Disney University 2

Capítulo 60: Una Boda Milagrosa (Parte 1)

Marinette

Planear una boda en un presupuesto sorprendentemente pequeño había resultado más fácil de lo imaginado. Todo íbamos a celebrarlo en el jardín frontal de la casa de Dream Fighters, habíamos pedido algunas pizzas para todos, el traje de Adrien era un traje perfectamente normal que rentamos, yo había diseñado mi propio vestido, y las decoraciones las habíamos hecho nosotros mismos con flores y listones. Y ahora, sólo tenía que esperar unas horas para poder casarme con el chico que amaba.

La despedida de soltera que mis amigas habían organizado había sido muy divertida. Habíamos ido a un parque de diversiones y después de compras. Los chicos habían dicho que irían a jugar boliche, y aunque los Ancestros nos prestaron a Baymax para vigilarlos, resulta que sí, fueron al boliche.

Como los nervios no me dejaban dormir, me levanté de la cama y me dirigí al minibar de la sala que usábamos de refrigerador para buscar algo de tomar. Para mi sorpresa Adrien estaba sentado en el sillón, con la mirada perdida.

-¿Todo en orden?-Pregunto yo mientras me siento junto a él. Él pareció despertar de su trance y de inmediato me sonrió.

-Sí, sí. Sólo estoy pensando en algunas cosas-Dice él mientras se pasa una mano por el cabello-No se supone que pueda verte antes de la boda, ¿o sí?

-No lo sé. Me da igual. Es sobre tu padre, ¿verdad?

-Sí, adivinaste. Le mandé una invitación pero no me contestó nunca. Creo que sigue enfurecido por todo lo que le dije, así que de seguro va a haber un asiento vacío-Dice él con algo de tristeza. Le tomé la mano.

-No, no. No pienses así. Tu padre es un hombre inteligente y tiene que darse cuenta de que tenías razón con todo lo que dijiste. Y si no viene, recuerda que tú y yo ahora vamos a ser familia, y que tenemos a un grupo de locos viviendo en la misma casa que nosotros que son nuestra familia, y que además hay otros locos que actúan como nuestras niñeras, pero también son nuestra familia. No estarás solo-Prometo yo mientras aprieto suavemente su mano.

-Tienes razón. No puedo esperar para mañana-Dice emocionado, y los dos nos reímos.

-Yo prometo que nada ni nadie va a poder impedir que me case mañana contigo, guapo. Descansa-Le digo dándole un beso en la punta de la nariz.

Regresamos a nuestros cuartos, y finalmente pude quedarme dormida.

Adrien

A la mañana siguiente me dirigí a la iglesia, la cual estaba algo cerca de la universidad. Estaba demasiado nervioso y Nino no dejaba de recordarme que todo iba a salir bien, pero por alguna razón yo tenía un muy, muy mal presentimiento.

Bajé del auto en el que íbamos y estuve esperando afuera de la iglesia por un ratito. Estuve saludando a mis amigos por un rato, conversando con los invitados. De pronto, escuché que alguien me llamaba en alguna parte.

-¡Adrien!-Exclama una voz que conozco a la perfección.

Mi padre.

Me miraba con una sonrisa bastante alegre. Atrás de él venía Nathalie sonriendo también.

-¿Viniste?-Pregunto yo mientras camino hacia él. Asintió suavemente.

-Está bien, debo admitir que fui bastante negligente e injusto contigo. Te traté demasiado mal después de lo que sucedió con tu mamá, y tú no te lo merecías. Tienes razón, Adrien, yo perdí a mi esposa, pero tú también perdiste a tu madre, y no supe ver eso. Espero que me perdones-Dice mi padre con una sonrisa.

-Claro que sí, eres mi padre-Digo yo mientras lo abrazo con una sonrisa.

-También lamento no haberme tomado el tiempo para conocer a tu novia. Si decidiste pasar el resto de tu vida con ella entonces confío en tu decisión y sé que es una gran chica, y ansío conocerla-Dice mi padre mientras me pone una mano en el hombro.