Eileen, nada más entrar dentro del mundo de MyL se esperaba encontrar a Chillwind, habían quedado a esa hora y había enfatizado en que le molestaba la impuntualidad, así que al ver la tienda de acampada vacía empezó a preocuparse, al fin y al cabo no se conocían de mucho, podía haberse marchado sin decir nada.
Cuando salió de la tienda y vio a Chillwind rodeado de un montón de cadáveres de mobs, saludándola efusivamente con la mano levantada no pudo evitar reprenderse a sí misma por tender a desconfiar de los demás.
—Pensé que podía venir un poco antes y matar unos cuantos mobs para dártelos —dijo con una alegre sonrisa mientras se acercaba dando pasos ágiles.
Luego comenzó a hacerle preguntas sobre su día y demás, a Eileen no le gustaba hablar mucho sobre su vida y aunque Chillwind se había ganado su confianza, no quería arriesgarse, así que desvió la mayoría de las preguntas respondiendo con vaguedades.
Tras acabar su mini interrogatorio sin conseguir nada muy concreto, lejos de molestarse Chillwind empezó a silbar alegremente, de hecho Eileen se descubrió a sí misma guardando silencio mientras le oía silbar una alegre melodía.
Tras unos minutos de silencioso caminar Eileen se dio cuenta de algo importante, ¡su entrenamiento de combate!
MyL se centraba en recrear un mundo fantástico por lo tanto hay un montón de profesiones y trabajos que poco o nada tenían que ver con pelear, una joven pareja enamorada podía simplemente ir a un hostal de lujo y disfrutar pasando el tiempo entre acciones divertidas.
De hecho al parecer muchos jugadores simplemente disfrutan de esa nueva realidad, probando comidas de sabores nunca antes vistos, vuelos de ocio a lomos de wyverns, y muchísimas más cosas que en el mundo real no eran más que quimeras en MyL podían ser disfrutadas, así que conseguían trabajos dentro del juego que les evitase tener que cazar peligrosos monstruos y disfrutaban su nueva vida.
Luego están los jugadores inconformistas que tienen una sola meta, ser el mejor, y todo su tiempo lo pasaban buscando objetos extrañísimos y optimizando sus estadísticas. Aunque no fuesen pocos los que disfrutaban de la intensidad de un "combate de verdad" si comparamos cantidades de jugadores peleadores y no peleadores, los no peleadores ganaban por mucho.
Pero eso no esta exento de problemas, los desarrolladores en su primer año de lanzamiento público, es decir hace casi 3 años, habían creado un evento especial: "La invasión del rey demonio". Básicamente huestes de engendros demoníacos y criaturas horripilantes lideradas por el rey demonio, el hasta la fecha boss más fuerte de la historia del juego. Arrasaron ciudades eliminando jugadores sin parar, la facilidad con la que lo hizo fue porque muchos jugadores veían el juego como un lugar paradisíaco para disfrutar después de la escuela o del trabajo y no se esforzaron en combatir la amenaza. Al cabo de un mes el 80% de MyL estaba destruido por las huestes demoníacas, los jugadores no paraban de pedir a los desarrolladores que cancelasen el evento y devolviesen MyL a su estado original.
Tras mucho revuelo el desarrollador en jefe y propietario del juego, Bernan Dukes, realizó un comunicado donde declaraba que MyL era un juego para los jugadores y que éstos eran los responsables de transformarlo para mejor o para peor. Si MyL era destruido en su totalidad no era más que responsabilidad de los jugadores.
Esas palabras encendieron los corazones apagados de muchos jugadores y grabaron a fuego un mantra que se había mantenido aún hasta ahora: "MyL será lo que los jugadores quieran que sea", haciendo que los jugadores dejasen de ver el juego como un mundo ya dado de opciones limitadas a preguntarse cómo les gustaría que fuese MyL y qué estarían dispuestos a hacer para conseguirlo.
ESTÁS LEYENDO
Mi aventura en un nuevo mundo
AdventureEileen, una chica que de repente descubre su gran pasión y se adentra en una espectacular aventura de fantasía en la que tendrá que hacer frente a numerosos peligros para alcanzar su meta Si queréis podéis enviarme un mensaje tanto privad...