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Gabriel se apartó.
—¿En serio pensabas dejarte besar?— Preguntó Gabriel con asombro y confusión a la vez.
—Claro que no ¡Eres un estúpido Gabriel!—Dijo Luis y salió de su habitación.
Gabriel lo siguió y cuando finalmente logró alcanzarlo.
—Oye, disculpa no sabia que eras gay.— Soltó una breve risa al final.
—No soy gay estúpido, tú eras él que me iba a besar, a mi parecer el gay es otro.
—¿Quieres saber la verdad? — Le preguntó Gabriel.
—Por favor. Estoy muy confundido. — Respondió Luis.
—En ese momento me dieron muchas ganas de besarte y no se por que, jamás había querido besar a un hombre— Dijo Gabriel con timidez.
—Si no te hubieras movido hubiera pasado. — Dijo Luis susurrándole al oído.
Gabriel al escucharlo y sentirlo nuevamente tan cerca de él, tomó su mentón y sin dudar lo beso, al principio Luis no le respondía así que mordió su labio inferior haciendo que soltara un pequeño gemido involuntario.
Poco a poco Luis recorrió con sus manos la espalda de Gabriel hasta llegar a su nuca. Aquel ultimo besaba de una manera impresionante, el jugueteo de sus lenguas  iba haciendo más grande la excitación.
—Tienes que parar— Dijo Luis apartándose un poco.
—¿Seguro?—Respondio Gabriel mordiendo el labio de Luis.
El beso siguió por un par de segundos hasta que se quedaron sin aire.
—Nadie se va a enterar ¿Verdad? —Preguntó Luis un poco agotado.
—Nadie, sera nuestro secreto— Dijo Gabriel acariciando el rostro de Luis.
Después de un tiempo, Gabriel se fue a su casa, estaba feliz por lo que había pasado pero en él también existía la confusión del por que lo había hecho.
Los días pasaron, cuando estaban estudiando se daban uno que otro beso sin temor a que nadie los viera, como si no les importara que fueran del mismo sexo, a Gabriel que tuviera novia y a Luis que Luz quisiera algo con él.
—¿Me das otro?— Le preguntó Gabriel a Luis mientras se recargaba en su hombro.
—Montiel, es el cuarto que te doy, ya por favor podríamos estudiar, mañana es él examen de Química y no sabes nada— Dijo Luis un poco estresado.
—El último y ya, andale un chiquito chiquito...— Dijo Gabriel con voz aguda.
Luis se acerco y cuando ya estaban a punto de besarse sonó el celular de Gabriel.
—Te salvo la campana, pero ahorita no te me escapas— Dijo Gabriel.
Aquella llamada que recibía era de Mariand, estaba preocupada por que hace tiempo no habían hablado y temia que algo malo le hubiera ocurrido.
Luis al escuchar de quien se trataba, sintió un hueco en el estomago. Intento ignorar la conversación pero no pudo sus celos fueron muchos. Cuando Gabriel término al fin.
—Ahora si Torres, me debes un beso — Dijo Gabriel tomando su nuca de Luis.
—¡Imbécil!— Reclamó.
—¿Que te pasa pendejo? Me lastimaste— Respondió Gabriel tocándose el abdomen.
—¡Estas bien estúpido! Te besas conmigo y tienes novia, ¿Que? Soy la que mientras ella no esta. — Enojado contestó Luis.
Gabriel no pudo evitar reír al ver aquella escena de celos que le habían plantado.
—¿De que te ríes? — Dijo Luis volviendo a empujar a Gabriel.
Esta vez actuó rápido y tomó a Luis de las muñecas hasta que logró tirarlo a la cama.
Gabriel quedó encima de él dejando prácticamente inmóvil.
—¡No me vuelvas a empujar!— Reclamó Gabriel. — Sabes una cosa, me encanta cuando te pones celoso, esa mirada tan potente que tienes que vuelve loco— Dijo Gabriel con seducción acercándose a la boca de Luis.
—Ni se te ocurra Gabriel— Respondió Luis forsejeando un poco para safarse.
Era algo inútil, sabia que Gabriel era mucho más fuerte que él y que por ningún motivo iba a poder quitárselo de emcima.
—Te va a gustar— Dijo Gabriel.
Besó a Luis, esta vez de una forma diferente, ruda, imponente, quería dejar en claro quien mandaba. Mordidas combinado con la presión que ejercía en sus muñecas hacía que Luis gimiera de placer combinado con dolor.  Tuvo que parar, el sabor a metal debido a la sangre que emanaba del labio de Luis ya era muy potente.
Gabriel se quitó de encima, recostándose. Luis no paraba de quejarse del dolor de la cortada que le había provocado a lo que Gabriel interrumpió.
—Mi novia viene a verme mañana —
Ambos se miraron, Luis no pudo ocultar su enojo, por consiguiente se levantó de la cama dirigiéndose al baño, ignorando por completo lo que había escuchado.
Gabriel se paró en la puerta y observó como se lavaba la boca.
—Y quiero saber que somos— Dijo Gabriel.
Luis levanto la mirada observándolo por el espejo.
—¿Que somo de que? —Preguntó con indiferencia.
—Pues si, llevamos varios días haciendo esto ¿Hay algo entre nosotros? — Contestó Gabriel.
—¡Ah! ¿Que no era un juego? —Respondió Luis evadiéndolo para poder salir del baño. Esto último lo había dicho por rabia, de alguna forma quería hacer sentir mal a Gabriel. Pero él era muy astuto, sabia por que lo decía, si Luis quería juego eso tendría.
—Perfecto. Mi amor— Hizo unas comillas con sus dedos. —Pero recuerda que aquí tu eres el balón, y yo soy el jugador— Dijo Gabriel con resentimiento.
Tomó sus pertenencias y salió de la casa ambos quedaron muy enojados.

Secretos Del Pasado [Luisabo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora