Daimondios

Capitulo 9

CAPÍTULO 9

Amanda

Los recuerdos de Code siguieron pasando, pero esta vez se dirigieron al lugar más oscuro de su memoria, literalmente, porque los recuerdos aparecían con tonos más bajos y tristes.

Esta era mi tercer misión junto a Shane. Él me había negado ir a su lado muchos años antes, cuando todavía era mi hermano y no una máquina. En ese entonces, él estaba decidido a que yo era muy chico para ir, que cualquier cosa podría dañarme o matarme, y aunque yo era joven entonces, nada de eso era verdad, él solo estaba siendo sobreprotector.

Pero eso no me impidió buscar otras misiones.

Normalmente peleaba junto a Emma, ella no tenía ningún problema en desafiar a Shane y enviarme al campo, sabía que yo estaba en las mejores condiciones para la batalla.

Pero luego de nuestra pelea de miradas y palabras... nunca creí que él me hablaría de nuevo. Peor aún, que me indicaría ir a una misión, de alto riesgo, a su lado.

Estaba confundido y mis sentidos me indicaban que no debería ir, que algo malo sucedería, pero al ser un código 6, no tuve más remedio que asistir a la batalla.

Los shiens somos silenciosos, ágiles e inteligentes, nuestros líderes lo son más todavía, es por esto que cuando un helicóptero se posó frente a nosotros el equipo completo se lleno de preguntas.

El transporte más ruidoso llamativo y débil era ese armatoste.

-Shane, esto es una locura.- No respondió.- Nosotros no trabajamos con este tipo de transporte, es muy delatador.- Su mirada seguía en las notas en sus manos, evitando completamente las opiniones de todos.

De repente alzó la vista aunque no hacia mi.

-Shiens.- Llamó. -Aquí nos encontramos los más fuertes de la familia.- Comenzó su discurso alentador hacia los 10 shiens que nos encontrábamos ahí.- La selección de los participantes de hoy fue muy difícil. Ustedes son, a nuestros ojos.- Dijo indicando su persona y la de Emma.- Los guerreros más talentosos de todos. Como habrán visto, el informe no daba detalles sobre el lugar, el motivo, o la duración. Esto es porque es un secreto de la comandancia, no se le puede comunicar a nadie más que los involucrados.-

Antes de continuar hablando Shane inhaló una buena cantidad de aire para luego soltarla, en busca de fuerza.

-Es en el mercado negro.-

Mi corazón comenzó a latir más rápido. Ese era el centro de todos los mercenarios ladrones y repudiados de planetas que contenían más de lo mismo, y aprovechando la inocencia de los humanos trajeron sus aposentos a la tierra.

El problema principal, era que éstos tenían alianzas de paz con los saiamonds pero no con los daimondios. El odio que nos tenían era brutal. Nunca hubo un daimondio que saliera intacto de ese lugar.

-Necesitamos establecer relaciones con algunos comerciantes importantes para poder conseguir materiales que se nos hacen imposibles de encontrar por nuestros propios medios.-

No volaba una mosca, y la voz de Shane apuntaba al piso. Él, como todos los demás, sabía que era una misión suicida, por eso habían llamado a los mejores.

No nos dió detalles sobre quienes eran los comerciantes ni donde se encontraba, dijo que esa información nos la iban a dar mientras estuviéramos llegando.

-Eso no explica por qué viajaremos en esa cosa.- Dije alzando mi voz para que todos me escucharan y así Shane no me ignorara.

El resto de la familia me apoyó, exigiendo una respuesta. Me situé delante de todos, enfrentando a Shane. Mi cuerpo había crecido en los 5 años que llevaba entrenando, y ahora mi estatura era mayor a la de mi hermano más grande, y mis músculos más tonificados. Alcé mi mentón para darle una señal de que no estaba debajo de él, y sentí como si de repente él se hubiera achicado ante mi presencia.