Si tú supieras [Sebaek/HunBaek]

11. Cantándome

4 de diciembre.

Sehun.

Habían pasado alrededor de dos meses de lo que sucedido en aquella fiesta donde me terminé desmanayando y terminé en el jodido hospital donde Byun Baekhyun cuidó de mí por todo una larga noche.

¡Dios que vergüenza!

No importara cuantas veces le exigí que se marchara, que se fuera, que no lo necesitaba, que yo estaría bien, que no sé mañana hablaría con él, le dije un montón de cosas para que se fuera a su casa, pero, Baekhyun simplemente negaba o me ignoraba intentando cambiar la conversación. Se quedo junto a mí toda la noche a mi lado. Se quedo cuidando de mí todo la noche, y eso no se sentía bien en mi corazón, no deseaba eso o tal ves... ¿sí? No sabía lo que sentía esa noche.

Ya eran las 9 de la mañana, y me encontraba tirado en mi cama mirando el distante techo blanco, perdido en un ensimismamiento. Lo único agraba era que pronto pronto tendría vacaciones navideñas. Por fin un largo descanso de la moelstas clases.

En estos últimos meses había mejorado mis notas sorprendentemente y ya no tenía molestias en el colegio con mi salud, de ese modo ya no molestaba a mi madre o a mi hermana, ya no me desmayaba o... algo así. Porque a veces me desmayaba. Sí, si lo hacía pero no le decía a ella, pero era muy pocas veces en la que caía, más bien y a pesar de todo cada día me sentía mejor. De todos modos eso mantenía a mi madre sin molestarme. A Igual mi salud había mejorado un poco.

¿La razón de todo esto?

De mis mejoras y mi subidas de notas era él.

Él de verdad me estaba ayudando.

El típico sonido matutino de todas las mañanas me sacó de mi pensamientos, suspiré y volteé a ver hacia esa dirección. Como lo pensé era él.

Byun Baekhyun.

Sí, Baekhyun me estaba ayudando desde aquel día.

Desde el día del hospital este tonto ya no se despegaba de mí, era como un chicle o una pulga molesta, y todo con la maldita promesa que me hizo cuando éramos niños.

<< ¿Qué me importa a mí eso? >>

-Baek -parpadé viéndolo- ,déjame en paz -solté para después darme vuelta y girarme hacia la pared dándole la espalda a mi molesto vecino.

Ahora se tomaba la molestia todos los días de escalar a mi ventana, él entraba a mi habitación de ese modo, lo hacía como todo un delincuente. Al principio recuerdo como se le hizo difícil, había tardado unos minutos escalando, su cara se veía molesta mientras intentaba ver donde poner su pie derecho para subir, llevaba minutos a medio camino y todavía no terminaba de subir, yo solo vi desde mi ventana con la cabeza apoyaba al marco, era interesante ver si caía o lograba subir así que me quede viendo sin hacer nada como hacía tal acción porque en serio nunca pensé que lo iba a lograr. Además que en ningún momento él pedió mi ayuda, pero lo logró y con las semanas ganó práctica el muy idiota.

-Ven, te traigo tu desayuno -supe que Baekhyun término de entrar sin ningún problema, y me quede viéndolo de reojo. Él miraba una taza que tenía en sus manos extendiéndola hacia mí-. Son frutas picadas, aprovecha que hay de todo tipo, incluso, le puse más de que el que yo comí esta mañana.

Arrugué el ceño y términe de poner mi cara junto a la pared.

-Ya Baek, deja esto.

-¿Dejar qué?

-Estas payasadas, que haces por mí -cerré mis parpados mientras hablaba.

-¡Tonto! -sentí como golpeó mi hombro llamando mi atención me hizo voltear hacia él.

Ni siquiera me había dolido.

-Golpes de niña me sabe a piña. -comencé a burlarme intentando molestarlo.

-¡Eres muy imbécil! -volvió a golpearme ligeramente- Come las frutas idiota.

Reí un poco.

-¡Come tonto! -volvió a exigir y se sentó en la esquina de mi cama viéndome.

-Esta bien, esta bien -accedí y me levanté sentándome a su lado.

Me extendió la taza llena de frutas, la cogí sin decirle nada y quité la tapa que tenía encima. Se veía muy delicioso a decir verdad.

-Hay que ver, Sehun. Eres muy tonto para ser verdad -Baekhyun se tiró en mi cama poniendo sus manos debajo de su cabeza y viendo al techo-. Debes cuidarte mejor.

-¡Cállate imbécil!

Él sólo rió.

-¿De qué te ríes? -Llevé un trozo de fruta a mi boca.

-De esto. De nuestra manera de tratarnos.

-¿Cómo?

-A los insultos por supuesto -respondió encogiéndose de hombros.

-Ah, ya veo.

Seguí comiendo mi desayuno traído por Byun Baekhyun. De vez en cuando me quedaba viendo de reojo a Byun, me pareció chistoso como agarró una de mis almohadas y la lanzaba al aire para solo entretenerse, ella caía y él volvía a lanzarla para volver atraparla y continuar con eso. La fruta estaba deliciosa y mi fresca, me agraba estar satisfecho.

Después de terminar mi desayuno cerró otra vez la taza y le extendí la taza a Baekhyun.

-Toma, ya vete de mi habitación.

Entonces el comenzó a cantar como todo el imbécil que era.

-Abrazaría al diablo sin dudar~

Fruncí el ceño y arrugué la frente quería darme una buen golpe en mi frente por dejar que Byun entrara a mi habitación.

-Por ver tu cara-

-¡CÁLLATE! -lo interrumpí golpeándolo con una almohada.

Comenzó a reírse agarrando su barriga, rodé mis ojos cnasado de tanto Baekhyun por hoy. Él después limpió las ligeras lágrimas que se le había escapado y me preguntó:

-¿No sabes cuál es la canción? Es un clásico.

-Mejor te ignoro -opté.

-Eso era la oreja de van gogh -explicó si que nadie le pidiera alguna explicación. Levantó su dedo en el aire y continuó- Ahora intenta saber cuál es esta.

-Solaaa sola en el olvido. Solaaa sola con su espíritu -se detuvo con sus ojos entornados con una expresión seria-. Vaya,creo que así iba la letra.

-Que tonto eres.

-Oh claro como yo no escuchó Juntin bieber.

-Imbécil.