Daimondios

Capitulo 9

CAPÍTULO 9: confusión

3 Semanas pasaron.

Durante todo ese tiempo Andy y yo hicimos lo imposible para averiguar que pasaba en realidad con Shey.

Lo que pudimos averiguar, era que nada de lo que la gente creía era verdad. Llamamos varias veces a Elliot, su asistente, y resultó ser que nuestra jefa tenía muchos asistentes, así que como nos enteramos que él no hacía nada durante el día más que aburrirse en su oficina, lo invitamos a que se nos uniera, con la excusa de que necesita supervisarnos.

La verdad era que Amanda y yo necesitábamos sacarle información, y aunque conseguimos mucho, la verdad era defraudante.

Sherin FernHill, aka Shey, no era más que una persona solidaria, que pasaba sus tardes en sus diferentes locales, organizando la mejor manera de salir adelante. También, recaudaba fondos de sus ventas para un barrio de niños, el cual no pudimos contactar (lo que fue sospechoso), pero según Eliot el lugar existe.

Su marido, por otro lado, si era un hombre raro. Pero de una manera que no esperábamos. Después de la primera charla con nuestros nuevos amigos del centro comercial, nos volvimos a juntar, pero en nuestro local (más específicamente la parte de atrás del local) y todos quedaron impresionados.

Amanda se aprovechó de que Fred tenía intenciones ocultas con ella (no tan ocultas) , y averiguó qué era lo que pasaba con el marido de mi jefa.

Tenía cicatrices en la cara, y siempre que venía, la gente se impresionaba y gritaba, o hasta algunos niños salían corriendo y se perdían, y las personas como Willie, también conocido como el intolerable William, inventaban historias de cómo él los secuestraba por burlarse de sus heridas producidas por el Gran Final.

Aún así, no los descartamos como posibles acosadores o superhumanos, o lo que sea.

La buena noticia es que nos hicimos nuevos amigos, y mantuvimos contacto con nuestros viejos amigos. Félix y Jess ya se mudaron juntos a Washington, y Trix decidió ir a la Universidad en Montana junto a Rex, pero en diferentes carreras.

Aquí, ya somos amigos de Sara, Fred, y Willie, pero solo Hens se lleva bien con él, casi siempre vamos al mismo restaurante o cocinamos, pero no es necesario porque cobramos mucho más de lo normal, lo que nos llevó a más conclusiones.

Hens cree que es porque trabajan en una joyería, pero yo sé que hay algo detrás de todo esto.

Andy y yo decidimos que era hora de hacer un cambio, teníamos que empezar a usar nuestros talentos, entrenar, y comprenderlos... aunque no sepamos cómo hacerlo.

-¿Qué es eso?- Me preguntó Andy.

-Agua en hierro. Creo que todavía no soy capaz de derretir el hierro así que me pareció buena idea.-

Andy estaba confundida. La luz de la lámpara que habíamos traído al techo alumbraba demasiado y pude notar como ella achinaba los ojos para verme mejor.

-La idea es esta. Primero, tu tienes que congelar el agua, luego yo la derrito. Y cuando los dos lo dominemos podremos empezar a hacerlo desde lejos ¿Ok?-

-De acuerdo.-

Andy se arrodillo para hundir sus manos en el agua, cerró los ojos, y dejó salir todo su poder, y digo todo su poder porque en menos de 2 segundos todo el piso de la terraza se había congelado.

-Wooow.- Dije lentamente.

-¿Will? Creo que no pensamos esto muy bien...-

-¿A qué te refieres? Ah, claro, congelaste todo...-