Final: Una familia para siempre

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Adrien

El tiempo se pasa mucho más rápido cuando ya no estás en la universidad. Los Ancestros tuvieron hijos propios, muchísimos de ellos. En ese aspecto nosotros fuimos muy parecidos a ellos. Por supuesto que estaban Nina y Alec, que parecían crecer a la velocidad de la luz, pero al cabo de un par de años el preescolar creció. Tiana y Naveen tuvieron un hijo llamado Ted, Moana y Maui tuvieron una hija llamada Oceana, Belle y Adam tuvieron dos, un niño llamado Benjamin y una niña llamada Celine. Mickey y Minnie tenían un niño muy pequeño llamado Michael, como su papá. Lilo y Stitch habían decidido que su vida estaba bien sin tener hijos, y eso estaba bien también. Marinette y yo los queríamos, pero pues, algunas cosas no siempre se dan. Ya nos habíamos resignado a no ser padres, o a adoptar en el futuro. Eso ya estaría por verse, porque si algo aprendí con esta universidad es que el futuro es incierto.

Hoy, en el aniversario de la graduación, habíamos decidido hacer una fiesta en el tejado del edificio donde todos vivíamos (y viviríamos por siempre, al parecer). Los Ancestros no habían podido venir. Como sus hijos eran mayores tenían más cosas que hacer, y por ende no siempre podíamos vernos. De cualquier manera seguían siendo parte de nuestra familia. Ahora la casa de Dream Fighters estaba ocupada, y después de esos chicos vendrían otros, y después de esos, otros. Yo sólo esperaba que fueran tan unidos y se quisieran tanto como nuestros Ancestros, o nosotros.

Mientras veíamos al preescolar de niños jugando en una alberquita de pelotas, Marinette se me quedó viendo.

-¿Qué se siente que va a salir una caricatura sobre nuestros alter egos pero nadie tiene idea de quién está detrás de la máscara?-Pregunta ella.

-Ya veremos. Por lo que escuché las acusaciones de Chloe Burgeois sirvieron para que los escritores nos usaran como personajes. Espero que me muestren como soy, guapo, sensual, y sorprendentemente carismático-Digo yo guiñándole el ojo.

-¿Crees que muestren que tu colección de productos para el pelo es más grande que la mía?-Pregunta ella con sarcasmo-¿Crees que los Ancestros se diviertan mucho con su preescolar? Creo que es el triple de grande que el nuestro.

-Yo creo que sí, aunque creo que ya desinflaron a Baymax más de una vez-Le respondo riendo.

-No estás enojado conmigo porque no podemos tener uno, ¿verdad?-Pregunta ella casi con un dejo de tristeza.

-No, en absoluto. Quizá tú y yo seremos de esas parejas que gastan todo su dinero viajando por el mundo, o que adoptan muchos niños, o podemos tener un perrito, aunque no estoy seguro de que a Plagg le guste mucho un perro. Pero quizá podemos ser felices sin un bebé. Si algún día un niño llega, lo amaré con todo mi corazón. Si no, te amaré a ti con todo mi corazón-Digo yo.

-¡Ah, por cierto! Nos compré playeras iguales a ti y a mí para esta fiesta. Creía que sería cursi, pero no perdemos nada siendo cursis-Dice ella mientras saca de su bolsa una playera negra enrollada. Yo la desenrollé, me la puse, y vi que la playera tenía escritas las palabras ¡Lo logramos! en verde.

-¿Es por la graduación? Te dije que no me molestaras de nuevo por haber reprobado una materia y haber tenido que repetirla-Digo yo mientras me cruzo de brazos.

A modo de respuesta Marinette abre su chaqueta y me muestra su playera, negra también, y también decía ¡Lo logramos! La diferencia es que la suya tenía una mancha blanca en el estómago.

No, no una mancha roja. Era la silueta de un bebé.

-¿Qué...?

-Me enteré cerca de unos tres meses atrás, pero quería esconderlo hasta estar segura de que todo estaba bien y que no había riesgos. Todo está bien, no hay un sólo riesgo-Dice ella con una sonrisa mientras sus ojos se llenan de lágrimas. Sin darme cuenta yo comienzo a temblar y a llorar también.

-¿Lo logramos, al fin?-Pregunto.

-Lo logramos, al fin.

-¿Tantos años después?

-Tantos años después.

-¡Lo logramos! ¡Lo logramos!-Exclamo yo mientras me levanto de inmediato y la abrazo, comenzando a llorar como un niño pequeño.

-Lo logramos. ¡Carajo, lo logramos!-Exclama ella también llorando.

-¿Chicos? ¿Por qué están llorando? ¿Van a divorciarse? Oh, maldición. ¿Alguien sabe si los abogados ya regresaron de su luna de miel?-Pregunta Stitch.

-¡Lo logramos!-Exclamo yo arrastrando a Marinette hacia la mesa donde están todos.

-¡Lo lograron!-Exclaman mis amigos al mismo tiempo, junto con sus hijos. Todos comienzan a aplaudir, y yo no podría estar más feliz.

-¡Propongo un brindis, por el aniversario de Dream Fighters y la mejor generación de la historia!-Exclama Stitch. Yo me ofrezco, cosa rara, porque yo toda la vida busqué escapar de dar los brindis, pero hoy es un día tan asombroso que simplemente no quiero evitarlo esta vez.

-Bueno, cuando me inscribí en la fraternidad lo hice porque Marinette me convenció. Yo no tenía muchos amigos en este país salvo por ella, Alya y Nino, y no tenía ni idea de qué esperar sobre todo esto. Creía que sería sólo fiestas y retos de iniciación extraños, pero en realidad creo que fue una de las mejores experiencias de mi vida, y gracias a ustedes muchas cosas geniales pasaron. Me convertí en Chat Noir, que por cierto, ahora van a sacar una caricatura sobre Ladybug y yo. Arreglé todo con mi papá, y finalmente me casé con el amor de mi vida. Y hoy, después de años y años de haberlo intentado, me enteré de que voy a ser papá. Yo no sé qué sí y qué no hubiera logrado sin Dream Fighters, pero me alegra haberlo logrado con ustedes y tenerlos como una parte permanente de mi familia. Ahora nadie se pelee con nadie ni se divorcien-Todos mis amigos se rieron-Así que, dicho esto, ¡Salud!

-¡Salud!

Mientras celebrábamos y nos divertíamos, Minnie y Mickey recibieron una llamada de Facetime.

-¡Es la nueva generación!-Exclaman ellos. Apagamos la música y ellos contestaron la llamada. Bonnibel Bubblegum y Marceline Vamp, las nuevas presidentas de Dream Fighters, aparecían en la pantalla con cara de desesperación y luciendo como si hubieran corrido un maratón completo.

-Hey chicos, sabemos que están en su fiesta y de verdad lamentamos muchísimo interrumpirlos, pero la moral y el ánimo por aquí no están en su mejor posición. Esto calificaría como una emergencia. ¿Creen que puedan venir aquí como en diez minutos? Necesitamos a la antigua generación de Dream Fighters-Dice Marceline.

-Tenlo por seguro-Responde Minnie.

-¡Gracias! Los vemos en diez minutos-Dice Bonnie agradecida. Colgó la llamada.

-Dream Fighters, assemble!-Exclama Maui mientras, como buen dramático que es, pone la música de Avengers en las bocinas de la terraza.

-Esperen un segundo, ¿quién cuidará a los niños si nosotros vamos a Disney University?-Pregunta Belle mirando al preescolar, aún jugando en la alberca de pelotas.

Como si la hubiera escuchado, Baymax abre la puerta de la azotea sosteniendo una bandeja de bocadillos.

-La otra generación envía esto. Lamentan mucho no poder venir...

-Si sí, luego nos vemos. ¡Cuida a los niños!-Exclama Nino mientras le da una palmada en la espalda.

-Pero yo...

-Nos vemos Bay-Bay-Digo yo mientras me despido de él.

-Oh-oh-Escucho que dice Baymax, y de inmediato escucho un montón de gritos de niños y Baymax pidiendo que no lo desinflen.

-Estará bien, espero-Digo yo mientras bajo las escaleras.

En el estacionamiento, antes de subir a los autos para ir a ayudar a la otra generación, nos detuvimos un segundo, nos reunimos todos lanzando las manos al centro, y gritamos.

-1...2...¡3! ¡DREAM FIGHTERS POR SIEMPRE!

Disney University 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora