Secretos Del Pasado [Luisabo]

6

Gabriel buscó a Luis por toda la escuela hasta que lo encontró sentando.
—Oye disculpa no era mi intensión. — Dijo Gabriel sentándose a su lado.
—Descuida, pero si eso es lo que quieres esta bien, te ayudare a subir tus calificaciones lo suficiente para que no repruebes el año. — Contestó Luis sin dirigirle la mirada.
—No, es que no quiero solo eso, de verdad me gustaría que fuéramos amigos. Estas ultimas semanas me la he pasado bien contigo. — Respondió Gabriel.
—Eso no fue lo que dijiste hace un rato. — Contestó Luis enojado.
—Se lo que dije y te pido nuevamente una disculpa, estaba muy enojado y no sabia lo que decia— Dijo Gabriel.
Luis se paró y sin voltear a ver a Gabriel le dijo:
—Te veo más tarde en mi casa—

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—Esa fue nuestras primer pelea—Dijo Gabriel.
—Cierto y como siempre tu rogandome— Dijo Luis y soltó una risa ligera.
—Siempre has sido una nena. Mía por cierto— Contestó Gabriel con picardía.
—Ya vas a empezar con tus cosas Montiel— Dijo Luis.

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Los días pasaron y efectivamente Luis seguía enseñándole a Gabriel pero nada más. Durante la escuela ninguno se dirigía la palabra, Luis seguía enojado y Gabriel por miedo a que las cosas terminaran peor.
A raíz de su pelea Luis pudo conocer personas nuevas. Federico, Nadia y Luz ahora conformaban su grupo de amigos.
Gabriel no toleraba a ver perdido su amistad y menos aun que estuviera tan cercano a Luz. A decir verdad, sentía celos pero no sabía si eran por Luz o por ¿Luis? Así que un día mientras tenían su respectiva clase de repaso se armo de valor interrumpiendo su explicación y le pregunto a Luis.
—¿No piensas perdonarme jamás?—
A lo que él hizo caso omiso y siguió.
—Te quise una pregunta Luis Ángel.— Retomó la palabra Gabriel.
—¿Tengo algo que perdonarte?— Preguntó Luis sin dirigirle la mirada.
—Si, lo de aquella vez en el salón. —Respondió Gabriel.
—¡Ah! Por eso.— Dijo Luis cortante.
—Es en serio Torres, de verdad no tolero tu indiferencia y más aun que... —Dijo Gabriel haciendo una pausa.
—¿Aun que?— Preguntó Luis volteando a ver a Gabriel.
—No, nada Olvidalo.— Respondió Gabriel agachando la cabeza.
—¿Es por Luz?—Preguntó Luis.
—Dejate de estupideces —Dijo Gabriel dando un salto de su asiento.
—Entonces explicame, por que ya no estoy entendiendo nada.—Dijo Luis poniéndose de pie.
—¡Es por ti Luis!— Gritó Gabriel.