Capítulo 63: La Graduación

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Stitch

Mucho tiempo después...

Tal como imaginamos, los días sin Golden Butterflies a nuestro alrededor fueron más tranquilos y  callados que antes. Ya no tuvimos que pelear con nadie diariamente, no tuvimos que cuidar nuestras espaldas por miedo de acabar muy, muy mal, pero por lo menos nos sentíamos bien porque habíamos hecho justicia.

La familia de Adrien y la familia de Miguel vinieron de visita un par de veces, e incluso Nathalie, la tutora gruñona de Adrien, se había adaptado a nuestra extraña vida. Los Ancestros...bueno, muchos de ellos habían recibido la noticia de que iban a se padres, y nosotros nos pusimos muy alegres por ellos. Incluso prometimos que nos mantendríamos al pendiente de ellos y del preescolar que iban a traer al mundo. Incluso los abogados ahora pasaban tiempo con nosotros como amigos. Oficialmente, todo en nuestras vidas ahora era amor, paz, y dulzura...

-¡Enanos! ¡Si alguno de ustedes tres vuelve a agarrar mi computadora les juro que los voy a encerrar con Jumba y Pleakley!-Grita de pronto Tiana desde el piso de arriba mientras los tres niños bajan las escaleras corriendo y se esconden en un armario en la entrada.

Bueno, casi todo.

-Espera un minuto. ¿Por qué pasar tiempo con nosotros se volvió un castigo?-Pregunta Jumba confundido desde el jardín. Él y Pleakley están trabajando en una especie de invento nuevo que nadie sabe qué es.

-No lo sé. ¿Porque sus inventos siempre acaban de manera dolorosa, quizá?-Pregunta Moana bajando las escaleras con la cabeza vendada. Desde el comedor, Adrien levanta un brazo vendado y Wilbur les enseña un moretón en su rodilla. Si alguien tiene dudas, intentaron reparar una lámpara en la sala. Eso como tal no sería malo, pero lo que nunca dijeron es que usaron partes del carrito de golf, específicamente, los frenos. Y cuando algunos de nosotros quisieron usar el carrito para ir a clases, el carrito acabó hundido en el lago de la universidad porque era la única manera de frenarlo. Nadie los ha perdonado.

-En nuestra defensa, la lámpara sirve bastante bien-Dice Pleakley. Como si lo hubiera escuchado, la lámpara de pronto se prende fuego y Mickey la apaga corriendo con un extintor.

-Chicos, en serio tienen que controlarse. Este es el tercer incendio en la semana-Digo yo cruzando los brazos.

-¿Y? Nadie ha tenido que reparar nada. Además, por lo menos nosotros quemamos la casa haciendo cosas interesantes, no porque no sabemos como desayunar-Responde Jumba señalándome con un desarmador. Touché.

-¡Más les vale que no quemen sus trajes! ¡Me pasé una noche entera diseñando sus tuxedos y no quiero que los dañen! ¡Mañana es la boda, y después sí pueden hacer lo que quieran!-Exclama Marinette desde la cocina.

Lilo de pronto llega y se sienta junto a mí con una sonrisa.

-Me gusta esta nueva vida, sin mariposos dando vueltas a nuestro-Dice ella alegremente.

-También a mí. Ahora solamente tenemos que acostumbrarnos a que la casita del jardín explote cada diez minutos y entonces nuestra vida será perfecta-Digo yo mientras ella se deja caer sobre mi regazo.

-¿Estás feliz por la boda de mañana?-Pregunta ella con una sonrisa. Ah, claro. Mañana hay boda en la familia de Dream Fighters de nuevo.

-Por supuesto que lo estoy. ¿Tú?

-También. Estoy demasido emocionada-Dice ella con una sonrisa. Le di un beso en la frente y nos enderezamos-Mejor vayamos a dormir porque mañana tenemos que levantarnos muy temprano, a menos que quieras tener a Marinette y a Belle molestándote por levantarte tarde.

Ella se ríe, y todos nos vamos a dormir.

A la mañana siguiente, varias horas después...

No había demasiados asistentes para la boda, sólo nuestros amigos. Era casi tan sencilla como la de Marinette y Adrien, con la diferencia que había menos invitados. Yo me sentía sorprendentemente feliz, y Lilo, que se veía hermosa, no paraba de sonreír.

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