Mi aventura en un nuevo mundo

Capitulo 20

Tras realizar los preparativos para su viaje, conseguir nuevas reservas de pociones y pillarse una armadura del cuartel, se puso en marcha. La armadura le importaba poco realmente, así que la eligió en función de su durabilidad, se pilló una malla ligera, que aunque protegía no la hacía excesivamente lenta.

A su arma sí que le dio más importancia tomándose su tiempo, hasta pensó en la posibilidad de cambiar de arma, pero ahora que tenía algunas skills de espada le parecía un desperdicio, además sentía que la espada era el arma propia de los héroes. Luego tenía que básicamente elegir entre diferente formas de espadas, descartó los mandobles y armas pesadas al instante, ya que no quería sentirse lenta, y al final eligió una espada básicamente porque era bonita, era ligera lo cual le parecía importante y sus stats no estaban mal.

Una vez estuvo preparada, se dio cuenta de que no había reparado del todo en sus propios stats y los miro de nuevo:

Nombre: Eileen

Nivel: 32

Vitalidad: 76

Fuerza: 96

Magia: 42

habilidad: 32

Velocidad: 96

Mana: 42

Defensa: 49

Resistencia: 47

Skills: Vertical Slash, Estocada, Salto.

Rasgos: Ninguno.

Su técnica de espada estaba en novato pero le faltaba poco para avanzada, y se sentía mucho más contenta con sus stats ahora que había subido su velocidad tanto, le gustaba ser rápida ya que desde siempre su estilo se centraba más en esquivar y moverse rápidamente que en recibir los golpes directamente. Para los otros stats había pensado que podía ir subiéndolos ligeramente para usar alguna habilidad mágica de utilidad, por ejemplo, si intentaba aprender a lanzar una bola de fuego sería bastante débil, pero si pudiese realizar un destello cegador para poder escapar de una situación complicada no necesitaría tantos puntos en magia para que fuese efectiva.

Una vez salió del almacén se encontró a Liza y a Serafy, esperándola pacientemente los saludó y emprendieron la marcha hacia la aldea de Melistel.

Melistel, al contrario que Villa Ferica al parecer, era un lugar donde solían ir una cantidad decente de jugadores, básicamente porque la guild de cazarrecompensas estaba ahí, por lo que bastantes jugadores se peleaban por las presas más jugosas. Las había de 2 tipos: Oficiales: que son las que la guild subasta entre los interesados; y luego estaban las Privadas: donde NPC las formulaban a aquellos interesados.

A Eileen no le parecía algo particularmente atrayente, pero si encontraba alguna buena oportunidad no veía por qué no hacerlo, sin perder de vista la posibilidad de que se encontrase a alguno de esos demonólogos por el camino. Honestamente, Eileen sentía que en el mundo de MyL estaban pasando cosas extrañas, estaba claro que todos estos acontecimientos estaban ligados a otros mayores. La mejor manera de evitarlo sería postear sin parar en foros la aparición de esos 5 seres y que la gente de mayor nivel eventualmente se encargase, pero Eileen nunca había hecho algo así, por lo que no se sentía con fuerzas para llevarlo acabo, además, de momento no había indicio alguno de que las cosas se podrían salir de control, y si lo hiciesen seguramente otros harían algo, así que ella simplemente haría lo que se le pidió, vigilar la aparición de esos cultistas de camino a Heath.

Serafy era increíble, parecía un ser divino, le había tocado la lotería cuando decidió que la ayudaría, por supuesto, al ser una montura de alto rango, si sentía que su dueña no era digna o no le gustaba podía desobedecerla o incluso marcharse, pero de momento el indicador de lealtad estaba al máximo. Le compró comida, unas manzanas rojas que Liza le había aconsejado para cuando se cansase, lo cual al parecer sucedía cada mucho tiempo.