Cap. 30: Verdades dolorosas

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-Bien, Ron Montrose ¿Aceptas a Jessica Brooks como tu esposa? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida hasta que la muerte los separe?

-Prometo serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de mi vida- Jessica sintió una lagrima en su mejilla y agacho la cabeza para ocultarla pero Ron le tomo la barbilla y se la levanto, la miro a los ojos y limpio la lagrima que se había escapado de ellos y luego sonrió -pero no puedo aceptarla como mi esposa- los ojos de Jessica se abrieron como platos ¿lo decía en serio? –Yo te amo y sé que tú me aprecias... pero no serias feliz conmigo, no mientras lo ames a el- los ojos de Jessica no se abrieron más porque no podían –cuando de verdad amas a alguien, estás dispuesto a sacrificar tu felicidad por la suya. Tu estuviste a punto de resignarte a no ser feliz por el resto de tu vida para que yo lo fuera y Harry estuvo dispuesto renunciar a su felicidad para que tu fueras "feliz"- marco las comillas con los dedos- conmigo. Si eso no es amor, entonces no sé qué es- ambos se sonrieron y ella lo abrazo y comenzó a llorar más fuerte, pero de felicidad.

-¿Lo dices en serio?- pregunto ella mirándolo a los ojos.

-Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, pero si amas a alguien más, prefiero que sea como tu amigo- más lagrimas -¿Qué esperas? Ve por el- ambos rieron y ella le dio un beso en la mejilla y corrió por el umbral hasta la salida de la iglesia.

¿A dónde iba? No tenía idea, no había visto por donde había salido Harry así que se decidió por preguntarle a la gente que pasaba si lo habían visto. Algunos le indicaban por donde ir y otros solo la miraban como si estuviera loca ¡Quien no lo haría? Tenía todo el maquillaje corrido por las lágrimas, su cabello era un conjunto de rizos despeinados y horquillas sueltas que asemejaban un nido de pájaros, su vestido de novia estaba manchado en los bordes por arrástralo por la calle y traía los zapatos de tacón en la mano derecha.

Al final, menos gente había visto a Harry y ella le había perdido la pista. Llevaba más de dos horas buscándolo y el cielo empezaba a nublarse, la música de llamada interrumpió su búsqueda sin resultados. Saco su celular del escote del vestido "Louis" marcaba la llamada.

-¡Al fin contestas! ¿Dónde estás?- pregunto antes de que Jessica pudiese decir algo.

Miro a su alrededor y se rio, no era una risa de felicidad, era una risa histérica, como cuando se quiere llorar pero en vez de ello empiezas a reír ¿podría el destino ser peor con ella? Justo debajo de sus pies descalzos, oculto por su vestido, se encontraba un círculo de piedra, en el medio, un octágono con una estrella en el centro donde se leía "POINT ZERO DES RUTES DE FRANCE"

-Estoy entre la rue St. Michel y la rue St. Jacques – dijo ella y sin más colgó antes de que Louis pudiera decirle algo más.

Miro a su alrededor, la gente seguía pasando. Algunos corrían para llegar a algún lado, otros paseaban con su familia o con su pareja, también había varios turistas tomando fotos y admirando Notre Dame.

-Deseo ser feliz- susurro cerrando los ojos, esperando que por alguna razón, con desearlo se volviera realidad. A los pocos minutos llegaron Eleanor y Louis en el coche de ese último.

-¿Te has vuelto loca? ¡No puedes salir de una iglesia durante tu propia boda y no decir ni a dónde vas!- grito Eleanor rodeando el coche para pararse frente a su amiga -¿estás bien?- pregunto al ver sus ojos rojos.

-No, en este preciso momento podría arrojarme de un edificio- susurro mientras abrazaba a Eleanor.

-¿De qué hablas? ¿Es porque Ron te dijo que no?- pregunto sobando su espalda mientras ella sollozaba más fuerte.

-Mejor vamos a casa, va a empezar a llover en un rato más- susurro Louis mientras Eleanor guiaba a Jessica al coche.

-¿Entonces te dijo que fueras a buscarlo?- pregunto Eleanor mientras le ofrecía una taza de té.

-Dijo que quería que fuera feliz...- dijo Jessica intentando calmar su llanto -¿aún no tienen noticias de él?- Louis había estado intentando comunicarse con él desde que habían llegado al apartamento y no sabía si había contestado o no.

-Sobre eso...- dijo Louis entrando en la habitación sentándose alado de Jessica –dejo esto para ti en su cuarto- y sin decir más Louis le hizo una mueca a Eleanor para que salieran de la sala y la dejaran leer tranquila –si nos necesitas estamos en la cocina- dijo Eleanor antes de salir de la sala.

Miro en sobre en sus manos. Era blanco y tenía "Jessica" escrito en letras mayúsculas. Volteo el sobre buscando alguna pista de sobre que podría tratarse la carta pero no había ninguna. Con cuidado abrió el sobre y saco la hoja que estaba dentro la cual decía:

"Jessica... (Sin querida porque odias las formalidades);

¿Qué te puedo decir? ¿Qué te amo y no te quiero ver con nadie más? Eso no cambiara nada, tú ya estas casada y yo no puedo hacer nada para revertirlo. Quiero que seas feliz y no cargues con el peso en tu conciencia de verme y pensar en que pudo haber pasado. Por eso me fui, no preguntes a donde, ni a ti ni a nadie le diré. Quiero empezar de nuevo... me gustaría volver a verte pero no podría soportar el hecho de verte envejecer con alguien más. Quiero que seas feliz sin importar lo que suceda. Tu alguna vez dijiste "si tiene que ser será" ahora estas casada... pero la promesa sigue en pie, si tiene que ser será.

Con amor, sinceramente tuyo, Harry"

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(5/5)

XOXO -Kels.

Encontrándonos Otra Vez ~ H.S ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora