Capitulo 24

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Eileen se pasó gran parte de la noche y de la mañana pensando en Aurea y en todo lo que podía haber hecho para cambiar la trágica muerte de su padre, lo que más la frustraba es que no encontraba una respuesta a qué pudo haber hecho mejor. A Eileen no le gustaban los errores, pero sus padres la habían inculcado desde pequeña a aprender de ellos, por eso lo más frustrante para ella siempre había sido el no saber qué podía haber hecho para evitar los problemas.

Anya se lo notó y Eileen no tenía secretos con ella, así que le contó a grandes rasgos lo que había pasado y que sentía mucha pena por su amiga, Eileen siempre había sido bastante mala expresando sus sentimientos, así que mientras le contaba avergonzada el motivo de su tristeza, miraba a una estantería llena de libros. Los libros siempre la daban tranquilidad. Cuando acabó volvió la vista hacia Anya, que la estaba mirando pensativamente, como si estuviese valorando algo seriamente, al final dijo:

—Quién iba pensar que te escucharía tan afectada por alguien —comentó seriamente mientras se ponía a hacer sus tareas.

—¿Por qué dices eso? Ni que fuese un trozo de piedra —le respondió Eileen medio indignada.

—Jajaja, ¿y si decimos princesa de hielo queda mejor? —respondió burlonamente su amiga.

Eileen estaba por irse ya al despacho pero Anya la detuvo.

—Perdona, perdona, no lo dije del todo en serio, es sólo que cuando te conocí eras tan distante, parecías un robot casi y mírate ahora: viviendo aventuras peligrosas, conociendo gente, haciendo amistades. Sin duda has cambiado, pero me gusta mucho este cambio, te sienta bien —acabó con una sonrisa y un abrazo.

Eileen, con un suspiro renunció a seguir enfadada con su amiga, básicamente porque le resultaba imposible al verle esa cara de inocencia.

Durante el resto del día Eileen se preguntó seriamente si es verdad que había cambiado, y lo cierto es que de dejar a un jugador morir a manos de un Boss, a ir salvando gente sin parar hay un paso.

Cuando por fin pudo conectarse a MyL se encontró a Liza profundamente dormida, así que sin hacer ruido decidió ir a buscar a Aurea, cuando abrió la puerta se quedó sorprendida, la última vez los pasillos del segundo nivel estaban desiertos, ahora no paraba de ver gente yendo apresurada a todas direcciones. Cuando llegó a la casa de Aurea la encontró vacía, tras preguntar a un NPC éste comentó que ayer no la había visto entrar en su casa.

Eileen extrañada decidió buscar en la zona de "La Forja", era donde se producían los trabajos de herrería. Antiguamente, cada herrero hacía su trabajo por su cuenta, pero con el paso de los tiempos un conjunto de herreros descubrieron que si aprendían los unos de los otros y trabajaban juntos el resultado era mejor, actualmente aparte de ese motivo se incluyeron argumentos de control de calidad y supervisión, por lo que los herreros estaban obligados a trabajar ahí. Eileen no había pasado por ahí antes ni el lugar le había dado curiosidad, ya que se encontraba totalmente vacío, pero ahora estaba lleno de trabajadores martilleando mientras cantaban canciones a coro, lo cual a Eileen le pareció exageradamente extraño, pero no iba a ponerse a discutir con ello.

Tras buscar un poco, encontró a Aurea completamente irreconocible, enfundada en un traje protector que no dejaba visualizar nada debajo de ella. Eileen la reconoció básicamente por la estatura y por los sonidos que hacía al golpear con un poderoso martillo su espada.

Tras 1 minuto de continuo golpeo, Aurea dejó el martillo en una pila, y cogiendo la espada la metió en una especie de caldero del cual salió humo desmesuradamente, hasta que la espada de Eileen dio un pequeño resplandor.

Mi aventura en un nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora