Capitulo 14

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Cuando salió de su cuarto en la aldea, todo el mundo había regresado a sus tareas. Eileen veía a todos con mucha más alegría y ánimo, nada muy efusivo, pero cuando vino parecía que todos tenían un peso sobre sus espaldas. Eileen lo había achacado a una hostilidad hacia los extraños, pero ahora todo el mundo parecía mucho más...vivo.

Otra cosa que le resultó interesante es que ahora podía ver los nombres de los aldeanos y nada más salir la saludaron con naturalidad, "es una pena que me tenga que ir ya" pensó Eileen para sus adentros.

Se dirigió hacia la entrada donde había quedado con Raki y Rika. A pesar de que no había llegado tarde, ya ambos estaban esperándola. Rika llevaba su habitual uniforme blanco y rojo que parecía un uniforme de doncella, con una especie de mochila a sus espaldas. Eileen no estaba segura de si le valdría para explorar por la agreste montaña, pero no tuvo mucho tiempo para divagar porque en cuanto fue vista Rika corrió efusivamente a saludarla.

La verdad, se habían hecho tan buenas amigas que le molestaba pensar que luego se separarían, pero bueno así es la vida. Podría visitar la aldea más tarde, aunque Eileen no creía que eso fuese a suceder, ya que no iba particularmente sobrada de tiempo.

Raki la saludó con un silencioso asentimiento de la cabeza, como diciendo "vale, te he visto". Eileen no se sintió molesta, sino que simplemente preguntó:

—Bueno chicos, ¿por dónde vamos? Con una sonrisa impaciente por seguir la aventura.

Raki sacó un mapa y le indicó el camino a seguir y los inconvenientes que tendrían. Al parecer había puntos con derrumbamientos y zonas de suelo frágil por las que se podrían caer sin problemas obviando a numerosos monstruos, aunque estos últimos Eileen los recibiría con los brazos abiertos. Con sus amigos estaba segura que podían enfrentarse a cualquier monstruo de la zona.

Cuando ya estuvo todo hablado, Rika les dio un mejunje de tono verde claro. Eileen no sabía muy bien para que lo quería y, cuando con una sonrisa les dijo que se lo bebiese, pensó que se volvió loca. Para su sorpresa Raki, sin rechistar y poniendo cara de asco, se lo bebió de un trago. Después de una lucha interna para no devolverlo, la miró a ella diciendo con una queda sonrisa:

—Te toca.

Eileen se quedó confundida. —¿Para qué es esto? —preguntó con ánimo de hacer tiempo más que nada. Yo ya desayuné y eso...

Su intento fue aplacado por la perenne sonrisa de Rika mientras le decía:

—Es un multivitamínico. Te cansarás menos y podremos llegar antes.

Eileen tenía un caballo, pero por un terreno tan escarpado no sería muy práctico y tendría que dejar a sus compañeros a pie.

Sin escapatoria, se resignó a su destino y, tapándose la nariz, bebió un poco. Gran error, era un sabor tan repugnante que se le caían las lágrimas.

—Vamos vamos, todo para dentro —dijo Raki mientras le hacía beber el resto del mejunje. Cuando acabó pensó que se moriría del asco.

Le dio un puñetazo en el estómago a Raki que al parecer ni sintió mientras luchaba por hacer desaparecer el sabor ante las ya carcajadas de sus amigos.

Cuando se recuperó empezaron con buen ánimo el camino, a pesar su mal sabor el mejunje les dio un 20% menos de fatiga, lo cual hacía que pudiesen andar a un ritmo muy alto sin apenas cansarse. Por el camino Eileen insistía en matar a cada mob que se encontraban, la mayoría bastante débiles. Lagartos grandes y arañas sin veneno eran sus principales enemigos, pero para Eileen toda experiencia era poca.

Mi aventura en un nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora