9. Las colinas tienen ojos pt. 2

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Victor golpeó la puerta más insistentemente, sabía que Yuuri estaba dentro y que últimamente pasaba mucho tiempo en el lugar.

No le gustaba que su esposo tuviese secretos.

Dentro del departamento Yuuri estaba entrando en pánico caminando de un lugar a otro como un animal enjaulado mientras que Otabek mostraba una expresión en su rostro como si estuviese dispuesto a matar a Victor si este entraba en el lugar.

-Yuuri... ¿estás ahí?-. Preguntó una vez más.

-No-. Contestó el japonés en un arranque de estupidez mientras se maldecía mentalmente, Otabek le miró a los ojos con una expresión incrédula mientras alzaba una ceja.

Victor rio suavemente.- Abre la puerta-.

Yuuri le lanzó una mirada desesperada a Otabek mientras este se situaba silenciosamente detrás de la puerta y le devolvía una pequeña sonrisa tranquilizadora. Haciendo uso de la poca parte de su cerebro que no estaba paralizada de miedo, se dirigió hasta la entrada y la abrió con lentitud.

Victor le miraba con una sonrisa de medio lado que no lograba llegar hasta sus ojos azules.

-¿Qué tanto haces aquí, cariño?-. Preguntó mientras empujaba más la puerta, casi aplastando a Otabek, para entrar.

-Investigar mis casos por supuesto-. Dijo Yuuri mientras se abalanzaba sobre los brazos del mayor para evitar que este mirara hacia atrás, lo sostuvo fuertemente mientras Otabek se deslizaba por la entrada y desaparecía por la escalera hasta el piso de arriba.

-¿Y eso?-. Preguntó mientras deslizaba sus manos por la cintura del menor

-Creí que estábamos tratando de arreglar las cosas, ¿es un delito querer simplemente abrazarte?-. Yuuri dijo fingiendo un tono ofendido.- Entonces viniste a...-. Siguió, alejándose un par de pasos y gesticulando con las manos.

-A pedirte que vuelvas temprano a casa-. El peli plata sonrió de la forma en que sabía que Yuuri amaba, solo que ahora no producía el mismo sentimiento en el japonés.

-Oh eso, no creo que sea posible... de hecho iba a llamar para avisarte que es bastante probable que hoy me quede aquí, tengo este caso sabes.- Yuuri se acercó al escritorio y reunió todos sus papeles alejándolos de la vista de Victor.- Se complicó un poco y voy a tener que trabajar en la defensa hasta tarde, lo siento cariño-.

Victor retrocedió hasta la entrada luciendo triste e incluso un poco vulnerable, Yuuri estuvo a punto a retractarse pero la sensación de las manos de Otabek sobre su cuerpo lo detuvieron.

-Bueno, entonces creo que mejor me voy a casa para no molestarte-. Victor le dedicó una pequeña y dulce sonrisa, se acercó a su esposo y depositó un beso sobre sus labios con delicadeza.

-Te amo-. Dijo Victor mientras acariciaba la mejilla del menor con el pulgar.

-Lo sé-. Contestó el menor separándose de él y del tacto que ya no estaba seguro de desear.

Victor cruzó la puerta sin despegar sus ojos de la figura de Yuuri quien se abrazaba a si mismo intentando calmarse un poco, cuando el peli plata desapareció en la escalera el japonés corrió hasta la ventana para asegurarse de que el hombre estaba en la calle, cuando lo vio cruzando la acera en dirección al centro suspiró aliviado y solo entonces corrió al tercer piso para buscar a Otabek.

El kazajo estaba agachado tras de un enorme macetero e hizo una mueca de desagrado cuando Yuuri lo miró medio riéndose.

-No encontré un mejor escondite-.

-Hay un armario con escobas justo ahí-. Dijo Yuuri apuntando una pequeña puerta en el rellano que llevaba hasta el cuarto piso.

-Okay, apesto buscando escondites-. Admitió poniéndose de pie.- ¿Qué quería el albino?-.

-¿Victor?-. Preguntó Yuuri divertido mientras le tendía una mano al menor

-Si él, el albino... ¿Qué quería?-. Otabek se sujetó de la mano de Yuuri, quien pasó el brazo del chico por sus hombros para ayudarle a bajar la escalera.

-Pedirme que volviera temprano a casa-. Contestó el mayor arrastrando a Otabek por la entrada del departamento y cerrando la puerta tras de si

-¿No podía llamarte?-. Otabek se lanzó al sofá con pesadez.- Quizá sospecha algo-.

-¿Cómo que estoy escondiendo al hombre más buscado del país?, no lo creo-. Yuuri se acercó al escritorio y miró a Otabek de reojo.- Luces algo molesto...-.

-¿Quién no estaría molesto si le interrumpen cuando está a punto de tener sexo?-.

-Ah ya veo... pensaste que de verdad me iba a acostar contigo, ¿Qué te hizo creer eso?-. Preguntó el japonés en tono juguetón.

-Algo en tu pantalones quizá-. Otabek se enderezó en el sofá dedicándole una mirada desafiante al mayor.- ¿Deberíamos retomar la productiva conversación que estábamos teniendo?-.

-No sé si sea una buena idea-. Yuuri dijo un poco atemorizado ahora que no estaba cegado por la nube de la lujuria.- Mira... nunca he estado con ningún hombre que no sea Victor-.

-Me parece que eso está a punto de cambiar-. Dijo Otabek poniéndose de pie

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Hola a todas/os se que el cap está un poco kk pero bue, voy a tratar de subir el cap 10 mañana en la noche o el sábado... les aviso desde ya que trae zukulemzia xd como dije antes las cosas están pasando algo "rápido" bc este fic no va a ser muy largo, siempre que hago un longfic la cago así que mejor me alejo de esos lares xd

Besos y gracias por leer, votar y comentar. Gudbai.

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