Daimondios

SEGUNDA PARTE

SEGUNDA PARTE: Justos

-Me dirás en este preciso instante, Asteron qué fue lo que hiciste con esa niña.- Una mujer petisa, derecha, que reclamaba autoridad preguntó.

-A tí no te tengo que decir nada, Maleba.- Preguntó el joven.

Maleba, por un segundo, se encontró con la guardia baja. El hecho de que esta "criatura", como ella solía decirle, supiera su nombre la ponía en peligro.

Pero en cuanto se dió cuenta, corrigió su expresión.

El joven, al notar esta acción, resopló con gracia, y una sonrisa maliciosa se formó en su faz.

-No es ninguna niña, por lo que me ha dicho mi madre, es poderosa.- Él, hablaba de una manera que le parecía intolerable a la mujer de blanca, corta y resplandeciente cabellera.

-Pero ella no lo sabe, Asteron.-

Un brusco movimiento del muchacho, los dejó con una mínima distancia entre los dos. La muralla transparente parecía ser solo un simple velo a los ojos de Maleba, quien saltó de la sorpresa, y atemorizada, fue incapaz de mover un dedo para alejarse.

-Tú no eres digna de llamarme así. Solo 3 personas tienen, o tuvieron el derecho de nombrarme de esa manera.- Su rostro emanaba furia, y cada palabra la pronunciaba como si estuviera tirando veneno. -Tienes suerte de que estoy esperando su mandado para salir de esta miseria de cárcel, porque si no, tu rostro estaría ardiendo en este preciso momento.

Una pequeña llama, como la de un fósforo, comenzó en la punta de la pollera de la mujer, quien rápidamente, y con uso de sus habilidades, la apagó.

-¿C-Cómo es que hiciste eso?-

-Eso ni se acerca a todo lo que puedo hacer. Así que, te recomiendo que dejes de darme órdenes, o amenazas si es que quieres seguir viviendo.-

La mujer, aterrorizada, por la advertencia del joven, se alejó. Pero antes de dejar su compañía dijo.

-Esa niña está completamente fascinada con lo que somos. Piensa que encontró a su familia. Ya dejó de pensar en sus antiguos amigos. Y si la leyenda tiene la m'nima posibilidad de ser cierta, mientras esté bajo nuestro encanto, jamás dejaremos que establezca contacto con los otros dos. El pacto se rompió y su mente está "encantada" podríamos decir.- Maleba dijo sus palabras con odio y superioridad, como si todo estuviera perfectamente controlado.

-Pues, con más razón, mi madre se alzará, pues combatir a una pobre niña es mucho más fácil que combatir a 3.-

-Hemenser nunca se alzará.-

-La comandante superior, Hemenser, mi reina, y mi madre, se alzará con todas sus fuerzas, y hará cenizas toda su estúpida civilización de daimondios.-