Capítulo 65: Tiana y Naveen

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Naveen

Llevábamos seis meses ya viviendo todos en el mismo edificio de departamentos. Por supuesto que era genial reunirnos todos en la azotea del edificio todo el tiempo, y tener noches de películas y esas cosas, pero había un par de detalles que no me tenían tan convencido.

Tiana y yo estábamos los dos acostados en el sillón de la sala con una cobija encima viendo una película, y decidí contarle mis problemas.

-Oye linda, ¿no crees que ya no tenemos privacidad?-Pregunté. Quería hacer palomitas, pero Tiana me había dicho que no había forma, así que no hice nada.

-¿A qué te refieres?-Pregunta ella.

-Pues, no digo que no me guste vivir en el mismo edificio que el resto de nosotros pero, creo que a veces nos quedamos sin privacidad por eso. Ayer quería ir a dormir y encontré a Lilo y Stitch brincando en mi cama, y un día traté de entrar a bañar y me encontré con la no agradable sorpresa de que Nino ya estaba ahí.

-¿Estás seguro de que no estás exagerando?-Preguntó ella.

Como si le estuviera respondiendo, Adrien y Marinette salieron de nuestra despensa con la boca llena de comida.

-Deberían comprar Pop Tarts de fresa. Las de cereza no son tan buenas, y por favor, ya no compren Oreo normales, mejor compren las de Mega Relleno-Dice Adrien mientras se limpia las migajas de la boca.

-Y ya no tienen leche, y tampoco queda mezcla para hacer pudín-Dice Marinette mientras abandona nuestro departamento con un gigantesco bowl de pudín de chocolate.

-¡Apenas lo compré ayer!-Grito enojado. Tiana me mira preocupada y después se ríe.

-Está bien, tienes razón. Estamos algo invadidos. Si quieres puedes ir a esconderte en el clóset de Adam y Belle para vengarte porque agarraron tu corbata favorita la semana pasada-Me dice ella.

-¿Agarraron mi corbata favorita?-Pregunto yo alzando la ceja.

-Sí, la usaron para limpiar tu guitarra luego de que Miguel la tomara y accidentalmente le tirara jugo encima.

-¿¡Miguel agarró mi guitarra?!

-Sí, me dijo que la traerá de regreso junto con el microondas-Dice ella. Con razón no había podido hacer palomitas.

-Ya mejor no voy a hacer preguntas. A estas alturas me vas a decir que también tomaron a mi hermano menor-Digo. Tiana alza la ceja preocupada.

-¿Cuánto te enojarías si te digo que Minnie y Mickey lo están usando para tapar una gotera con el dedo?-Pregunta ella.

-Bueno, el caso es que mi punto está ilustrado. Parece que varias personas todavía no entienden que ya no vivimos en la misma casa-Digo yo riendo. Tiana me pateó.

-Cierto. Cierto. Creo que también a mí me gustaría más tiempo a solas contigo. Tener algo sólo entre tú y yo-Dice ella sonriendo y tomando mi mano.

-¿Casarnos, por ejemplo?-Pregunté. Ella se rió, pero después se dio cuenta de que estaba hablando en serio.

-Hay que casarnos, pero sólo tú y yo, en secreto. Sin ellos. Ya después les explicaremos que no los invitamos porque básicamente viven en nuestra casa sin permiso, pero mientras tanto quiero casarme contigo-Digo tomando su mano. Ella sonríe muchísimo y me abraza.

-¿Me estás pidiendo matrimonio entonces, Naveen?-Preguntó.

-No lo había hecho oficialmente, pero ¿quieres casarte conmigo?-Pregunté. Ella me dió otra patada y me besó.

-¡Sí!

-¡Asombroso! Ahora, sólo tengo una pregunta nena. ¿Por qué me has estado pateando todo este tiempo?-Pregunté. Ella frunció el ceño con cara de estar muy confundida.

-¿Yo? Mis pies están en el suelo-Dijo ella mostrándome sus pies, efectivamente en el suelo.

-¿Pueden callarse de una buena vez?-Escucho que de pronto pregunta alguien enojado. Maui y Moana aparecen desde debajo de la cobija.

-¡Estamos tratando de dormir! ¿Qué nadie respeta el espacio personal hoy en día?-Pregunta Moana enojada mientras se pone de pie. Ella y Maui abandonan mi departamento y cierran, dejándonos a mí y a Tiana algo sorprendidos.

-Tengo miedo de ir a nuestro cuarto-Dice Tiana, y yo le doy la razón.

Tiana

Naveen me sorprendió con lo rápido que organizó todo el asunto de la boda. Me daba ternura ver lo emocionado que estaba y la dedicación que le ponía al asunto. Me recordaba una y otra vez que estaba feliz de que hubiera aceptado y que me quería muchísimo y que lo había hecho el hombre más feliz del mundo. Nuestros amigos no sospechaban nada, y seguían siendo tan metiches y e invasores como siempre, pero a mí no me molestaba tanto como a Naveen. Eran mis amigos, y los quería muchísimo, aunque debo admitir que encontrarme con Adrien en la despensa a las dos de la mañana y a Adam acabándose mi shampoo, o saber que Violeta y Wilbur estuvieron viviendo en nuestro departamento mientras nosotros salíamos de viaje (tomando en cuenta que ellos viven justo enfrente de nosotros) no era lo que más me gustaba en el mundo.

Dos días después de que Naveen me propusiera matrimonio, él y yo ya estábamos enfrente de un juez, con mi madre y sus padres de testigos. No me había puesto nada demasiado extravagante, sólo un vestido de color verde pálido. Él se vistió de acuerdo a mí.

-¿Naveen, aceptas a Tiana como tu esposa?-Pregunta el juez.

-Acepto. Claro que acepto.

-Y tú, Tiana, ¿aceptas a Naveen como tu esposo?

-Acepto.

-Por el poder que me confiere el estado de Nueva York, los declaro marido y mujer-Dice el juez, y Naveen y yo nos besamos.

No habíamos planeado una luna de miel, así que simplemente volvimos a nuestro departamento a descansar un rato. Revisamos todos los lugares posibles donde nuestros amigos pudieron haberse escondido, cerramos todas las puertas con llave, y nos recostamos sobre el sofá abrazados a ver una película.

Naveen

Independientemente de mis padres finalmente decidiendo no desheredarme ahora que estaba casado con Tiana, no podía estar más feliz. Estaba casado ahora con la mujer más maravillosa que existiera sobre la faz de la tierra, y no podía explicar mi felicidad de ninguna manera.

-Casados, ¿huh?-Pregunta ella sonriente.

-Casados. Es como cuando Facilier nos esposó durante el laberinto en las primeras Olimpiadas en las que competimos, sólo que esta vez, tenemos toda una vida por delante-Digo yo tomando su mano y besándola.

-¿Niños, tal vez?-Pregunta ella con una sonrisa enorme. Me reí.

-Definitivamente, aunque creo que podemos no ser como Nino y Alya, o Mulan y Shang, y esperar un rato-Digo yo.

De pronto me fijé en una foto de la graduación colgada en nuestra pared y me sentí ligeramente mal.

-Entonces, ¿cómo vamos a decirles a nuestros amigos que nos casamos sin que ellos se enteraran?-Pregunto yo mientras vemos la película.

-Podemos evitar el tema hasta que sea inevitable-Dice ella recostándose sobre mi pecho.

Miré la puerta unos segundos, me reí, y dije:

-No creo que podamos evitarlo por demasiado tiempo nena-Le digo mientras me pongo me pie y me dirijo a la puerta.

-¿Por qué lo dices?-Pregunta ella confundida.

A modo de respuesta, abrí la puerta, y lo siguiente que vi fue una lluvia de nuestros amigos cayendo hacia adentro después de haber estado espiando lo que habíamos estado hablando.

Me tardé siglos, lo sé, pero estoy en temporada de aplicar a universidades y no había podido escribir nada en esta historia, porque contrario a mis demás historias, donde tengo capítulos pre-escritos, ya me había quedado "sin reservas" con esta historia. Lo lamento mucho.

Disney University 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora