-Y dime... ¿Qué te trae por Florencia?- pregunto inocentemente Harry. Ambos estaban nerviosos, muy nerviosos. Estaban sumergidos en uno de esos silencios en los que no sabes que decir pero tienes la necesidad de hablar para acabar con el silencio. Algo parecido a un silencio incomodo, pero el silencio entre Harry y Jessica no era para nada incomodo, era extraño estar sentados el uno alado del otro tan tranquilamente después de todo lo que habían pasado, pero no era incómodo. Era como si de un momento a otro todo estuviera perfectamente alineado en el universo, como si por fin todo estuviera bien; porque así se sentían juntos, sentían que estaba bien lo que hacían. No sabían si era correcto, muchas veces no lo era, pero se sentía bien.
Cuando las personas se enamoran pueden volverse locas, pueden hacer locuras solo para demostrar lo que sienten porque es lo que sienten que está bien, lo que sienten que es correcto hacer. Para las personas que no han pasado por ese sentimiento, o que no recuerdan lo que es sentirse así, les parece una locura porque no lo entienden, porque no saben lo que algo pequeño, cualquier detalle, puede importarles a esas personas. Por eso creen que están locos, que han perdido la cabeza o que simplemente son idiotas, porque en realidad el amor te vuelve idiota, te vuelve un loco y hace que pierdas la cabeza. Pero no significa que este mal, porque la única manera de amar correctamente es así.
-No lo sé- contesto Jessica después de un rato con una sonrisa tonta en su rostro. Estaba pensando en todos los hecho de su lista ¿Por qué Florencia? De todas las ciudades del mundo ¿Por qué Florencia? Por alguna razón ella había acabado en Florencia, la misma ciudad a donde Harry había huido y le había pedido que no lo buscara. Y así lo había hecho ella, había dejado de buscarlo, había dejado que el destino, que el "si tiene que ser será", la guiara. Si su yo pasado, aquella chica que no creía ni en el amor ni en el destino, la viera en ese preciso momento la miraría por encima de sus gafas Rayban, aquellas gafas que prácticamente no necesitaba pero amaba usar, con sus ojos en ese entonces avellana, un tono que había cambiado a verde mezclado con miel con los años, y hubiera negado con la cabeza.
-El destino es solo una excusa para las personas que no quieren esforzarse y buscar aquello que desean- le hubiese dicho, y tenía razón. Aquella joven de dieciocho años parecía más realista que la mujer de veinticinco que era hoy, pero en realidad solo era más inexperta. Jessica había aprendido a confiar en el destino, porque a veces algunas cosas estaban destinadas a ser y a no ser. Podrías desvivirte intentándolo hasta lograrlo pero aun cuando lo logres no se sentiría bien sentirías un vacío, un "¿y ahora qué?", porque lo que le daba sentido era que no tenía sentido. En cambio cuando las cosas están destinadas a ser, puede costar mucho trabajo, puede que parezca que no debería ser así por lo complicado que resulta y eso no significa que el destino este conspirando en tu contra, sino que quiere que aprecies más lo que te va a dar y al final, cuando por fin está cerca, cuando por fin es tuyo, es cuando sabes que era lo correcto, porque lo sientes. Sientes que por fin todo está en su lugar... que por fin todo está bien.
-No puedes no saberlo- contestó con una sonrisa, una sincera después de mucho tiempo, Harry.
El repiqueteo de la lluvia que empezaba a soltarse sobre la ciudad era cada vez más más fuerte, una gran tormenta se estaba desatando lo cual les proporcionaba a Harry y a Jessica una banda sonora.
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-La razón oficial es que ayudare a Jack a promover su agencia aquí en Italia, pero no es la razón que suena correcta- contestó Jessica haciendo que Harry enarcara una ceja para indicarle que continuara con su explicación. Ella suspiro y le dijo:
-¿Jamás has pensado que las cosas pasan por razones que no entendemos? Que parecen tener una explicación lógica pero en el fondo sentimos que no es a verdadera razón, que la razón correcta va más allá de lo que entendemos- contesto Jessica distraída mirando por la ventana.
-Fue lo mismo que pensé el día en el que nos encontramos en las audiciones ¿recuerdas?- Harry no podía verle la cara a Jessica porque ella estaba mirando hacía la ventana pero ella podía verlo de reojo, sonrío al ver como él sonreía melancólicamente. Claro que lo recordaba.
-Estabas muy nervioso y tuve que hablar contigo para que pudieras cantar- se volteó para mirar a Harry y este la miro de reojo sin despegar los ojos del camino.
-Era el último lugar donde esperaba encontrarte... cuando Ed me dijo que la audición sería en París pensé en ti, en volverte a ver- Harry suspiro cansado, no era fácil decir lo que estaba diciendo sin que un profundo vacío lo llenara –luego recordé que nunca me contestaste ninguna carta...- la voz de Harry se escuchaba llorosa pero no había lágrimas en su rostro, tenía los ojos vidriosos pero se negaba a llorar. Tomo aire y pregunto lo último en voz alta -¿Por qué no me contestaste? Hubiera sido más fácil aceptar tu rechazo si me hubieras dado una pista...- Harry se negó a seguir hablando, no quería llorar frente a ella.
-Te diré esto porque es lo que debes saber, porque no mereces vivir pensando que no te contesté y que no me importas, porque en verdad me importas- Jessica suspiro y Harry la miro con duda, pudo imaginar la pregunta que se estaba creando en su cabeza "¿A qué se refiere?" –Yo jamás leí las cartas- pudo escuchar como el corazón de Harry se rompía en pequeños trozos de cristal –pero no porque no quisiera- una mueca de dolor y luego de duda invadió e rostro de Harry –Siempre he sido muy orgullosa, siempre espere a que tu escribieras primero para yo escribirte... todas tus llamadas, mensajes, cartas, correo, todo lo que me enviaste llego a Paris, pero jamás a mis manos- Harry se detuvo, justo alado del Puente Vecchio y miro a Jessica- sus ojos se conectaron y entonces Harry pudo sentir el dolor que los ojos de Jessica reflejaban. Ella suspiro y dijo:
-Lo lamento, si quieres de aquí en más puedo caminar, el hotel está a solo unos metros más- y sin esperar la respuesta de Harry se bajó de la coche y se dio cuenta de lo fuerte que estaba la tormenta para ese punto y entonces corrió, corrió lo más lejos que pudo hasta que Harry la alcanzo, tomo su brazo y la giro hacía el sin soltarla, impidiéndole seguir corriendo. Se miraron a los ojos, ella seguía siendo varios centímetros más pequeña que el aun con tacones. La lluvia los tenía completamente empapados para ese entonces pero no les importaba, solo importaban ellos. Ningún futuro, ningún pasado, solo un presente. Lo que estaban viviendo justo en ese momento y nada más.
Ella suspiro de nuevo y empezó a contarle como su madre y Ron ocultaron todo, como Ron quería decirle pero su madre no lo dejaba, porque no quería que Jessica pasara por lo que su madre paso. Entonces Harry lo entendió todo, tal vez nunca lo había dejado de querer pero él seguía sin saber que ella no estaba casada, que había renunciado a Ron por él, y eso seguía alimentando sus dudas.
-Yo jamás me enteré de todo eso- susurro llorosa Jessica pero sin soltar ninguna lágrima –Hasta después de que escapaste a Florencia, Ron fue a recoger sus cosas al apartamento y encontró las cartas. Me dijo lo que él y mi madre habían hecho y me pidió no odiarlo, después se fue y...
-¿Se fue?- la interrumpió Harry –no entiendo, si ya estaban casados cuando te lo dijo ¿Por qué se fue?- Jessica abrió los ojos a tal punto que casi se le salen de la cara y entonces recordó, él no lo sabe, no sabe que no estaba casada, que Ron le había dicho que corriera por Harry.
-Él y yo no estamos casados, después de que corriste fuera de la iglesia el padre le pregunto a Ron si aceptaba o no y él dijo que no- ella lo miro, él estaba atento. Podía ver como sus ojos brillaban de la emoción y la expectativa –me dijo que corriera a buscarte pero tú ya estabas en camino a Florencia- susurro ella y ahí fue cuando rompió a llorar, igual que él, pero por primera vez eran lágrimas de felicidad. Porque por fin podrían estar juntos.
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Encontrándonos Otra Vez ~ H.S ~
Teen FictionDespués de más de un año sin saber del otro, Harry y Jessica han hecho su vida, o reparado lo que queda de ellas, o eso piensan ellos ya que el día en que se vuelven a ver su 'pequeño mundo reconstruido' se cae y todo cambia para ellos. ¿Qué creen q...