Disney University 2

Capítulo 4: Un cuento de nunca acabar

Adrien

Después de bañarme y quitarme lo pegajoso del refresco (y tirar a la basura mi atuendo completo, ush) me fui directo a la cama. Si antes no me caía tan bien Chloe, ahora menos.

No llevamos ni una semana aquí y ya somos la burla de todo mundo, y eso que no hemos hecho nada malo. No estoy acostumbrado a no ser popular, por muy tonto que suene, y creo que no me gusta no serlo. No está padre que te bañen de refresco de pies a cabeza.

Salgo del baño de chicos sólo con una toalla amarrada en la cintura, y de pronto, en el pasillo, me topo con Marinette, usando una bata rojo con rosa, y con el pelo empado. Suelta un grito y se cubre los ojos, y yo cruzo los brazos sobre el pecho como si fuera una niña.

-¡ADRIEN!

-¡MARINETTE!

-¡AHHHHH!-Gritamos los dos.

-¡Lo siento! ¡Yo sólo iba a mi cuarto!-Exclamo yo.

-¡Y yo al mío!-Exclama ella apretándo los ojos.

-¡ADIÓS!-Exclamamos los dos. Corro a encerrarme a mi cuarto y me apoyo en la puerta, como si Marinette tuviera rayos X para poder ver a través de ella o algo así. Me visto en dos segundos y me meto a la cama para dormir, intentando calmar a mi corazón del susto de hace unos minutos.

Marinette. Ella y yo éramos buenos amigos cuando vivíamos en París. Ella es una chica muy amigable, y francamente me vine a Disney University algo triste de pensar que no volvería a verla nunca. Lo bueno es que estamos en la misma casa, y ahora podemos hablar más.

A la mañana siguiente, bajamos todos a la cocina a esperar a las chicas. Todos los chicos teníamos cara de fastidio y estábamos sentados en las mesas de la cocina, con Pop Tarts y tazas de café en la mano.

-Esto va a ser una laaaaarga espera-Dijo Adam mientras dejaba caer la cabeza sobre la mesa.

-Y que lo digas. Seguramente están intentando decidir si se les ve mejor la blusa rosa fuerte o rosa chicle-Dijo Maui cansado.

-O si combina con su humor la playera azul asiento de autobús o azul medicina-Dijo Nino harto.

Yo ya estaba preparado mentalmente para esperar por horas y horas en lo que deciden si los adornos de sus faldas combinan con los broches de su cabello.

Marinette

-¡Y miren! El bordado de mi falda combina con el color de mi diadema-Exclamo yo mientras doy vueltas.

-¿Es en serio? ¿Qué es lo difícil de escoger una blusa, unos pantalones o falda y listo?-Pregunta Tiana fastidiada.

-¡TODO! ¡Es el primer día de clases!-Exclamo yo.

-¿Y? No veo el punto de ir el primer día de clases vestidas como modelos para ir el resto del curso con chanclas y pants-Dice ella mientras se pone una camiseta verde holgada. Yo en cambio llevo una falda de mezclilla oscura con decoraciones rojas. Llevo una blusa blanca, y claro, una diadema roja.

-¡¿Podemos salir de aquí?! ¡Ya me quiero ir a clase!-Exclamó Tiana desesperada.

Salimos del vestidor, juntas como si fuéramos los Ángeles de Charlie, y vemos a los chicos perdidamente dormidos sobre la mesa de la cocina. Adrien incluso está babeando sobre un pan con mermelada. Se ve tan adorable...

-¡DESPIERTEN QUE HAY QUE IRNOOOOOOS!-Exclama Moana mientras golpea la mesa con la palma de su mano. Los chicos despiertan de golpe.

-No esperaba eso-Dice Maui frotando sus ojos.