-Lo hiciste genial- me aduló Ron entrando a mi cuarto.
-Tampoco exageres... estaba más que nerviosa- conteste alterada, aún seguía temblando de los nervios.
-Si me lo preguntas fue un paso bastante importante- susurro en mi oído acariciando mi espalada desnuda, lo cual provoco que un escalofrió me recorriera toda la espalda.
-Esto aún no termina- conteste con una sonrisa dudativa -Todavía falta salir a dar los agradecimientos... ¿crees que a tu padre le haya gustado?- inquirí nerviosa.
-Más que eso- contesto seguro –si le agradas la mitad de lo que a mí me agradas el estelar es tuyo- prosiguió feliz.
-Gracias por el apoyo, pero quiero el estelar por mi talento, no porque soy la novia del hijo del director- dije divertida.
-Futura señora Montrose por favor- prosiguió Ron con esa sonrisa perfectamente blanca en el rostro.
-Señora Montrose...- repetí pensativa –me gusta cómo suena- susurre para a continuación mirarlo con toda la apreciación posible. Quien iba a pensar que hace cinco años llegue a odiarlo a tal grado de planear venganzas inimaginables junto a Eleanor, Sam y Carol y ahora ellas serian mis damas de honor.
La vida puede dar mil u un cambios. A veces podemos estar en el punto más alto, aquel punto donde la realidad es mejor que los cuentos y prefieres mantenerte despierto porque todo a t alrededor es tan perfecto que incluso los sueños parecen poco en comparación. Lo positivo: todo es miel sobre hojuelas y felicidad, lo negativo: puede ser la tempestad antes de la tormenta.
Es por eso que a veces tenemos miedo, un miedo inconsciente, a ser felices. Tememos que de un momento a otro toda esa felicidad se vea afectada y tanto es el miedo que al final terminamos perdiendo ese equilibrio por algo banal o superficial... o tal vez así está escrito. Nunca he sido el tipo de personas que creen en las casualidades o el destino aunque mi propia vida perezca una cadena afectada siempre por el mismo karma. Llena de altibajos y sorpresas que deberían dejarme en claro que tal vez las casualidades o el destino si existen.
Pero para una persona multifacética, como la que yo me considero, es muy difícil creer en algo por mucho rato. A veces puedo ser positiva y creer que siempre se puede ser feliz, no importa que problemas haya alrededor; otras, soy pesimista, e imagino que precisamente se trata de la calma antes de la tempestad; Otras, y la mayoría del tiempo, soy crítica y analizo demasiado las cosas, encontrando todos los lados positivos y negativos y me guio por la lógica. También esta esa otra yo que es completamente opuesta a lo que mi imagen y actitud aparentan, a veces soy espontánea y loca. Creyente y soñadora. Poco crítica e impulsiva... entre varias otras cualidades.
Muchas veces dicen que las cosas le suceden al que menos las espera. Yo prefiero pensar que más bien las cosas le suceden al que menos cree en ellas. La vida está llena de oportunidades y a veces las personas que más oportunidades tienen son también las que menos las aprovechan o, por el contrario, gente que gasta su vida esperando una oportunidad que nunca llega, oportunidades que le llegan por montón a esas personas que no las saben aprovechar.
Pero... ¿necesariamente es no saberlas aprovechar? Más bien es un "no es lo que necesito" que se escribe "no es lo que quiero" y es que el ser humano es demasiado envidioso. Sueña con los bienes ajenos, deseando lo que los demás tienen y perdiendo oportunidades que otros anhelan.
Es por eso que pensar es necesario pero, al igual que todo, en exceso el malo. Si tienes la oportunidad, en mi caso, de ser feliz aprovéchala, disfrútala y gózala porque no sabes quién más la espere y viva soñando con ella. Así mimo no hay que gastarse la vida deseando lo ajeno porque a veces "felicidad" no es una meta, sino un trayecto, el cual es sinónimo de "vida" pero a la vez antónimo de la misma.
-Hablando de... Mañana no podré ir a cenar- dijo Ron –papa quiere que valla a una audición por él, dicen que puede llegar a ser el próximo gran solicita de Gran Bretaña así que saldré tarde...- susurro eso último en un tono apenas audible.
-O mejor te acompaño a la audición y de ahí nos vamos a cenar- repuse cambiándome el vestuario de la audición por ropa de calle.
-¿Te he dicho que te amo?- prosiguió alegre mientras ambos reíamos –paso por ti a alrededor de las ocho, la audición no tardara más de una hora así que de ahí nos vamos a cenar.
-Suena perfecto- conteste sonriente –nos vemos en unas horas, mientras tanto iré a hacerme las pruebas para el vestido- dije mientras guardaba mis cosas.
-Pensé que esperarías a tus amigas para ir... ¿no llegaban hasta la próxima semana?- preguntó antes de salir.
-Así era... pero Carol venía a visitar a su familia y era mucho gasto venir, irse y regresar la próxima semana así que decidieron adelantar los vuelos y Sam y Eleanor vendrán con ella.
-La oferta de que se queden en mi casa sigue en pie- dijo Ron.
-¡NO!... es decir... no cariño, no quiero causarte inconvenientes- y así era, pero no era la principal razón. En un principio las chicas se habían enojado conmigo por regresar con Ron, en especial Eleanor, pero al final habíamos hecho las paces y ellas habían aceptado ser mis damas de honor, con la condición de ver lo menos posible a Ron.
-Empiezo a pensar que no quieres mostrarme a tus amigos... ¡Ni siquiera le hemos dado la noticia a Liam! Conociéndolo se enojara contigo y luego ira a matarme- dijo Ron nervioso.
-No digas tonterías, si no le hemos dicho es porque no lo he visto- En los últimos cinco años la relación entre Niall y Carol había progresado bastante, a tal grado que Niall se había ido a vivir a Londres junto con Liam, el cual extrañaba a Danielle y estaba cansado de ir y venir de Londres a Paris y viceversa.
-Discutiremos eso luego, ahora tengo que irme nos vemos luego- antes de que pudiera decir más beso mis labios corteramente y se fue. Tenía un presentimiento, sentía que algo iba a pasar y no sabía si era bueno o mal. Algo así como mi don de adivinar la hora... El tema de la boda me tenía alterada, quizás solo era eso...
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4/10
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Encontrándonos Otra Vez ~ H.S ~
Ficção AdolescenteDespués de más de un año sin saber del otro, Harry y Jessica han hecho su vida, o reparado lo que queda de ellas, o eso piensan ellos ya que el día en que se vuelven a ver su 'pequeño mundo reconstruido' se cae y todo cambia para ellos. ¿Qué creen q...