lo tanto solo puede subir y mejorar o estancarse, pero no bajar. De alguna manera, una vez que te acostumbras de nuevo, las cosas ya no parecen tan malas y cuando llega un cambio te das cuenta de que las cosas por fin están bien, porque no quieres cambiarlas. Sabes que podrían estar peor, sabes que podrían estar mejor, pero no te importa. Las cosas son buenas por fin y no quieres más cambios, menos cuando son tan importantes.

Pero había algo más, algo que Jessica aun no comprendía y era el escalofrió que se apodero de ella al escuchar "Florencia" y "Romeo y Julieta" en la misma frase. No quería tomar riesgos, a pesar de ser una gran oportunidad, pero había algo más, algo que ni ella entendía.

-¿Cómo te fue con Jack?- Pregunto Ron haciendo a Jessica dar un brinco del susto al sacarla de su ensoñación.

-Eres un idiota- dijo ella y ambos rieron –no debiste hacer eso- le reprocho ella recuperando la compostura.

-No es mi culpa que tengas la conciencia tan negra- contesto el divertido, él sabía que ella se refería a la presentación que él y Jack habían organizado pero no quería hablar de ello. Él sabía que Jessica era tenaz, decidida y con poca facilidad se olvidaba de las cosas. Pero solo quería darle tiempo al tiempo y evitar esa conversación.

-No te hagas el graciosos, ni tengo la consciencia sucia ni me refiero a que casi me matas de un susto- reprocho Jessica

-Bueno, eso te pasa por andar tan perdida ¿en qué pensabas?- pregunto Ron cruzando los dedos por que fuera algo que lo salvara de los regaños de Jessica por no mencionar nada acerca de lo que su junta con Jack podía tratar. Podía ser bastante dura algunas veces.

-Yo...- empezó Jessica pero sin saber cómo continuar se mordió el labio –solo pensaba en cosas irrelevantes- contesto recuperando la compostura.

-¿Segura?- pregunto Ron preocupado.

-Si- susurro ella olvidándose de que tenía que hablar con Ron acerca de la presentación en Florencia -¿Por qué no me dijiste que tu padre iba a ofrecerme un protagónico en una de mis obras favoritas? y aun pero ¿Por qué no me avisaste que sería en Florencia?- pregunto Jessica y Ron suspiro.

-No quería que te diera un ataque de paico como te está dando ahora- contesto repentinamente cansado mientras Jessica enarcaba una ceja.

-Buen trabajo- farfullo enojada.

-¿Porque decimos cosas de las que no nos podemos retractar y porqué extrañamos lo que nunca tuvimos?- pregunto Ron –son cosas que pasan belle, no te enojes- pidió Ron.

-Eres la única persona que me queda, o por lo menos en París- miro a Ron –no alejaría a la única persona que me queda aunque si estoy enojada.

-¡Vamos! ¡Es tu obra favorita! Te sabes todos los diálogos... ¿Por qué te enojas?- dijo Ron mirándola con una sonrisa de disculpas.

-Pero es una obra de ballet- dijo haciendo énfasis en la palabra "ballet" –no se trata de los diálogos sino de las coreografías, las piezas musicales, el estilo...- se mordió el labio nerviosa –necesito prepararme para estar en condición para la presentación- dijo más para sí que para Ron –hace años que no salgo en una obra de ballet y meses que no presento coreografía para un público... tengo mucho por hacer- pensó en voz alta.

-Tu puedes hacerlo, solo no te exijas demasiado, no más de lo necesario- le dijo Ron –no es casualidad que estés en esta obra, cando dijeron "Romeo y Julieta" automáticamente pensé en ti, además...- dudo en decir o no lo que estaba pensando –tienes que ir a Florencia- puso énfasis en "tienes" y antes de que Jessica pudiera preguntar el prosiguió –tengo que irme ¿quieres que te lleve a casa?- pregunto tomando su cazadora café para salir.

-No, iré a casa de mi madre- dijo ella poniéndose un sweater negro encima de la blusa de tirantes con la que ensayaba –de ahí puedo tomar un taxi o caminar a mi casa- le dedico una sonrisa tranquilizadora –ve tranquilo- finalizo ella.

-Deséame suerte- susurro Ron más para el que para ella.

-¿Suerte?- pregunto confundida Jessica haciendo a Ron ruborizarse, tal vez ni siquiera se había dado cuenta de que hablo en voz alta.

-Saldré con Heather- sonrió perdido –deséame suerte- el rojo carmesí en sus mejillas casi alcanzo el tono del cabello de Heather haciéndola sonreír. Era bueno que Ron no se estancara por ella. Tal vez ella también tenía que seguir adelante, el problema era que no quería.

-Entonces suerte- contesto ella con una sonrisa divertida mientras Ron le correspondía la sonrisa a modo de "gracias" y salía en busca de la pelirroja.

En cuanto salió del estudio de Jack el frío se coló entre las hebras de su sweater haciéndola tiritar. El verano estaba llegando a su fin y junto con este llegaba la temporada de lluvias, una de las favoritas de Jessica. La lluvia le recordaba a su padre, cuando ella era pequeña y se había negado a aprender ballet su madre la había obligado a continuar con las clases "ya te gustara" le decía a diario pero a ella solo lograba enojarla más. Cuando Natalie la traía a su casa de regreso de sus clases ella solía estas enojada con todo y todos, excepto su padre. Su madre nunca había sido muy afecta a la música, pero Jessica y su padre si, siempre que regresaba de ballet, siempre que se peleaba con su mama, siempre que se ponía a llorar porque se caía, siempre que se enojaba, siempre que estaba estresada, siempre su padre tocaba el piano con ella. La llevaba a escondidas al estudio y le enseñaba, al principio, notas. Luego pedazos de canciones y luego canciones completas, cada vez más complicadas, hasta que ella aprendió a tocar por sí misma y empezó a componer. "La lluvia es tu mejor amiga" le había dicho su padre alguna vez "siempre trae un arco iris, rayos de luz y color llenos de belleza y originalidad. Igual que la música, el baile, el arte, la literatura, la fotografía o cualquier medio artístico" Eso la había hecho probar todo tipo de medios artísticos. Había empezado con el baile por su madre, lo dejo por la música y luego lo combino con la literatura. Luego fue el arte y la fotografía y luego su gran amor por el ballet ¿Por qué las cosas no podían ser tan fáciles como eran antes? Cuando el piano, sus zapatillas, lápices de colores, un cuaderno en blanco, una cámara y libros era lo único que necesitaba para ser feliz. Cuando Harry no había entrado en su vida y Ron estaba en París sin ningún contacto con ella. Cuando el amor era solo algo que leía y escribía, cuando no era parte de su vida.

Sin darse cuenta, con la mente en otro mundo, llego a la casa de su madre.

Encontrándonos Otra Vez ~ H.S ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora